Encuesta | ¿Quién sale más beneficiado de su visita a 'El hormiguero', Sánchez o Feijóo?
El presidente del PP es el entrevistado con mayor cuota de pantalla en la historia del programa
Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo fueron a divertirse a El hormiguero, aunque sus entrevistas no pudieron ser más diferentes. El presidente del Gobierno acudió después de siete años a los platós del programa de Pablo Motos enfundado en las mallas del candidato a la Presidencia a pesar de haber ostentado este puesto durante los cinco últimos años, mientras que el líder popular se presentó ante los espectadores como si fuera un desconocido pendiente de conocer.
Sánchez tuvo que defenderse. Nadie ejerce mejor la oposición contra este Gobierno que su propio presidente. A cada pregunta sobre los errores cometidos o sobre los «cambios de opinión» en sus decisiones políticos, lanzaba acusaciones y culpas a los poderes mediáticos y a los tertulianos de derechas, a los ministros de la parte de Unidas Podemos del Ejecutivo con especial saña contra Irene Montero por una ley del solo sí es sí que él mismo defendió en repetidas ocasiones, y a una oposición dedicada, precisamente, a hacer oposición a sus políticas.
En su tournée mediática, el presidente va con todo y ya hay fecha para su entrevista con Ana Rosa Quintana en Telecinco, el próximo 4 de julio. Los cuatro años paseando por medios afines parecen haber llegado a un valle y Sánchez ya ha decidido que no va a dejar plató por pisar con el objetivo de levantar la simpatía de un electorado de izquierdas desmovilizado.
Feijóo, por su parte, tuvo una entrevista apacible con un Motos que un día después de salir mal parado ante Sánchez no apretó en ningún momento y que, como él mismo dijo, buscaba presentar al candidato como si fuera un desconocido porque no era presidente del Gobierno (como si alguien que ha conseguido cuatro mayorías absolutas en Galicia no pudiera ser juzgado por su labor en la Xunta).
El gallego se movió bien. Se definió como un presidente rural, prometió reducir el número de ministerios en España de 22 a 14, se afanó en poner tierra de por medio con Vox a pesar de los pactos e incluso rechazó que Abascal fuera su vicepresidente con el objetivo de colocar a una mujer en el cargo y desveló que habla habitualmente con un Julio Iglesias preocupado por la unidad de España y por el agua (y al que a veces le envía memes).
En la batalla de las audiencias, el popular se impone. Le siguieron 3.079.000 de espectadores, 157.000 más que los obtenidos por Sánchez. A nivel de cuota de pantalla, la distancia entre ambos es de más de tres puntos y el gallego se convierte en el entrevistado con más share en toda la historia del programa.