El futuro laboral de la mujer de Puigdemont depende de un pacto PSC-Junts en Barcelona
Marcela Topor conduce un magacín semanal por 6.000 euros mensuales en la red local de televisión del ente provincial
Las negociaciones entre PSC y Junts per Catalunya para revalidar su pacto al frente de la Diputación de la Barcelona están encalladas. Una parte del partido aboga por romper los puentes con los socialistas después de que Jaume Collboni desplazara a Xavier Trias como alcalde del Ayuntamiento de Barcelona tras recibir los apoyos de Comunes y PP, que relegaba a los independentistas en la oposición.
Como informó THE OBJECTIVE, la dirección de los posconvergentes dio un vuelco estratégico y se abrió a pactar con el PSC tras los resultados de los comicios municipales del 28 de mayo. Sin embargo, lo sucedido en el consistorio barcelonés ha generado un debate interno entre las familias políticas que conviven en Junts y barajan hacer una excepción en el área metropolitana.
Con todo, si el PSC está dispuesto a sellar un pacto, Junts está dividido. Y esta división afecta personalmente a Carles Puigdemont. El expresidente de la Generalitat tiene a su mujer, Marcela Topor, trabajando en la Xarxa Audiovisual Local (XAL), la red pública de televisión del ente supramunicipal.
Salario de 6.000 euros mensuales
Topor conduce el espacio semanal en inglés The Weekly Mag y cuenta con un salario de 6.000 euros mensuales. La mujer del exmandatario catalán está al frente del programa desde 2018. Según publicó El Triangle, el exconsejero delegado de la radio pública barcelonesa Com Ràdio, Francesc Pena, que fue nombrado tras el pacto entre la extinta CiU y el PP en la Diputación de Barcelona, decidió fichar a Topor. Primero en la radio local y posteriormente en la XAL.
Pese a que el partido nacionalista rompió su pacto con el PP por su distanciamiento en asuntos como la soberanía de Cataluña, no afectó a la situación laboral de la esposa de Puigdemont. Topor ha podido renovar su puesto de trabajo con los pactos de Junts y PSC en la corporación provincial. Pudo sobrevivir incluso cuando Junts cabalgaba la contradicción de desdeñar los acuerdos entre ERC y los socialistas, pero su partido gobernaba con los de Salvador Illa en la Diputación de Barcelona.
Junts trató de imponer al PSC una suerte de cordón sanitario por considerarles un «partido del 155», en referencia a su apoyo al Gobierno de Mariano Rajoy para intervenir la autonomía catalana tras la declaración unilateral de independencia. Sin embargo, nunca se aplicó en esta institución provincial, que gestiona presupuestos de más de 1.200 millones de euros.
ERC y Junts, empatados
El PSC tiene 18 de los 51 diputados que conforman el ente supramunicipal. El principal problema es que ERC y Junts no suman para configurar un gobierno alternativo: ambos partidos están empatados en 11 diputados y la mayoría son 26 diputados. Los Comunes obtuvieron 5 diputados; PP (4), Vox (1) y Tots per Terrasa (1).
La sesión constitutiva está prevista para mediados de julio. La presidencia de la Diputación se elige en una votación de primera vuelta si se cuenta con una mayoría absoluta. En su defecto, se produce una segunda vuelta en la que únicamente es necesaria una mayoría simple. Todo apunta que el PSC revalidará al frente del ente, pero hay que ver con qué apoyos.
En caso de que Junts finalmente quede en la oposición, la mujer de Puigdemont se arriesga a perder su empleo o a ver su salario rebajado.