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Sánchez irrita a la UE por aprovechar la presidencia europea para atacar a PP y Vox

El uso de ruedas de prensa de la UE para hablar de política nacional despierta rechazos en la Comisión y la diplomacia

Sánchez irrita a la UE por aprovechar la presidencia europea para atacar a PP y Vox

Pedro Sánchez con Nadia Calviño y Yolanda Díaz en un acto de la presidencia española de la UE. | Europa Press

La primera rueda de prensa de Pedro Sánchez como presidente in pectore del Consejo Europeo, el pasado 30 de junio, activó algunas alarmas en la sede comunitaria. Sánchez había viajado a Bruselas para tomar el relevo de la anterior presidencia sueca, y se esperaba que deslizara algunos puntos básicos de su mandato semestral, horas antes de viajar a Kiev para reunirse con Volodímir Zelenski. Sin embargo, desde Bruselas, el presidente del Gobierno español aprovechó el primer encuentro con la prensa para entrar de lleno en la precampaña del 23 de julio. Tanto en la Comisión Europea como en otros ambientes diplomáticos (también españoles) muchos temían ese desenlace. Y según las fuentes consultadas, aconsejaron a Sánchez no volver a hacerlo.

Sánchez presume de europeísmo y su perfil ha sido hasta ahora respetado y bien visto en Bruselas. Sin embargo, la decisión tomada el pasado 29 de mayo de adelantar los comicios generales para el 23 de julio, en pleno semestre de presidencia europea, no fue bien recibida en las sedes del poder comunitario, tal y como adelantó THE OBJECTIVE. Tanto fuentes de la Comisión Europea como de otros ámbitos diplomáticos consideraron que esa decisión dinamitaría la presidencia española, sobre la que se depositaban muchas esperanzas para llegar a acuerdos de calado en ámbito migratorio y energético.

Los partidarios de Sánchez recordaban por aquel entonces que también el presidente francés Emmanuel Macron afrontó unos comicios en pleno semestre europeo. Pero lo cierto es que las elecciones presidenciales francesas no se adelantaron, sino que formaban parte de la agenda electoral francesa. En el caso español, en cambio, se esperaba en sede diplomática que los comicios se celebrasen en diciembre, a finales del semestre de la presidencia española, y antes de que tomaran el relevo países como Bélgica, Hungría y Polonia.

El presidente del Gobierno Pedro Sánchez llega a Bruselas el 29 de junio de 2023
El presidente del Gobierno Pedro Sánchez llega a Bruselas el 29 de junio de 2023

Asuntos políticos nacionales

Sin embargo, en la Unión Europea (sobre todo en la Comisión, según deslizan las fuentes consultadas) comprobaron el pasado viernes que Sánchez volvía a las andadas. Dedicó casi un tercio de su rueda de prensa como presidente del Consejo entrante para hablar de asuntos políticos nacionales. Técnicamente, para reprochar al PP el acuerdo con Vox en Extremadura, que se selló ese mismo día después de una semana de polémica por las declaraciones de la candidata de los populares, María Guardiola. Y lo ocurrido no gustó en la UE, concretamente en la Comisión Europea.

«La involución tras los pactos PP-VOX tiene contrariados a algunos en la UE», dijo Sánchez en Bruselas, acompañado por el logo de la «representación permanente» de España en la UE, en vísperas de hacerse con el cargo de presidente del Consejo europeo. Las fuentes consultadas hablan de irritación en diferentes ámbitos comunitarios, e incluso en el Ministerio de Exterior, donde llevan meses preparando la batería de cumbres europeas y encuentros entre los dirigentes de los países miembros para llegar a acuerdos antes de diciembre.

El temor en la UE atañe a que Sánchez convierta el arranque de su presidencia europea en actos de campaña para el 23-J. Y que ese extremo desvíe el debate hacia la situación política en España. El pasado viernes, por ejemplo, casi un tercio de los 30 minutos de intervención desde Bruselas se destinaron a hablar de encuestas y pactos entre PP y Vox. Las fuentes consultadas sostienen que es «lógico» que debido al contexto electoral los periodistas se centren en preguntar a Sánchez por cuestiones nacionales. Pero creen que el líder de los mandatarios europeos debería desligar sus declaraciones en las sedes comunitarias de su actividad como candidato a la presidencia española en la próxima legislatura.

Ataque a los pactos del PP

«Asumimos el testigo de la presidencia con una enorme ambición y con gratitud», arrancó Sánchez el pasado viernes en Bruselas. Habló de «cooperación» y «trabajo conjunto» entre los miembros de la UE, de la guerra en Ucrania, la política alimentaria, los pactos de migración y asilo, el coste de la deuda de los fondos Next Generation y su plan de reindustrialización verde del continente. Pero después se lanzó a hablar de política nacional, llegando incluso a asumir que en Bruselas tienen una preferencia directa en que el actual ejecutivo siga en el cargo.

«Allí donde sumen y puedan gobernar, PP y Vox lo harán», afirmó Sánchez acompañado por una bandera de la UE. Sostuvo que los líderes europeos le reconocen «en privado» su buen hacer en el ámbito de la política económica. «Estamos creciendo, creando empleo y controlando la inflación», mantuvo, antes de defender las reformas aprobadas por su ejecutivo, como la laboral. «Lo que reforma no se deroga», lanzó en clara referencia al PP. De paso, descartó pactos poselectorales con los populares: «No será necesario», dijo, porque su plan se resume en el lema: «Vamos a ganar».

Toque de atención

El domingo Sánchez se citó en la Moncloa con el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y esta vez evitó mencionar la situación política nacional, lo que deja entrever un toque de atención desde las más altas instancias comunitarias y posiblemente incluso de su equipo diplomático, liderado por el ministro José Manuel Albares. El lunes, Sánchez también rehusó las preguntas sobre la extrema derecha: «Como entiendo que tiene una derivada de política nacional, lo que voy a hacer es evitar responder», afirmó. Ese mismo día, diez comisarios europeos no acudieron a la reunión organizada en Madrid con los miembros del Gobierno europeo, oficialmente por problema de agenda debido al adelanto del encuentro. El PP, en cambio, habla de ausencia provocada por el «burdo intento» de Sánchez de utilizar electoralmente «todo lo que venga de Bruselas».

La agenda del nuevo presidente del Consejo Europeo prevé de aquí al próximo 23 de julio encuentros en Madrid con la presidenta de la Comisión, Ursula Von der Leyen, además de viajes y encuentros de sus ministros en la Eurocámara. Los próximos 17 y 18 de julio Sánchez acudirá también a la cumbre UE-CELAC en Bruselas. En la UE esperan que Sánchez sepa diferenciar en esos encuentros los intereses de campaña electoral del debate comunitario. Hacer que trascienda en la opinión pública la importancia de la presidencia española hablando también de elecciones nacionales resulta contradictorio, según diferentes observadores activos en el ámbito diplomático y de la gobernanza europea.

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