Ayuso ordenó revisar los votos en Madrid y encontró 431 errores en el escaño 16
Creó un equipo que ha trabajado toda la semana para detectar fallos en el recuento, aunque al final lo han conseguido
La obtención, por parte del Partido Popular, del diputado número 16 de Madrid en el recuento de los votos de los españoles residentes en el extranjero, que aumenta la mayoría de Feijóo a 137 diputados en las elecciones generales del 23 de julio, tuvo una protagonista: la presidenta de la Comunidad de Madrid y del PP regional, Isabel Díaz Ayuso. La dirigente popular se dio cuenta la misma noche electoral de que el margen del PP con el PSOE era muy estrecho, unos 1.700 votos, y pidió a su secretario general, Alfonso Serrano, revisar durante toda la semana todas las actas. Se formó un equipo para cotejar los datos y se encontraron 431 errores en el escaño 16, según ha podido saber THE OBJECTIVE, que, al decantarse por el PP, complica la investidura de Pedro Sánchez que necesitará ahora el ‘sí’ de Puigdemont, y no solo la abstención, para poder conseguir la investidura como presidente del Gobierno.
Las fuentes populares consultadas por THE OBJECTIVE aseguran que «el mismo domingo 23 de julio, con el escrutinio concluido y con la primera planta de Génova ya semivacía, en el PP de Madrid se echaban números y se detectaba que el escaño 16 en Madrid no había caído por un puñado de votos (1.749 votos). En ese momento, ya pasadas las doce de la noche, la presidenta Isabel Díaz Ayuso se reúne en el despacho de la presidencia del PP de Madrid con su secretario general, Alfonso Serrano y le solicita que se pelee hasta el final ese escaño que ha quedado a las puertas y que puede ser muy importante en el equilibrio de fuerzas y en la gobernabilidad de España».
Ayuso solicitó a Serrano algo que nunca se había hecho hasta entonces como fue «revisar una a una todas las actas de todas mesas electorales de Madrid, voto por voto, y cotejarlas con el fichero del Ministerio del Interior para detectar posibles errores». La mano derecha de Ayuso, a partir del martes, crea un equipo con los responsables jurídicos del PP de Madrid, Francisco Galeote y José Antonio Martínez de Páramo, de treinta personas «que se ponen manos a la obra y comienzan jornadas maratonianas (martes, miércoles y jueves) para detectar posibles fallos y errores. Resultado: 431 votos a favor del PP por errores en la transcripción de los datos durante el escrutinio del domingo, que se sumarán a todo lo que se alcance en el voto exterior».
El viernes, el equipo del Partido Popular de Madrid se desplazó al Pabellón de Convenciones y Exposiciones de la Casa de Campo a las diez de la mañana «para seguir y supervisar el recuento de ese voto exterior, que en el caso de Madrid se extiende hasta la madrugada de este sábado y donde el PP de Madrid logra ese escaño 16 en el que el pasado domingo confiaba ya la presidenta madrileña. El escaño 16 en el recuento del voto del exterior pasaba por sacar 1,6 votos por cada uno del PSOE, es decir, superar al PSOE en Madrid con una diferencia del 60 por ciento, y eso solo era posible si se repetía el escenario de las últimas autonómicas donde Díaz Ayuso obtuvo la mayoría absoluta».
A lo largo del viernes, «el equipo de Madrid desplazado al Pabellón de la Casa de Campo, veía todos los resultados que iban llegando y el desánimo se extendía ya que los datos que entraban de otras regiones eran poco alentadores (Madrid al tener mucho más volumen de voto por contar iba más lento que en otras zonas de España). Finalmente, a medida que se acerca la noche y avanza el escrutinio, las caras del equipo del PP Madrid mudan a sonrisas y satisfacción, el voto del exterior para el PP de Madrid alcanza casi 1,9 votos por cada voto del PSOE: el escaño 16 finalmente fue posible». Si ese escaño no se hubiera conseguido, el PP tenía el colchón de los 431 errores detectados, que le hubieran servido, quizás, para conseguir el escaño, según la versión del PP de Madrid.
Otras fuentes consultadas por THE OBJECTIVE señalan que «en todas las elecciones se producen errores en los apuntes que se solucionan de esta forma» y que incluso la Junta Electoral Central revisa «de oficio» el resultado con los apoderados de las formaciones políticas.