Qué es el voto CERA o voto extranjero y por qué puede decidir el futuro Gobierno de España
Aún quedan pendientes escaños a repartir dependiendo de los apoyos de los españoles residentes en otros países
Pedro Sánchez celebra el segundo puesto electoral. | Carlos Luján (Europa Press)
El futuro Gobierno de España aún no está decidido doce horas después de haberse cerrado las urnas y todo depende del voto CERA o del voto extranjero. A pesar de la victoria del PP y de la más que probable propuesta de Ejecutivo del PSOE con Sumar y el apoyo externo de los nacionalistas vascos y catalanes, queda pendiente un posible baile de escaños que puede poner en juego las alianzas.
Los resultados de las elecciones generales del 23-J son claros: el PP es la fuerza más votada, pero no tiene apoyos suficientes para gobernar. El desplome de Vox y la suma alternativa de izquierdas y el nacionalismo dejan fuera de juego a Alberto Núñez Feijóo y le alejan de La Moncloa. Para poder revertir esta situación, tendría que lograr el apoyo de Coalición Canaria, Unión del Pueblo Navarro, Vox y un PNV que mide con sumo cuidado sus pasos al estar a las puertas de las autonómicas.
La fuerza vasca sabe que debe andarse con cuidado. Bildu fue uno de los grandes vencedores de la noche del 23-J tras superar al PNV tras cuatro años de acuerdos sin rédito con el PSOE. Los de Arnaldo Otegi, socios preferentes de Pedro Sánchez en materias sociales, se benefician de medidas como el apoyo a la bajada del precio de los alimentos o la Ley de Vivienda y esperan un gran resultado en las autonómicas vascas, en especial –según parece– si los liderados por Andoni Ortuzar tienden la mano al PP.
Con estos números el bloque de izquierdas liderado por Pedro Sánchez tiene casi todo a favor para formar un acuerdo de Gobierno. Aunque el PSOE y Sumar no den en solitario, partidos como el BNG, Bildu o ERC ya han deslizado que están dispuestos a ceder sus diputados para investir al actual presidente, aunque todo depende de un viejo conocido de la política española: Carles Puigdemont.
El presidente de Junts mira desde Waterloo a España con suma atención. La abstención o voto a favor de su partido es la llave que necesita el presidente Sánchez para resultar reelegido tras el 23-J y asegurarse al menos otro año en La Moncloa. Sin embargo, su ayuda no será gratuita. A través de los hombres fuertes del partido ya han anunciado que solo se posicionarán al lado de la izquierda a cambio de la autodeterminación de Cataluña y la amnistía de los condenados por el Procés. En caso contrario, se opondrán. Sin embargo, todo depende del voto del voto CERA o voto extranjero.
El voto CERA o extranjero, la clave
En España hay aún escaños pendientes de repartir. Los españoles en el extranjero tienen derecho a voto y aún no ha sido contabilizado, pudiendo cambiar la variación de la Cámara y, por consiguiente, la suma de los bloques de izquierda y derecha. ¿Pero cuándo se conocerá el resultado de esta parte del voto?
El voto exterior, también conocido como voto CERA, se refiere a la participación electoral de los ciudadanos españoles que residen fuera del país en las elecciones generales celebradas el 23 de julio. Todos aquellos compatriotas que viven en el extranjero han tenido la oportunidad de ejercer su derecho al voto en las embajadas o consulados hasta el 20 de julio. Durante este proceso, los funcionarios consulares han registrado las incidencias pertinentes y posteriormente remitido los votos a las respectivas Juntas Electorales.
Una vez recibido, el voto CERA se contabiliza a los cinco días de las elecciones, que es cuando según la Ley Electoral (LOREG), se hace el escrutinio general de los votos emitidos el día de las elecciones. Es decir, el recuento del voto exterior de las elecciones generales del 23 de julio se producirá el viernes 28 de julio a las 08.00 horas.
El baile de escaños es claro en comunidades como Cantabria, donde PP y Vox se pelean un asiento en el Congreso por 428 votos que pueden bailar dependiendo de los votantes exteriores. Otra provincia con todo en juego es en la Comunidad de Madrid, donde el PP podría arrebatarle un escaño al PSOE si rasca 2.500 votos. De esta forma, los populares podrían forzar a los de Puigdemont a tener que apoyar a los socialistas y no poder abstenerse u oponerse.
