Podemos se centra en la capital para impulsar a la desesperada a su candidata en Madrid
Podemos necesita alcanzar al menos 100.000 apoyos en la capital para superar el umbral del 5% y teme que la campaña divida el voto entre PSOE y Más Madrid
Irene Montero con Alejandra Jacinto y Yolanda Díaz el Primero de Mayo en Madrid. | Europa Press
Podemos quiere impulsar la imagen de su candidata a la Comunidad de Madrid, Alejandra Jacinto, consciente de que tiene un problema de visibilidad. Jacinto se hizo fotografiar al lado de Irene Montero en la manifestación del pasado 1 de mayo. Era un intento de la número dos y ministra de Igualdad de ubicar en el mapa electoral a Jacinto, que es menos conocida en la opinión pública que sus contrincantes en la izquierda: la exministra Reyes Maroto, del PSOE, y la cabeza de lista de Más Madrid, Mónica García. Podemos busca a la desesperada revertir los sondeos para evitar quedar extraparlamentarios en Madrid. Los cálculos internos apuntan a que tan solo en la capital los morados necesitan 100.000 votos, una tarea que parece hoy en día titánica. En 2021, Pablo Iglesias cosechó solo en la urbe 132.000 votos.
Las fuentes consultadas de Unidas Podemos sostienen que será «muy determinante» el resultado que el partido morado obtenga en la capital. Es en Madrid ciudad donde Podemos se juega mucho o casi todo el 28 de mayo. «Si no sacas el 5% en la capital lo tienes difícil», reflexionan fuentes de la izquierda madrileña, que insisten en su lectura pesimista de cara a los comicios autonómicos y municipales. Por ello creen que Montero aprovechó los focos de su figura nacional ofreciendo a Jacinto la primera línea en el desfile del 1 de mayo.
«Reyes Maroto tendrá a los ministros socialistas con ella; Rita Maestre y Mónica García son conocidas, pero quién va a votar a Javier Sotomayor y a Jacinto el 28-M«, se preguntan las fuentes consultadas, que insisten en la difícil tarea de Podemos a la hora de revertir los sondeos. En las últimas elecciones autonómicas tuvo que intervenir Pablo Iglesias para salvar a su partido. Lo logró, alcanzando un 7% de votos, pero el resultado fue inferior a las expectativas. De ahí que ahora la misión de los morados se perfile más difícil.
Al menos 100.000 votos en Madrid
El análisis de las elecciones de 2021, aun con el sacrificio de Iglesias, revela que los morados necesitan al menos 100.000 votos en la capital si esperan poder entrar en la asamblea autonómica. Iglesias logró en 2021 alrededor de 130.000 papeletas. Y Jacinto necesita por lo menos alcanzar 100.000 si quiere, gracias a la suma de otros municipios, lograr los 200.000 votos que les garantizarían sobrevivir.
Podemos, además, es consciente de que las principales encuestas demoscópicas pueden estar inflando su resultado debido al temor de los analistas de fracasar en sus previsiones generales (pasa lo mismo en Madrid y en la Comunidad Valenciana). Aunque no se quejan, porque consideran que ese titubeo de los expertos sirve para proyectar la imagen de que todavía queda partido de aquí a los comicios del 28-M.
La entrada de Podemos en la Asamblea de Madrid es esencial para determinar el resultado final de los comicios. Si Podemos logra superar el umbral del 5% y hacerse con un puñado de escaños, será más difícil para el PP de Isabel Díaz Ayuso alcanzar la mayoría absoluta. Pero si Podemos se queda fuera de las instituciones, el efecto dominó en el reparto de escaños premiará a la presidenta madrileña.
En Más Madrid insisten en que sus datos internos dejan a Podemos fuera, tanto del pleno municipal como de la asamblea. Y en el Partido Popular coinciden con esta lectura. El PP de Ayuso se ha centrado en una precampaña muy enfocada en el cinturón rojo de Madrid. Es decir, los pueblos del sur de la comunidad autónoma, tradicionalmente socialistas, donde Ayuso quiere dar el pelotazo. «En Fuenlabrada lo tendrá difícil, pero en Getafe y Móstoles se pueden dar cambios», explican fuentes de Izquierda Unida, que también observan con preocupación lo que puede ocurrir en Madrid.
Una candidata poco conocida
«A Mónica [García] todos la conocen. Puede gustar o no, pero la gente la conoce, mientras que a Alejandra Jacinto nadie sabe quién es», zanjan estas fuentes. La cuestión, además, se puede complicar en la campaña electoral. En las semanas previas al voto, cuando los partidos ponen toda la carne en el asador, se suele dar un efecto de concentración del voto. Es decir, que si ahora Podemos roza el 5% a nivel autonómico, en unos pocos días este porcentaje podría bajar a medida que en el segmento de la izquierda los apoyos vayan repartiéndose entre las opciones más conocidas; una vez más, el PSOE y Más Madrid.
Podemos ha logrado obtener una discreta cantidad de dinero en Madrid para su campaña electoral. Es, de lejos, la comunidad autónoma donde los simpatizantes y militantes han entregado más fondos a su partido para impulsar a sus candidatos. Hasta más de 200.000 euros. Se trata de datos anómalos, pues chirrían con el bajo nivel alcanzado en las encuestas y el desánimo que comparten varios miembros de la formación. Todos esperan al día después del voto para comprender la magnitud de la implosión -si la hay- y la verdadera fuerza de los contrincantes de Más Madrid.
En lo que todos coinciden es en destacar la importancia del voto en la capital. Para alcanzar un 5% de papeletas, Podemos debe despertar el interés de alrededor de 200.000 personas. «Es mucha gente», avisan desde Izquierda Unida, donde recuerdan que en 2015 se quedaron fuera de la Asamblea a pesar de haber logrado 132.000 votos. Y entonces el candidato era el escritor Luis García Montero, una figura de mucho más prestigio que Jacinto y más conocida.
Irene Montero reivindicó en los últimos días su apoyo directo y personal a Alejandra Jacinto. Dijo que ella la votará el próximo 28 de mayo, desafiando así a Yolanda Díaz, quien en cambio dio a entender su preferencia por Mónica García. Los dirigentes morados han empezado a mencionar cada vez más a Jacinto, con el objetivo de impulsar la imagen de esta abogada y activista madrileña de 33 años. En sus manos se halla gran parte del futuro de Podemos. Si los morados no logran dar la vuelta a los sondeos y tener representantes en el pleno municipal y en la asamblea autonómica, el miedo a la desbandada crecerá. Y también la sensación del otro bando de aprovechar ese desplome para afianzar la opa definitiva contra los morados.
