El Frente Polisario acusa a Sánchez de negociar con Rabat la cesión del espacio aéreo saharaui
Omar Mansur, representante del Sáhara ante la UE, reprocha al Gobierno que dialogue con Marruecos en plena campaña
Omar Mansur, representante del Frente Polisario ante la UE, acusa al Gobierno de Pedro Sánchez de ser «un ávido vendedor de desguace». Reprocha a los socialistas que esté negociando con Marruecos la cogestión del espacio aéreo del Sáhara Occidental «en plena campaña electoral y de forma sigilosa». En un comunicado al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE, el delegado saharaui en Europa lamenta que España, potencia administradora de su antigua colonia, mantenga «contactos informales» con Rabat cuando no tiene «poder de disposición de su espacio aéreo, territorial ni marítimo».
El espacio aéreo del Sáhara se gestiona en la actualidad desde las Islas Canarias. Así lo establece la Organización de Aviación Civil Internacional (ICAO, por sus siglas en inglés), una agencia especializada de Naciones Unidas. No obstante, el punto siete de la Declaración Conjunta que firmaron en abril del año pasado Sánchez y el rey Mohamed VI establecía que iban a iniciar conversaciones «sobre la gestión de los espacios aéreos».
«En ningún caso se habla de cesión y por lo tanto no va a haber ninguna cesión», afirmó en marzo el ya expresidente de Canarias, Ángel Víctor Torres. El dirigente socialista aseguró a los medios de comunicación que los gobiernos de España y de Marruecos nunca han hablado de ceder al reino alauí el espacio aéreo del Sáhara, sino de mejorar su gestión. Los contactos se limitaron entonces a la coordinación entre ambos países para dotar de mayor seguridad las conexiones.
La carta de Sánchez
En esa dirección se han mostrado otros destacados miembros del PSOE tras el histórico giro de España sobre el Sáhara. La Casa Real alauí publicó en marzo del año pasado una carta en la que Sánchez reconocía al Mohamed VI que su plan de autonomía para el Sáhara, planteado ante Naciones Unidas en 2007, constituía «la base más seria y realista» para lograr una solución al conflicto.
Ese cambio de posición activó, entre otras cosas, las demandas sobre el espacio aéreo de la excolonia española, una solicitud histórica del reino alauí. Como ha avanzado El Independiente, los «contactos no oficiales» con las autoridades marroquíes sobre «la cogestión del espacio aéreo» continúan. Fuentes del Ministerio de Exteriores aseguran este diario que «no hay ninguna novedad» más allá de los acuerdos suscritos en abril del año pasado, cuando Sánchez visitó Rabat.
Mansur ha afeado al Gobierno desde Bruselas que mantenga «contactos informales» con Marruecos en plena campaña electoral. «Contra todo pronóstico, no cesa de sorprendernos», asegura el representante del Frente Polisario en Europa. En su opinión, Rabat «no escatima esfuerzos por implicar a España antes de la toma de posesión de cualquier gobierno en turbios negocios en lo referente a las aguas territoriales, espacio aéreo saharaui o en los acuerdos de pesca con la UE para condicionar futuras acciones».
El dirigente saharaui apela a la ciudadanía española y a los candidatos en las elecciones del próximo domingo para que sean «vigilantes» del asunto, que «de ser así complicaría aún más el proceso de paz de la ONU y el papel que puede jugar España en la solución definitiva del Sáhara Occidental». Además, lanza un llamamiento a la comunidad internacional sobre «el peligro que representa esta tentativa de Marruecos en convivencia» con ciertos sectores del Gobierno de Sánchez.
El delegado del Frente Polisario ante la UE sostiene que España, como potencia administradora, es responsable del Sáhara y, por tanto, de su espacio aéreo, territorial y marítimo, aunque «sin poder de disposición» hasta que el pueblo saharaui decida su situación en un referéndum de autodeterminación auspiciado por la ONU. El proceso lleva tres décadas varado, después de que tras el alto el fuego con Marruecos en 1991 se creara la Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum del Sáhara Occidental (MINURSO).
Hace cuatro años, Rabat y la UE suscribieron un acuerdo pesquero para que los barcos de los países europeos pudieran faenar en aguas jurisdiccionales del Sáhara Occidental. El pacto finalizó el pasado lunes y, aunque ambas partes de han mostrado partidarias de continuarlo, no se podrá renovar hasta que el Tribunal de Justicia de la UE (TJUE) se pronuncie sobre el recurso registrado en contra de la sentencia que anuló en 2021 el acuerdo por no tener en cuenta la opinión de los saharauis.