Tener grupo en el Congreso otorgará a Junts y ERC subvenciones, tiempo y más iniciativas
Contar con un grupo parlamentario supone grandes ventajas políticas, económicas y de medios
Conseguir grupo parlamentario propio en el Congreso de los Diputados permitirá a Junts y a ERC percibir subvenciones, disponer de más tiempo de intervención en los debates, formular semanalmente preguntas al Gobierno y mayor capacidad para defender iniciativas legislativas y de control en las sesiones plenarias, entre otras ventajas.
Los dos partidos independentistas catalanes no cumplen los requisitos que establece el reglamento del Congreso para formar grupo parlamentario propio, pues no superan los 15 diputados, no llegan al 5% de voto en toda España y ni siquiera alcanzan el 15% en las circunscripciones donde se han presentado.
Pero desde el primer momento hicieron ver al PSOE que, antes de hablar de la investidura de Pedro Sánchez, era imprescindible que se les asegurase tener grupo parlamentario propio. Por ello apoyaron a los socialistas para hacerse con la mayoría en la Mesa del Congreso, ya que el órgano de gobierno de la Cámara es quien tiene la última palabra.
Y para ayudar a los independentistas, el PSOE cederá cuatro diputados del PSC a Junts y Sumar aportará dos de En Comú a ERC con el fin de que tanto los de Carles Puigdemont como os republicanos alcancen ese mínimo del 15% de voto en el conjunto de Cataluña y puedan formar sus respectivos grupos parlamentarios.
¿Por qué es tan importante?
¿Por qué era tan importante? Tener grupo propio supone grandes ventajas políticas, económicas y de medios. Quien lo constituye tiene garantizada su representación en todas las comisiones parlamentarias, en la Diputación Permanente y voz propia en la Junta de Portavoces y capacidad para intervenir en todos los debates en igualdad de condiciones; mientras que dentro del Grupo Mixto hay que repartirse tiempos de intervención y asientos en las comisiones.
En las sesiones de control, tener grupo propio posibilita entrar en los cupos de preguntas e interpelaciones para poder debatir semanalmente con al Gobierno, así como ventajas a la hora de incluir sus proposiciones no de ley en los plenos; en cambio, en el Grupo Mixto todo ese ‘pedazo de tarta’ debe distribuirse a partes iguales.
En el plano económico, tener grupo permite acceder a dos tipos de subvención: la que otorga el Congreso a cada grupo –364.160,64 euros al año (30.346,72 al mes) la pasada legislatura– y la que da el estado por el envío gratuito de propaganda electoral durante la campaña (mailing).
Y las ventajas se prolongan para las siguientes elecciones, porque los que ahora lo consigan grupo propio tendrán opción a presencia en los futuros debates electorales y planes de cobertura informativa de los medios públicos. Junts, por ejemplo, se quedó fuera de los debates y los planes de cobertura de RTVE en la campaña del 23J hace cuatro años no logró grupo propio, sino que lo estuvo compartiendo con PDeCAT, BNG, Compromís y Más País.