Tomás Gómez: «Sánchez ha colonizado las siglas del PSOE»
Conversamos con el que fuera líder del PSOE en Madrid, Tomás Gómez, a quien Pedro Sánchez desalojó del cargo, sobre la trayectoria del PSOE
Tomás Gómez (Enschede, Países Bajos, 1968) salió de la secretaría general del PSOE madrileño en 2015, forzado por Pedro Sánchez, y se centró en sus clases en la universidad, que había mantenido tanto durante su etapa de alcalde de Parla como en la de líder del PSM. Este economista se alejó del ejercicio de la política, pero no del análisis y del ejercicio de la crítica, dentro de esa libertad a la que, según sus palabras, «nunca debe renunciar un socialista». Tomás Gómez asiste cuando puede a las reuniones de exdirigentes socialistas, en las que se critica con dureza los acuerdos con Bildu, la gestión de la coalición con Podemos y otras cuestiones que consideran «de Estado» y que tienen una gran relevancia en nuestro país.
Prevé un nuevo batacazo electoral el próximo 23 de julio y espera que el PSOE tome nota de la experiencia para no volver a cometer errores, como la coalición de Gobierno con Podemos o los acuerdos con Bildu, entre otros. Gómez está convencido de que, a partir de ahora, los socialistas tienen que volver a ser lo que tradicionalmente fueron, antes de que Pedro Sánchez «colonizase» el PSOE para ejercer el poder y mantenerse en él.
P.- Usted, cuando los barones tenían poder orgánico en la dirección federal del PSOE, fue junto con Susana Díaz y Ximo Puig, uno de los responsables de elegir a Sánchez como como líder socialista, para llevar adelante el proyecto socialista. ¿Cuántas veces se ha arrepentido de ello?
R.- En el pecado llevo la penitencia. Eso es lo que me ha pasado. Fue una decisión equivocada, ya no solo por las consecuencias que ha traído, sino porque no se deben hacer las cosas así. Es verdad que era un momento en el que los barones no es que tuviesen poder, sino que eran un contrapoder importante al del líder, cosa que ahora es la que se ha difuminado. Aquello salió impulsado por tres federaciones: la andaluza, la valenciana y la madrileña. Y además fue una operación de ingeniería muy complicada, que nunca se ha visto en política. Pedro Sánchez nunca debería haber sido candidato en función de aquel acuerdo al que llegamos, con el que cabía ver a Susana y Pedro Sánchez. Era también coyuntural. De hecho, Pedro Sánchez, ya anteriormente a ese acuerdo, iba a ser el portavoz parlamentario de Susana Díaz como secretaria general. Es decir, que iba a ser un subalterno de la líder andaluza. Sí, fue una mala operación, pero en este caso va a la penitencia y creo que penitencia está hecha.
P.- De aquellos tres barones… Susana Díaz y usted ya no están en la estructura de mando del partido y Ximo Puig se dispone a salir de la presidencia de la Generalitat. ¿Se refiere a esa penitencia?
R.- Bueno, Ximo está casi en la oposición, pero ahora parece que hay una operación de Pedro Sánchez y su equipo para incorporar a las listas y las candidaturas a todos los que puedan tener sentido crítico con respecto a lo hecho, para contar con ellos para las elecciones legislativas. Hay que reconocer que Pedro Sánchez, tácticamente, suele hacer las cosas muy bien, siempre a su favor.
«Sánchez ha hurtado el debate sobre la derrota electoral a cuadros, dirigentes y militantes»
P.- ¿Qué le parece la estrategia de este adelanto electoral? ¿Cree que puede conseguir los objetivos que se ha fijado de recuperar votos y lograr remontar hasta el punto de seguir gobernando?
R.- Lo que ha hecho Pedro Sánchez es absolutamente reprochable. Un líder de verdad, un líder generoso, que quiere lo mejor para su país y su partido, tenía que haber hecho la siguiente interpretación el domingo: los ciudadanos han dado la espalda al PSOE por las cosas que yo he hecho desde el Gobierno, con mis acuerdos. Sánchez tenía que haber anunciado: «Yo no voy a ser el candidato en el mes de diciembre y voy a abrir el PSOE a un proceso interno de análisis de lo que ha ocurrido, de elección de un nuevo líder, con un nuevo proyecto político y que encarne el futuro del partido». Pero no. Él hizo justo lo contrario: evitó el debate interno, el análisis interno. ¿Aquí alguien ha puesto negro sobre blanco cuáles son las causas de la derrota electoral? Sánchez ha hurtado ese debate a los cuadros, a los dirigentes y a la militancia del partido. De paso, además, pilla con el pie cambiado a sus socios de Gobierno. Parece que también se ajustan los calendarios, por si acaso sale mal su plan A, hay plan B… De hecho, ya se ha publicado algunos sitios donde podría ir a parar: que si la OTAN, que si Europa… Pedro Sánchez actúa siempre de acuerdo a sus intereses. Y sus intereses no suelen coincidir con los intereses generales del país, ni, por supuesto, con los del PSOE.
«Veo un PSOE muy dañado, no solo electoralmente»
P.- Supongamos que la estrategia de Sánchez no sale y el PSOE se va a la oposición. ¿Cómo ve a ese partido socialista que puede quedar en la oposición?
R.- Veo a un partido muy dañado, no solo electoralmente, que también. El ciudadano no percibe un proyecto socialdemócrata, el de la redistribución de la renta, del Estado de Bienestar y las mejoras sociales. Este es un partido que se ha metido en charcos, con nacionalistas, con independentistas, etc. La forma de introducir a la normalidad democrática a Bildu no es esa, ni mucho menos; no es darle la llave de la gobernabilidad del país y de España. Los ciudadanos ven un pacto de coalición con el populismo venezolano de Podemos. Es decir, esto es lo que la gente ve hoy, lo que la sociedad española vive y el PSOE no es eso. Es algo diferente. Habrá que reconstruir ideológicamente el partido, reconstruir territorialmente el partido, democratizarlo, como era anteriormente, cuando Felipe González estaba sometido a un escrutinio interno brutal. Tenía que dar cuentas ante todos los dirigentes de las federaciones, de su ejecutiva, del Comité. Pero se ha eliminado todo tipo de control, todo tipo de escrutinio. Ha quebrado el partido. Fíjese, por ejemplo, en Madrid, que ha sido de nuevo tercera fuerza política. Pero es que el PSOE en Madrid fue pisoteado y colonizado por Pedro Sánchez en su momento. Para reconstruir todo esto, cuando se hacen muchas cosas muy mal. Hace falta mucho tiempo, muchas cosas y hacerlas muy bien para compensarlas.
P.- ¿Quién cree que se puede poner al frente, o a quién ve en el horizonte poniéndose al frente de un PSOE, sin Pedro Sánchez? Bien porque las urnas le hayan dado la espalda o bien porque se haya ido a la OTAN o a cualquier otro organismo internacional…
R.- No creo que lo que importe sea quién, sino para qué y con qué propósito. Quizá es lo que tuvimos que preguntar a Pedro Sánchez en su día… ¿Con qué propósito? El nuevo liderazgo del PSOE tiene que ser alguien que, desde mi punto de vista, responda al proyecto de socialismo democrático y socialismo liberal, que hemos sido durante mucho tiempo. Y que tanto bien ha hecho a este país. Sánchez va a ser el candidato del día 23 y eso es inamovible. ¿Por qué? Porque él ha hecho que sea inamovible esa circunstancia. Si Pedro Sánchez recibe el rechazo de los ciudadanos normalmente y lo asumen, que esa es la segunda condición, que él lo asuma, habrá que ir a un proceso interno en el que las personas saldrán o no, pero sobre todo a mí me interesa lo ideológico.
«Pedro Sánchez se ha quedado con la marca PSOE»
P.- ¿Cree que Pedro Sánchez se ha apoderado de las siglas PSOE, que eran otra cosa, o que significaban otra cosa?
R.- Efectivamente, ha colonizado las siglas PSOE. Eso es lo que es lo que ha ocurrido. La marca PSOE es una marca querida por la sociedad española, con implantación territorial. Pues me quedo con la marca Coca-Cola y la relleno de gaseosa. Sánchez se ha quedado con la marca PSOE y lo que ha hecho en realidad es el ejercicio del poder y del mantenimiento del poder. En eso se resume el tiempo que ha estado al frente del Gobierno.
P.- ¿Se ha «podemizado» el Partido Socialista o se ha «podemizado» Pedro Sánchez?
R.-Se ha podemizado en parte. Me explico: Podemos es sobre todo populista. Y ¿qué es el populismo? Es ese tipo de estructuras en las que hay un súper líder y no hay nada entre el súper líder y las bases y la sociedad. Eso es lo que ha hecho Pedro Sánchez. Ha vaciado de contenido todo el tipo de estructuras de poder, de contrapoder, a las que yo me refería. En ese sentido, ha hecho que el PSOE no solo sea más presidencialista, sino que es populista. Ha eliminado todo tipo de control, de estructura, todo tipo de institución entre medias. ¿Porque hace eso el populismo? Porque si solamente está el líder y está en la sociedad común, en la sociedad es muy difícil que fiscalizar al líder, a no ser que sea en un proceso electoral como el del domingo, el 28-M.
«El Gobierno ha transgredido cuatro líneas rojas que nunca debió cruzar»
P.- ¿Son los pactos con Bildu el mayor pecado que ha cometido Sánchez a lo largo de esta legislatura?
R.- No, pero es uno de los más grandes. Yo creo que él ha cometido, o ha transgredido cuatro líneas rojas que nunca debió cruzar. La primera es cuestionar la Constitución del 78. Es decir, en el 78 se hizo el trabajo más fino políticamente que se podía hacer, para que este país no se partiese en dos. Yo creo que es un error que ha contribuido al enfrentamiento en bloques en España y, en este momento, hay una crispación importante entre ciudadanos, en posiciones contrarias ideológicamente. Segundo, los pactos con los independentistas. Tú no puedes someter el Estado de Derecho a la voluntad de aquellos que quieren destruir el Estado, quieren separarse del Estado, o considerar al Estado su enemigo. Y hemos visto la reforma del Código Penal impuesto, o cómo la Ley de Vivienda la presentaban aquellos que no quieren al Estado español; una ley para que estemos perdidos.
El tercer desacierto o la tercera cosa grave, a mi juicio, sin duda es Bildu, que tiene que hacer todavía un camino, que es pedir perdón, porque la normalización no pasa por los homenajes a los que están manchados con delitos de sangre, pasa por un camino diferente, o un camino más largo del que se ha recorrido en este momento. Y, en cuarto lugar, ningún partido socialdemócrata en Europa tiene una coalición de gobierno con un partido como Podemos, que no solamente ha demostrado ideológicamente que es lo que es, sino que hemos podido comprobar su insolvencia gestionando con leyes, con maneras, con formas, con decretos, con ordenanzas… Son las cuatro cosas más graves que ha hecho Pedro Sánchez.
P.- ¿Cree que esas cuatro líneas rojas traspasadas en política nacional han pasado factura a los barones y a los alcaldes en estas elecciones?
R.- Es que es una evidencia. Es imposible que todos los alcaldes y todos los presidentes autonómicos del PSOE lo hayan hecho tan mal como para que los ciudadanos le quiten la confianza. Y digo yo que alguno lo habría hecho bien ¿no?
«La forma de hacer política de Pedro Sánchez es ponerse en manos de los socios… ¡Esto no es el PSOE!»
P.- No se la han quitado a todos, hay casos en los que han subido… Por ejemplo, Ximo Puig, en Valencia subió cinco escaños, pero no gobernará porque Podemos ha desaparecido en las Cortes Valencianas…
R.- Son muy poquitos casos en los que han subido. Lo que ha habido es una derrota del Gobierno en la Comunidad Valenciana; en Andalucía; en Extremadura; una derrota en municipales, independientemente de que Ximo Puig sea alguien que pueda aportar. Yo no creo que, en condiciones de normalidad nacional, Ximo no hubiese estado cerca de una mayoría absoluta. Pero la forma de hacer política de Pedro Sánchez, es ponerse en manos de los socios. Es decir, depende de que a Yolanda Díaz le vaya bien, depende de que a Esquerra Republicana le vaya bien, depende de que Podemos no se enfade con Yolanda Díaz. ¿Eso es el PSOE? ¡Eso no es el PSOE! Y desde luego, los gestores que han estado al frente de los ayuntamientos y las comunidades autónomas han pagado ese pato. Si no, hubiesen tenido crecimiento electoral, de acuerdo a lo que han hecho, porque Ximo Puig no es alguien mal valorado en la Comunidad Valenciana, ni por la sociedad más conservadora valenciana, ni por el mundo empresarial valenciano y, por supuesto, por los votantes socialistas. ¿Por qué no ha obtenido un rédito? Porque ha habido un castigo al PSOE en todos los sitios.
P.- ¿Piensa que el electorado ya se ha desahogado con el batacazo electoral del PSOE el 28-M, o que a éste le seguirá uno mayor, el 23-J?
R.- Puede ocurrir cualquier cosa. Los ciudadanos son mucho más listos que cualquier tipo de especulación que podamos realizar. Puede ocurrir que, en un proceso que solamente dista dos meses, la gente repita básicamente el voto. Puede ocurrir que la gente se haya desahogado, haya emitido su voto, haya visto un mapa muy del PP y de Vox y que piense que se ha pasado un poco de frenada y que ahora vaya a reconducirlo. Puede ocurrir que la gente castigue aún más, porque ahora ya tiene a Pedro Sánchez y el plebiscito es directamente a Pedro Sánchez. Ya no va a haber un Ximo Puig capaz de amortiguar la caída del PSOE. Y una cosa que tampoco se puede extrapolar de las municipales a los generales son los partidos pequeñitos independientes, que son muy importantes en las gestiones municipales y que gran parte de ellos suelen ser voto progresista después en elecciones de tipo nacional. Creo que en este escenario puede pasar cualquier cosa, pero, entre Feijóo y Pedro Sánchez, en este momento, Feijóo es que está más tranquilo, digamos.
23-J: «Tiene pinta de que al PSOE le va a ir mal»
P.- ¿Cree que Núñez Feijóo va a tener problemas si tiene que pactar con Vox? ¿Ve usted ya a Feijóo como presidente del Gobierno?
R.- Creo que el PSOE va a utilizar en la campaña electoral los pactos que haga el PP con Vox. Es también parte de la estrategia que ha llevado a cabo Pedro Sánchez. Es cierto que una parte del electorado socialista rechaza ese pacto PP-Vox. En cuanto a Feijóo, cualquier persona a la que votan y se convierte en presidente del Gobierno, al día siguiente le vemos todo como presidente del Gobierno. Recuerdo que a José María Aznar nadie le veía presidente del Gobierno, ni a Zapatero. Y fueron presidentes del Gobierno. Incluso Pedro Sánchez, nadie le veía presidente del Gobierno. Recuerde los 85 diputados que obtuvo, que fue el peor resultado de la historia del PSOE… Bueno, pues si Feijóo gana, será presidente de Gobierno y todos le veremos como un presidente. Tiene pinta de que al PSOE le va a ir mal. Pero Pedro Sánchez se va a defender en estos dos meses e intentará obtener el mejor resultado.
P.- ¿Piensa que todavía tiene alguna opción de gobernar?
R.- No, yo no creo… Creo que tiene muy pocas opciones. Pero, en política, nunca hay nada escrito. De hecho, yo creo que muy poquita gente en España hubiese dicho que Pedro Sánchez iba a hacer una convocatoria electoral el 23-J, que es lo que más le interesa a él. Pedro Sánchez estará pensando ahora en lo que más le interesa de cara al 23 de julio. A muchos nos hubiese gustado que se hubiese comprometido a no pactar con Bildu. Pero eso ya no va a ocurrir. Y Pedro Sánchez va a mover todos los resortes que pueda para intentar obtener el mejor resultado. Con lo cual, yo creo que lo más probable es que el PP gobierne el país que gane las elecciones, pero hasta que no esté contado el último voto, aquí no se sabe.
«Si al PP le faltan apoyos, el PSOE debería asumir su responsabilidad, como hizo con Rajoy»
P.- En el caso de que el PP gane las elecciones sin mayoría absoluta, ¿debería el PSOE facilitarle la investidura, para evitar que Vox entre en una coalición de Gobierno?
R.- Si queremos que el país funcione bien, hay que dejar fuera a los extremos. Yo soy bipartidista, como siempre lo he sido, incluso cuando todo el mundo era multipartidista porque éramos unos casposos, etc. Yo defendía el bipartidismo como forma de progreso en una sociedad y como forma de estabilidad política. Yo creo que lo que hay que hacer es dejar fuera a los extremos, porque cuando los extremos -siempre más pequeños que los partidos centrales- son necesarios, se convierten en muy poderosos y en parte se les da la llave del Estado, la llave de la gobernabilidad del país. Yo no quiero que la llave esté en manos de Vox, ni quiero que esté en manos de Podemos ni de los independentistas. Por lo tanto, los dos grandes partidos deberían ser un poco serios en este sentido. Y cuando al PSOE le falten apoyos, el PP debería favorecer que el Partido Socialista no necesite de los extremos. Y si al PP le faltan apoyos, el PSOE debería asumir su responsabilidad. Yo ya lo defendía en su momento, cuando el presidente Rajoy presentó su tercera investidura.
P.- En contra del criterio de Sánchez…
R.- En contra del criterio de Sánchez, porque Sánchez lo que quería era tener un pacto de independentistas con él, para ser el presidente de Gobierno. Entendíamos que con 85 diputados los ciudadanos no nos habían dado el mandato de gobernar.
P.- Hemos hablado de las cosas que ha hecho mal Pedro Sánchez. ¿Hay alguna que haya hecho bien en esta legislatura?
R.- Por supuesto, nadie es tremendamente y completamente malo, ni completamente bueno. Ha habido algunas medidas… Las que se han tomado con las pensiones… También me parece interesante la política exterior española, que ha conseguido dar un impulso a la política exterior, en Europa. Hay algunas medidas sociales. Hay cosas que no se han hecho mal, ni mucho menos. Pero yo pongo encima de la mesa algo que a mí me parece que está por encima de todo lo demás, que son las cosas que tienen que ver con el Estado, con todo lo que tiene que ver con toda la sociedad española y con el territorio español. Se han se han cruzado rayas que yo nunca pensé que el PSOE cruzaría.
«Nos duele mucho que este partido se esté yendo por el desagüe»
P.- Usted ha asistido a reuniones de ex dirigentes socialistas en las que mayoritariamente se desahogan, critican la gestión de Sánchez… ¿Tienen previsto hacer algo organizado, como una corriente crítica dentro del PSOE, un movimiento alternativo, un intento de recuperar esas siglas que usted asegura que Sánchez ha colonizado?
R.- Yo soy ex: exalcalde, ex secretario general… Los que estamos en estas reuniones no tenemos ningún interés particular ni personal que nos una. Nos une que queremos a un partido en el yo milito hace más de 30 años y otros militan desde la clandestinidad. Y nos duele mucho que este partido se esté yendo por el desagüe, que haya perdido valores, que haya perdido contenido… que no lo reconocemos. Entonces nos reunimos y hacemos análisis políticos. Yo me reúno cuando puedo. Soy profesor, y me dedico a mi trabajo, que me encanta. Nos pueden quitar la responsabilidad dentro del partido, pero nadie puede evitar que tú sigas opinando en política, que sigas participando y que sigas diciendo lo que piensas. Esa es la libertad a la que nunca puede renunciar un socialista.
P.- La cuestión es si esas reuniones y opiniones de ex dirigentes socialistas pueden ser el germen de alguna corriente crítica dentro del PSOE, o quizás el germen de un resurgir del PSOE, si el 23 de julio hay una caída electoral fuerte…
R.- Sinceramente, no sé lo que será, pero me conformaría con que fuese el germen de una regeneración en el partido, que lo tengan que realizar otros que tengan que ejecutarlo otros, pero que sea el germen y que con un poquito de agua y de luz dé la nueva planta que regenere ideológicamente y en todos sus ámbitos de funcionamiento el partido.
Coalición con Podemos: «La experiencia va a llevar al PSOE a no cometer ese error nunca más»
P.- ¿Qué diría que ha supuesto Pedro Sánchez al PSOE?
R.- Pues… lo que espero es que dentro de algunos años sencillamente sea un paréntesis.
P.- ¿Y lo que ha supuesto la coalición de Gobierno Podemos-PSOE para el PSOE?
R.- Creo que es la experiencia que le va a llevar al PSOE a nunca más cometer ese error.
P.- ¿Cree que Pedro Sánchez está pensando en no cometer ese error nunca más?
R.- Pedro Sánchez estará pensando en Pedro Sánchez, como suele ocurrir. Me gustaría que el PSOE haya aprendido en este periodo, que esto sea un paréntesis y nunca más hagamos coalición con partidos como Podemos.