ERC blinda a Rufián de las críticas internas y dificulta que haya primarias para el 23-J
Los sectores críticos se quejan de que «solo les han dado cinco días, que incluyen dos festivos», y unas condiciones muy duras para lograr los 450 avales
Gabriel Rufián en un acto de ERC en Cornellà. | ERC/ Gerard Magrinyà i Marc Puig
La dirección de ERC cierra filas con Gabriel Rufián. Después de las quejas de los sectores críticos con el portavoz del partido en el Congreso y su voluntad de presentar a un candidato alternativo en las elecciones generales del 23 de julio, Oriol Junqueras y el resto de la cúpula han establecido durante el congreso nacional celebrado este fin de semana unas condiciones para presentar otro «cabeza de cartel» que estas corrientes de ERC consideran «inasumibles».
Las personas que quieran ser candidatos deben presentar 450 avales, con fecha límite el próximo 8 de junio a las 18.00. Estos avales deben lograrse por alguna de las vías siguientes: 5% de personas afiliadas a ERC; un tercio de los avales de las personas miembros de la ejecutiva nacional o una cuarta parte de las personas miembros del consejo nacional.
«Nos han dado cinco días, que incluyen dos festivos, para recoger 450 avales que solo son válidos los que estén firmados a mano en papel. Así será imposible», explica Xavier Martínez Gil, portavoz del sector crítico organizado bajo la plataforma Col·lectiu Primer d’Octubre a THE OBJECTIVE.
Buscar un cambio de equilibrios
Ahora la estrategia de los que discrepan de la dirección pasa por «optar a puestos en las listas» que provoquen un cambio en los equilibrios dentro del partido. A su juicio, los que solicitan un giro en la estrategia del partido están infrarrepresentados y consideran que los malos resultados cosechados por ERC en las municipales, donde perdieron 300.000 votos, obliga a revisar la línea que mantiene el partido.
El portavoz del Col·lectiu alertó a través de sus redes sociales de la necesidad de tejer la unidad independentista. En caso contrario, y tal y como informó este periódico, no descartan que vaya en aumento las adhesiones a la campaña del independentismo extraparlamentario que aboga por la abstención como castigo a ERC, Junts per Catalunya y la CUP, por haber roto la unidad del movimiento secesionista.
Sin autocrítica de Junqueras
La dirección de ERC ha interpretado los resultados electorales del 28-M de manera muy distinta a la lectura que han hecho las bases del partido y el resto de fuerzas independentistas. Según las fuentes consultadas por este periódico, la corrección del rumbo será quirúrgica: exhibir mayor contundencia contra el PSC, pero sin soltar amarras con el PSOE. Y con el objetivo de que se pueda revalidar este 23 de julio el bloque de izquierdas y nacionalista que invistió a Pedro Sánchez presidente del Ejecutivo en enero de 2020.
No obstante, cada vez más voces exigen a Junqueras una rectificación, ya que antes de la celebración de los comicios municipales llegó a afirmar que los resultados de ERC serían buenos, tal y como había sucedido «de la última década».
En un vídeo que se ha viralizado de su última conferencia en Nueva Economía Fórum, el presidente de ERC aseguraba que bastaba «observar los resultados electorales de la última década en cualquier ámbito electoral para constatar que el apoyo que nosotros hemos merecidos es un apoyo cada vez mayor. Por lo tanto, ¿cuáles son las expectativas de cara a las municipales? Muy buenas».
Estas declaraciones, sumadas a su espaldarazo a la candidatura de Rufián como candidato a las generales, han encendido los ánimos en el partido. Si los resultados del 23-J tampoco acompañan a la dirección del partido con su apuesta por Rufián, todo apunta a que deberán, finalmente, revisar su estrategia. El final abrupto de la legislatura ha dejado las grandes promesas de los republicanos de alcanzar una votación sobre la mesa de diálogo entre gobiernos en punto muerto, y la presidencia en solitario de ERC en el Ejecutivo autonómico tampoco ha logrado atraer el voto independentista bajo sus siglas.
Con todo, el 23-J servirá para determinar la fuerza real del partido frente a Junts y el PSC, y si los resultados no son los esperados o dejan de tener un papel clave en la gobernabilidad de España, habrá que tomar medidas.
