El PSOE cambia de votantes: pierde el centro y logra el 20% de los apoyos de ERC y Podemos
Fuentes socialistas denuncian que «el partido se ha podemizado e independizado»
«El PSOE resiste en el 28% de voto», es una de las afirmaciones que más se han repetido en esta campaña electoral. Nadie explica que el hecho de que el PSOE consiga la misma cifra que en las elecciones de noviembre del 2019 es una mera casualidad porque sus votantes han cambiado. Según fuentes demoscópicas consultadas por THE OBJECTIVE, se trata de un votante diferente que nada tiene que ver con el de hace cuatro años. Primero, porque el PSOE ha perdido el centro y registra una fuga de voto del 10-12% hacia el PP. En total, un millón de exvotantes que han abandonado al PSOE y que Pedro Sánchez no ha conseguido recuperar en ningún momento en toda la campaña electoral.
Más bien al contrario, la duda es si esta migración hacia los populares podría sobrepasar esa cifra del 12%, a tener de la desmovilización que registran los socialistas. A cierre de los trackings del lunes, todavía más de un millón de electores socialistas de 2019 permanecían en casa como indecisos. Un sector trampa que manifiesta su voluntad de votar pero no desvela a quién, lo cual podría derivar en voto oculto del PP o voto oculto del PSOE, aunque una pista de las tripas demoscópicas es el desánimo de estos votantes progresistas rezagados.
Medio millón de votantes de Podemos
Pero en esta radiografía del voto socialista, lo más relevante es de dónde recibe votantes este nuevo PSOE para compensar esos dos millones de votantes menos. De un lado, el PSOE recibe medio millón de votantes de Sumar, con quien tiene en disputa otro medio millón de electores progresistas que aún no saben si depositarán en la urna el voto a Pedro Sánchez o a Yolanda Díaz. Las estimaciones del PSOE es que del exvotante de Podemos en 2019 pueden arañar hasta seis escaños.
Y en segundo lugar, y más elocuente aún, la «absorción» de una parte de ERC. Según ha podido saber THE OBJECTIVE, hasta un 20% de votantes de los republicanos catalanes manifiesta su voluntad de migrar este domingo a las filas del PSC, lo cual explica la victoria de Salvador Illa en 2021 y anticipa la primera fuerza del PSC en Cataluña este 23-J. Un flanco de voto que también existe, aunque en menor medida, en la frontera con Bildu. Una evidencia de la radicalización ideológica del PSOE y explicaría la beligerancia de ERC y de Bildu con el Gobierno en esta campaña por poner en riesgo su espacio político. Tanto Gabriel Rufián como Arnaldo Otegi han protagonizado advertencias contra su socio elevando el precio de su apoyo en la próxima legislatura y presumiendo de haber conseguido forzarle a sacar de la cárcel a los 9 independentistas en el debate a 7 de TVE.
«Absorción de ERC»
La explicación radica en el previsible batacazo de ERC, a quien el PP podría incluso adelantar como segunda fuerza, y que podría pasar de 13 a 7 escaños, la mitad de su electorado en 2019. Esta radicalización permitiría a los socialistas amortiguar el golpe de la fuga de voto al PP pero desde el PSOE son conscientes de lo que significa. «Esto es letal para nosotros. Hemos perdido el centro. Nos hemos podemizado e independizado», sostienen dirigentes socialistas a THE OBJECTIVE.
No sólo los críticos sino muchos de los actuales dirigentes del PSOE lamentan la deriva a la que Pedro Sánchez ha arrastrado al PSO: «Nos hemos polarizado. Nuestro votante esta mas rabioso, más iracundo, pero ya no representamos a la centralidad. Es inaudito». La anomalía, según el socialismo moderado, es que «tendríamos que beber de la abstención y del centro, no de los partidos extremistas. La peor noticia es la fuga de voto por el centro».