Feijóo encargó «hace meses» a su fundación estudiar cómo derogar las leyes sanchistas
El PP no podrá eliminar las leyes que Sánchez ha pactado con Europa y no tomará «decisiones precipitadas» sobre la subida de las pensiones
La ‘derogación del sanchismo’, el leitmotiv que está impulsando la campaña electoral del presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, comenzó a fraguarse hace muchos meses. No es un lema de campaña ni un eslogan para llegar al Palacio de la Moncloa y ganarle al pulso a Pedro Sánchez, sino una estrategia que el líder popular encargó a la fundación Reformismo21, al frente de la cual situó al expresidente de Renfe, el abogado y economista Pablo Vázquez. Esta fundación es la heredera de la denominada «Concordia y Libertad», a la que Feijóo le dio un nuevo giro, tras la etapa de Pablo Casado.
El primer cometido de esta fundación, a la que se han unido destacados expertos como el economista Luis Garicano, de Ciudadanos, y la exministra de Empleo y directora de la Fundación de la CEOE, Fátima Báñez, ha sido la que será la carta de presentación de Feijóo como presidente del Gobierno: la eliminación de las leyes más dañinas del Ejecutivo. Aunque en el seno del PP hay cierta inquietud sobre cómo se va a abordar la principal promesa electoral del líder del partido, THE OBJECTIVE ha podido saber que Pablo Vázquez, cumpliendo las indicaciones de Feijóo, se puso manos a la obra hace meses. El objetivo: realizar un programa de gobierno para los primeros cien días.
Este programa de gobierno es distinto a la propuesta electoral para cuatro años, que está coordinando la secretaria general, Cuca Gamarra, como así ha decidido Feijóo en el reparto de competencias que ha realizado para la campaña electoral. El vicesecretario de Organización Territorial, Miguel Tellado, se está encargando de las listas electorales y el coordinador general, Elías Bendodo, de la coordinación estratégica de la campaña. El trabajo encomendado a la portavoz parlamentaria se nutre, entre otras aportaciones, de las fichas que están realizando los diferentes equipos de los portavoces parlamentarios en el Congreso y el Senado. Esta documentación se centraliza en Génova, sede de la dirección nacional, y se plasmará en el programa electoral nacional.
«El trabajo se ha precipitado»
Pero el trabajo que hace meses lidera Pablo Vázquez se lleva a cabo con otra dinámica. Se han organizado diferentes grupos de trabajo, independientemente unos de otros, sin políticos, y con expertos en cada materia: abogados del Estado, economistas, presidentes de grandes empresas, despachos de abogados, etc. Fuentes conocedoras de la forma de trabajar señalan a THE OBJECTIVE que, «Pablo lo está haciendo muy bien porque cada grupo no sabe lo que hace el resto. No hay reuniones plenarias. Es una forma de trabajo que le permite a Pablo tener mucha información, manejarla bien y ser muy discreto. Hasta ahora no se ha sabido y llevamos con esto meses».
Los trabajos de estos grupos «se han precipitado y hay que hacerlo todo rápido. Todo lo que se haga se concretará en unos papeles para Feijóo que es paralelo al programa electoral, que es una cosa, coordinado por Cuca Gamarra; y esto es otra cosa, un think tank para los cien primeros días de gobierno, de carácter técnico». Este documento será «una señal clara de que se van a derogar algunas cosas del sanchismo».
Inicialmente, estos grupos de trabajo están analizando las leyes, aunque las fuentes consultadas admiten que algunas leyes no se van a poder derogar porque están pactadas con Europa. Entre las medidas que está claro que se van a derogar es «el impuesto de patrimonio, de solidaridad de los grandes patrimonios. No se puede hacer tabla rasa de todo lo que hizo Sánchez porque el grado de soberanía que tiene España en sus políticas públicas no es tan alto, estamos en una unión política y económica de la Unión Europea y hay muchas cosas y queda poco margen. Otra cosa es que sea desleal, por ejemplo, haber pactado la adenda de los fondos europeos, 70.000 millones, con las cámaras disueltas. Es tremendo».
En el tema de las pensiones y la posibilidad de no vincular la subida al IPC, estas fuentes indican que «es un tema muy delicado y no se van a tomar decisiones precipitadas. Son muchos millones de pensionistas, afectan a la economía del país y se pueden tomar decisiones vinculadas en permitir, por ejemplo, poder cobrar pensiones y seguir trabajando permitiendo tener ingresos en el sistema».
Como publicó ayer THE OBJECTIVE, en el seno del Partido Popular se ha extendido una inquietud sobre cómo van a hacer frente a la derogación de leyes como la del ‘sí es sí’, el aborto, la eutanasia o la ley trans. El temor es que pueda suceder como con el Gobierno de Rajoy que no derogó leyes como la de memoria histórica o el aborto y entienden que ello pudo ser una de las razones por las que el electorado le dio la espalda.