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Política

Puigdemont aguarda una última oferta de Yolanda Díaz antes de dar su apoyo al PSOE

El último acercamiento de los socialistas y Junts se produjo hace una semana, aunque con escaso éxito

Puigdemont aguarda una última oferta de Yolanda Díaz antes de dar su apoyo al PSOE

Carles Puigdemont, Yolanda Díaz y Francina Armengol. | Alejandra Svriz

El PSOE roza con las yemas de los dedos la presidencia del Congreso. Para conseguirlo necesita convencer a Junts per Catalunya, que decidirá el sentido de sus siete votos este jueves, horas antes de la trascendental votación. El último acercamiento entre ambas formaciones se produjo hace una semana, aunque con escaso éxito. Carles Puigdemont ha avisado a los socialistas de los riesgos que entraña esa estrategia a través de redes sociales. La interlocutora preferente del expresidente catalán es la líder de Sumar, Yolanda Díaz, de quien espera una oferta final antes de brindar su apoyo a Francina Armengol.

El partido de Puigdemont trabaja en dos escenarios, según han reconocido fuentes de Junts a THE OBJECTIVE. El primero es llegar a un acuerdo con las fuerzas progresistas y anunciar su apoyo antes de que comience la votación. De esa manera, la expresidenta balear se convertiría en la presidenta de la Cámara Baja en la XV legislatura. Ese movimiento supondría la antesala para la investidura de Pedro Sánchez, que también necesita los votos de los nacionalistas catalanes.

Las negociaciones están encaminadas, pero Junts quiere llevarlas un paso más lejos. Las fuentes consultadas no han confirmado que se trate de la solicitada amnistía. Quien sí se ha referido a ello es la secretaria general del Podemos, Ione Belarra, para quien «si la amnistía es una demanda clave de los partidos independentistas catalanes, debe ser considerada con seriedad y rigor. Sin duda sería el camino para terminar con una judicialización del conflicto».

Los mensajes de Puigdemont

Puigdemont espera un último gesto de Díaz, que es la persona que está llevando directamente las conversaciones con el expresidente catalán, afirman dirigentes de Sumar. «Esta negociación es de ventanilla única», admiten fuentes de Junts. Aunque el exmandatario se encuentre en Bélgica, está al tanto de cualquier diálogo y es quien controla todos los avances.

«El señor (Jaume) Asens y yo misma estamos negociando con discreción y al máximo nivel. Lo estamos haciendo con Junts y con otras formaciones políticas. Como siempre digo, para que las negociaciones sean fructíferas tienen que ser discretas», ha reconocido este miércoles la ministra de Trabajo en funciones.

El expresidente catalán irrumpió horas antes con un tuit que encendió todas las alarmas entre las fuerzas progresistas. Puigdemont pedía «hechos comprobables» para brindar su apoyo al PSOE. En el mensaje reconocía no tener «ninguna confianza» en los partidos españoles y que sus promesas «no nos calientan ni enfrían».

El líder independentista, prófugo de la Justicia española, también arremetía contra Sánchez, aunque sin citarlo. Le acusa de no cumplir sus promesas. No es la primera vez que Puigdemont señala a los socialistas a través de las redes sociales. Díaz resta importancia al mensaje y lo enmarca «en la lógica de las negociaciones». Aunque no hay nada cerrado aún, la líder de Sumar es optimista.

Escenario alternativo

Junts, en cambio, no descarta un segundo escenario si la oferta de las fuerzas progresistas no satisface sus demandas. En ese caso no comunicarán su decisión y acudirán a la constitución del Congreso sin las cartas marcadas. El resultado sería impredecible. Si la formación nacionalista apoya a Armengol, obtendría mayoría absoluta y no tendría que acudir a una segunda votación.

Todas las posibilidades siguen abiertas, ya que varios dirigentes de la cúpula de Junts se inclinan por la abstención, lo que daría la presidencia de la Cámara al PP. «Que cada palo aguante su vela», sostiene una voz autorizada en el partido de Puigdemont. Su entorno afea a Sánchez que haya permanecido tres semanas de vacaciones y «que se haya acostumbrado a la negociación amable» con ERC.

Las fuentes consultadas señalan que el expresidente catalán está molesto con la forma con la que ha llevado las negociaciones el PSOE. El último acercamiento se produjo hace una semana en el Congreso. El encuentro entre el ministro de Presidencia en funciones, Félix Bolaños, y la portavoz de Junts, Míriam Nogueras, tuvo lugar en el Congreso. Fue una reunión «breve» en la que quedó evidente las distancia entre ambas partes.

Los socialistas prometieron facilitarles la creación de un grupo propio a pesar de que incumplen los requisitos. Sin embargo, Junts lo da por hecho y puso sobre la mesa otras exigencias que no han trascendido. Puigdemont no ha ocultado nunca que su objetivo pasa por dejar sin efecto las causas derivadas del procés, lo que conllevaría una amnistía. De no conseguirla, admiten desde su entorno, no le importaría acudir a una repetición electoral, ya que entiende que favorecía a su formación.

En las últimas generales, Junts obtuvo 138.000 votos y un diputado menos respecto a los comicios de 2019. Dirigentes socialistas consideran que Puigdemont está forzando la negociación para tener «visibilidad» y distanciarse de ERC de cara a las autonómicas del próximo año. Especialmente tras el 23-J, cuando el PSC volvió a ser la fuerza más votada en Cataluña después de 15 años y los independentistas obtuvieron su peor resultado en cuatro décadas.

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