La mayoría de cambios de sexo con la 'ley trans' son hombres que quieren mantener su nombre
El retraso en el Registro Civil supone que la mayoría de los expedientes iniciados no hayan sido resueltos aún
La mayoría de personas que han acudido al Registro Civil desde la entrada en vigor de la llamada ley trans son hombres que quieren cambiar su sexo -mediante la mera declaración de la identidad sentida- al de mujer pero manteniendo su nombre de varón en el Documento Nacional de Identidad (DNI). Así lo confiesan fuentes del funcionariado ante la consulta de THE OBJECTIVE.
Las mismas fuentes explican, sin embargo, que, aunque hay miles de expedientes iniciados, apenas se han dictado «un puñado» de resoluciones, ya que el personal letrado encargado ha pedido hacer él mismo las comparecencias antes de tomar una decisión. Se trata, explican, de procurar algún tipo de «coto» ante la imposibilidad de que, con la redacción literal de la norma, se pueda demostrar fraude de ley.
Cabe recordar que desde el pasado 2 de marzo, con la entrada en vigor de la ley, la transición es más fácil que nunca. Otros países, así como algunas regiones españolas, obligan a someterse a tratamientos farmacológicos y operaciones, pero ahora basta con «la libre declaración de la persona sentida» y la compleción de un formulario.
Una vez rellenado, el solicitante es citado para ratificar la solicitud y es informado de sus nuevos derechos. Transcurridos tres meses, es requerido para ratificar la petición y, de ser así, en el plazo de un mes -cuatro en total- el varón pasa a ser mujer a todos los efectos, sin necesidad de cambiar su nombre ni aportar informes médicos y/o psicológicos (en aras de la «despatologización» de la disforia de género).
Retraso en su aplicación
Estas facilidades supusieron el colapso en el Registro Civil durante las primeras semanas con la norma en vigor. Tal y como adelantó este medio, la mayoría de los solicitantes eran varones, y los funcionarios se admitían «desbordados» con esta situación. Todavía no habían recibido indicaciones sobre cómo proceder.
Aunque, por fechas, ya debían haberse emitido centenares de resoluciones, el caos de las primeras semanas ha supuesto un retraso. Los primeros solicitantes, según ha sabido este periódico, recibieron la siguiente indicación: «En los próximos días recibiremos instrucciones concretas y formularios respecto de su derecho a la rectificación registral (…). Le ruego tenga un poco de paciencia a efectos del ejercicio de su derecho y le corroboro que no tendrá mayor problemática en su ejercicio. Tan pronto recibamos la información detallada de nuestro Ministerio en Madrid, nos pondremos en contacto con Usted para citarle a efectos de la comparecencia».
Esto ha desincentivado a algunos de los solicitantes. Un profesor universitario que quería hacerlo para «dar la campanada de la mentira» desistió en la ratificación. «Entré en crisis tras las elecciones», confiesa a este medio. En su opinión, se ha impuesto «la retótica de la ampliación de derechos»: «Ya ha habido presos que se han cambiado de sexo, deportistas que han batido récords, y da igual, cuando en Escocia supuso la dimisión de la primera ministra. La irracionalidad ha ganado».
¿Por qué lo hacen?
El perfil mayoritario -actual- de las personas trans es el de mujeres menores de 25 años que optan por lo masculino. Así se desprende del informe De hombres adultos a niñas adolescentes publicado por Feministas de Cataluña. Una realidad que vendría a demostrar, según las feministas, la teoría del «contagio social», pero que no se estaría reflejando en los primeros meses de aplicación de la ley trans.
Esto es porque en España hay 475 diferencias legales entre hombres y mujeres que se borran con la entrada en vigor de «autodeterminación de género», lo que motiva a muchos hombres a transicionar. Por ejemplo, quienes ha sido víctimas de denuncias falsas por violencia de género o quieren recuperar la custodia de su hijo. Pero aún ninguno de los contactados por THE OBJECTIVE es mujer a efectos legales.