El galope del CISh, la pasokización del PSOE y las Puertas del Sol
«España dejará de ser un país sexi y las calles serán semilleros de niños de primera comunión de todas las edades»
1. Fue desternillante cuando todos los sanchistas, tanto los políticos como los periodistas (la diferencia entre estos y los primeros es que su sectarismo lo disfrazan de profesionalidad) se pusieron a hablar del «galope de Gish» en sus protestas contra Feijóo tras la victoria de este (y la derrota de su Sánchez) en el debate electoral del pasado lunes. «El galope de Gish» parece una de las artimañas de Schopenhauer en El arte de tener razón. También es conocido (leo en Wikipedia) como «ametralladora de falacias». ¡Oh tiernos sanchistas, que ven la aguja en el ojo de Feijóo (‘Feiojo’, como dice mi madre) y no la viga en el de Sánchez! Hay veces maravillosas en que un elemento del que nadie había hablado jamás por estos pagos, así «el galope de Gish», aparece de pronto en todos los discursos. No hace falta ser Colombo para para ver la trazabilidad del argumentario… En aquella canción de Pepe da Rosa sobre los detectives, por cierto, se decía en la parte de Colombo estos versillos inolvidables: «Se mete por el ojo de una aguja / y da con el granuja».
2. Pareado antisanchista
Para galope de Gish,
3. La pasokización del PSOE es, para este partido, una amenaza cierta. Y merecida. Más de lo que se la mereció el PASOK.
«El PSOE está a punto de convertir al PP en el PRI español: el único partido institucional, aunque no revolucionario»
4. El PSOE está a punto de convertir al PP en el PRI español: el único partido institucional, aunque no revolucionario (tampoco lo era el PRI mexicano). Nos va a gobernar décadas con su política pancista. España dejará de ser un país sexi y las calles serán semilleros de niños y niñas de primera comunión de todas las edades. Los progresistas estaremos jodidos. Pero era eso o Sánchez.
5. La única solución antivoxista, lo sabe hasta Sánchez, es ya votar masivamente al PP para darle la patada a Vox. Solo que es una apuesta arriesgada, a vida o muerte, como la ruleta rusa: si no aciertas, te vuelas la sien; es decir, metes a los ‘apretaos’ de Vox en el Gobierno.
6. Conversaciones feijooístas
—¿Cómo ha estado Feijóo? —me pregunta un amigo tras leer un tuit mío sobre la entrevista que le ha hecho Alsina en Onda Cero.
—Flojo. Alsina lo ha dejado en evidencia varias veces.
—No salimos de pobres.
7. El problema de los de ‘El País’ es que van de ‘casuals’, informales, irreverentes, molones, modernetes y tal… pero llega un momento (como en el caso del hilarante «Que te vote Txapote») en que se tienen que poner moralistas. Son, de ese modo, variantes ‘indies’ de los curas del guitarreo posconciliar.
8. Son verdaderamente emotivos los artículos dolientes sobre el lema «Que te vote Txapote». Todos incluyen el momento de lo mucho que el o la articulista sufrió los días del secuestro y asesinato de Miguel Ángel Blanco. Un sufrimiento incuestionable, porque lo sentimos todos (o casi todos). Lo que pasa es que esa sensibilidad que expresa ahora el o la articulista no se manifestó cuando el PSOE pactó con los herederos y exaltadores de los asesinos de Miguel Ángel Blanco, sino ahora que se le pide cuentas por ello. ¡Ay estas sensibilidades ajustadas milimétricamente a un partido y a la línea editorial de tu periódico! Como en otros casos, no creo que sea cinismo, sino algo peor, más deprimente.
9. Es verdad que Bildu siempre ha estado con las víctimas: produciéndolas.
10. Todo queda borrado o redimido, sin embargo, por el majestuoso duelo estos días en el Tour de los ciclistas Vingegaard y Pogačar en los Alpes: sus bicicletas limpias, trágicas, ascendentes a las Puertas del Sol.