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El PSOE ve peligrar la presidencia del Congreso tras la última reunión de Bolaños con Junts

El encuentro se celebró el jueves. Inquietud entre los socialistas tras el mensaje de Puigdemont

El PSOE ve peligrar la presidencia del Congreso tras la última reunión de Bolaños con Junts

Félix Bolaños, el pasado jueves en el Congreso. | A. Pérez Meca (Europa Press)

El mensaje de Carles Puigdemont es un aviso a navegantes. Junts per Catalunya redobla la presión sobre el PSOE para llegar a un acuerdo que le acabe otorgando la presidencia del Congreso de los Diputados. No se conforma con tener grupo propio. Sus exigencias van más allá. La incertidumbre se mantendrá hasta el último momento, ya que los nacionalistas han convocado una ejecutiva apenas unas horas antes de la trascendental votación. Entre los socialistas crece la inquietud ante la posibilidad de que la formación catalana acabe dando la espantada y fuerce unas nuevas elecciones.

El último acercamiento del PSOE con los nacionalistas se produjo el jueves en el Congreso. Las conversaciones están congeladas desde entonces. La reunión del 10 de agosto entre el ministro de Presidencia en funciones, Félix Bolaños, y la portavoz de Junts, Míriam Nogueras, fue «breve», aseguran fuentes próximas a la formación independentista.

El negociador de Pedro Sánchez interrumpió sus vacaciones el jueves con la excusa de recoger el acta de diputado, pero aprovechó su paso por la Cámara Baja para dialogar con sus potenciales socios, aunque sin éxito. Las fuentes consultadas por THE OBJECTIVE indican que el encuentro evidenció la distancia que existe entre ambas formaciones. Los socialistas les prometieron facilitarles la creación de grupo propio a pesar de que ni Junts ni ERC cumplen los requisitos.

Exigencias al PSOE

En Junts dan por hecho que contarán con grupo propio en la próxima legislatura. Considera que ese punto ya está pactado con ERC y Bildu y que sería muy difícil explicar a la opinión pública por qué ellos no lo tienen. Los nacionalistas reconocen que pusieron sobre la mesa de Bolaños varias exigencias, aunque no han trascendido cuáles.

Puigdemont no ha ocultado que su objetivo pasa por dejar sin efecto las causas derivadas del procés, lo que puede conllevar una amnistía. Fuentes de la formación independentista explican que los representantes de Junts se sorprendieron con la posición del PSOE en la reunión. Según su relato, Bolaños manifestó «soberbia» y deslizó que no les vendría mal unas nuevas elecciones. Creen que las encuestas que han aparecido estos días en prensa responden a una estrategia.

La formación independentista considera que si la repetición electoral beneficia a alguien es precisamente a ellos. El PSC se convirtió el 23-J en la fuerza más votada en Cataluña después de 15 años, mientras que las fuerzas nacionalistas obtuvieron su peor resultado en cuatro décadas. El entorno de Puigdemont, que sigue prófugo de la Justicia española, sostiene que esos resultados se debieron al abstencionismo, concentrado mayoritariamente en su electorado.

«Afrontar una negociación a través de declaraciones públicas no es nuestra opción. Quizá por eso, a medida que se acercan días decisivos, como este próximo 17, crece el nerviosismo y sube la subasta. Y se disparan las especulaciones», escribió el expresidente de la Generalitat este lunes en Twitter. Y añadió: «Paciencia, perseverancia y perspectiva».

Sin «negociaciones firmes»

Un mensaje con intrahistoria, ya que podría estar motivado por la situación de estancamiento. Desde el encuentro entre Bolaños y Nogueras el pasado jueves no se han vuelto a producir «conversaciones firmes» entre PSOE y Junts. Ni siquiera han tenido lugar avances significativos. En Ferraz restan dramatismo, pero no explican en qué punto se encuentran las negociaciones. Prefieren llevarlas con «discreción».

Este escenario ha generado cierta inquietud entre algunos de sus dirigentes. «Nunca nos cuentan nada sobre este tipo de negociaciones. Estamos expectantes con lo que pueda suceder», asegura un diputado socialista consultado por este diario. Tras el mensaje de Puigdemont y los últimos movimientos que ha observado de Junts le preocupa que peligre la presidencia del Congreso. «Sería nefasto para conseguir revalidar el Gobierno», se lamenta otro alto cargo del PSOE.

Las fuentes consultadas en Junts insisten en que no decidirán nada hasta momentos antes de la votación. La cúpula del partido se reunirá el jueves, apenas unas horas antes de la constitución del Congreso. «La ejecutiva votará lo que diga Puigdemont», reconoce el entorno del expresidente de la Generalitat. Las presiones sobre la formación independentista continúan.

Bildu da por seguro un pacto con el PSOE y apremia a los nacionalistas, cuyo voto es vital para que el bloque progresista consiga la presidencia de la Cámara Baja. La portavoz de la formación abertzale, Mertxe Aizpurua, ha asegurado este lunes que entre sus peticiones a los socialistas no hay «líneas rojas» y que espera una Mesa del Congreso que posibilite «medidas progresistas».

La portavoz de Sumar, Marta Lois, reconoce que existen contactos con Junts para lograr que se configure una Mesa de mayoría progresista. Subraya que las conversaciones se están llevando «a puerta cerrada y de confianza mutua» porque así son más factibles y se evitan globos sondas. La portavoz del PSOE y ministra de Educación en funciones, Pilar Alegría, también ha declinado dar detalles de las negociaciones, aunque confía en que el órgano caiga del lado progresista.

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