El PP fía al control de la Mesa del Congreso sus opciones para organizar una investidura rápida
Feijóo llega a la apertura de las Cortes con más apoyos que Sánchez y esperará a ver si Puigdemont se abstiene
El Partido Popular llega este jueves a la apertura de la XV legislatura en las Cortes con opciones de hacerse con la presidencia del Congreso de los Diputados, un puesto clave con el que pretende organizar una investidura rápida de Alberto Núñez Feijóo a finales de agosto para que, en caso de repetición electoral, las urnas se vuelvan a abrir el domingo 17 de diciembre.
Los populares han guardado sigilo sobre sus contactos parlamentarios en los últimos días y llegan a la apertura de las Cortes, uno de los momentos decisivos de esta legislatura, con más apoyos que el PSOE de Pedro Sánchez. Feijóo cuenta con los votos de su partido (137), los de Vox (33), el de UPN (1) y muy posiblemente el de Coalición Canaria (1). En total, suman 172. El líder socialista, por su parte, dispone del respaldo de los 121 diputados socialistas, los 31 de Sumar, los 7 de ERC, los 6 de Bildu y, a priori, el representante del BNG. Es decir, 166 apoyos. Por lo que los 7 de Junts, más que los 5 del PNV, son determinantes para desnivelar la balanza hacia uno u otro lado.
En Génova son conscientes de que el sí de Carles Puigdemont a un candidato del PP a la presidencia del Congreso es utópico. Más allá de alguna conversación «a título personal», en palabras del PP, no se ha negociado con Junts en las últimas semanas, pero no descartan que desde Waterloo se decida una abstención en el último minuto como toque de atención a Sánchez -y para desmarcarse de ERC-, así que están a la espera de ver hasta dónde llega el órdago del expresidente catalán.
Si Junts se abstuviese, el PP ya no dependería de los votos del PNV -el sí de los nacionalistas vascos a Sánchez le dejaría a este último en 171 apoyos- y solo se tendría que preocupar de amarrar a Coalición Canaria antes de entrar al hemiciclo a las 10.00 horas. El apoyo de Puigdemont a Sánchez y sus socios es determinante para que estos últimos reediten la coalición -sumarían 173 escaños- y dejaría a los jeltzales sin posibilidad de ser decisivos.
Además, la opción de ofrecer al PNV la presidencia de la Cámara baja podría enojar a Vox, así que los populares fían el éxito de la votación a que Junts dé plantón al PSOE. Es la única opción viable, por mucho que en Génova cueste digerir que un prófugo de la Justicia tenga en sus manos la elección de la tercera autoridad del Estado.
Si se diese esta última ecuación y el PP lograse la presidencia del Congreso –Cuca Gamarra y Carmen Navarro suenan en las quinielas como posibles candidatas-, entonces el Rey podría iniciar las consultas con los portavoces parlamentarios el 21 de agosto en otro escenario político ya que Feijóo habría reforzado sus opciones de ser propuesto para la investidura antes que Sánchez.
Génova ya ha adelantado que el candidato más votado en los comicios del 23-J aceptará el encargo de Felipe VI si así se produce. Y con la Mesa en sus manos, el PP aceleraría los trámites del debate de investidura, según fuentes consultadas por THE OBJECTIVE, para que el discurso de Feijóo y las primeras réplicas cayesen el 30 de agosto y la primera votación fuese 31 de agosto.
Ese día no conseguiría mayoría absoluta de 176 apoyos -y quizás tampoco la mayoría simple dos días después, el 2 de septiembre-, pero los populares activarían el reloj de los dos meses para la repetición electoral y, de paso, salvarían la jura como heredera de la princesa Leonor ya que caería el mismo 31 de octubre en el que se disolverían las Cortes si Feijóo o Sánchez no han logrado para esa fecha la investidura.
Con ese calendario tan alambicado se celebrarían elecciones a los 47 días, es decir el mencionado 17 de diciembre. Una reforma electoral de 2016 redujo los plazos y trámites en caso de bloqueo de investidura, acortando el periodo electoral de 54 a 47 días y limitando a ocho días la actual campaña de dos semanas. En aquella ocasión se hizo para evitar que hubiera elecciones el 25 de diciembre de ese año, de ahí que el PP insista en una investidura de Feijóo, aunque sea fallida, a finales de agosto.
Hay un último escenario que escaparía al control del PP, pero que podría complicar la legislatura de Sánchez: que PNV y Junts pactasen un candidato jeltzale para la presidencia de la Cámara baja. Coalición Canaria ya ha dicho que le parecería bien. La bancada popular se encontraría con el dilema de apoyar esa opción como mal menor ya que dejaría al PSOE sin el control efectivo del Congreso y del Senado -donde el PP tiene mayoría absoluta-.
Ahora bien, tendría que convencer a Vox en cuestión de minutos de las ventajas de ese paso y la fiabilidad del PNV es relativa, según advierten las citadas fuentes, quienes recuerdan que en mayo de 2018 los peneuvistas apoyaron los presupuestos de Mariano Rajoy y al día siguiente de su publicación en el BOE, secundaron la moción de censura de Sánchez.