Lambán, Almunia, Eguiguren... la amnistía de Puigdemont agranda la grieta en el PSOE
Cada vez son más los cargos, excargos y militantes que se pronuncian contra el encaje constitucional de esta ley
El número de socialistas críticos con la posibilidad de que Pedro Sánchez negocie una amnistía con Carles Puigdemont a cambio de que Junts vote a favor de su investidura no hace más que crecer. A la ya larga lista de ex altos cargos y militantes que llegaron a tildar esta posible concesión de «inconstitucional», algo que no ha sentado bien en las filas socialistas, se han sumado en las últimas horas tres figuras importantes del partido: Javier Lambán, Joaquín Almunia y Jesús Eguiguren.
El último en pronunciarse ha sido el actual secretario general del PSOE de Aragón, Javier Lambán, quien ha afirmado este viernes que la ley de amnistía que pretende obtener Junts «no se va a producir». «Abriría una vía de agua en la nave Constitucional que podría llevarla a pique, sigo pensando que no se producirá», ha asegurado.
Además, respecto a un posible encaje constitucional, el aragonés ha sido claro: «La ley de amnistía no cabe en la Constitución ni de lejos y, además, nos introduciría a los españoles en una senda muy peligrosa». Eso sí, ha transmitido que respeta a quien piense lo contrario y desea lo mejor para Sánchez, «ya que lo que sea bueno para él lo será para el PSOE».
Por su parte, Joaquín Almunia también se ha sumado a las críticas, agrandando así la grieta en el partido. Según el ex secretario general del PSOE, no existen condiciones para una amnistía: «Antes de hablar de esto debería requerirse a Carles Puigdemont y al resto de políticos del procés catalán una rectificación política por los destrozos que ocasionaron en la sociedad catalana» , ha explicado en una entrevista en Radio Euskadi.
En este sentido, ha insistido en la responsabilidad de los líderes políticos que dejaron «una sociedad catalana fraccionada» y ha añadido que «reclamar por parte de Puigdemont, que es un prófugo de la Justicia, que antes de empezar a negociar, le vayan a firmar un cheque en blanco, es un poco valiente por su parte» y —ha añadido— la «responsabilidad» de una repetición electoral sería suya y de los siete votos de Junts.
Las críticas al rumbo del partido también han llegado desde el País Vasco. Quien fuera presidente del PSE, Jesús Eriguren, ha pedido a través de un artículo de opinión publicado en El Correo que se huya de «términos jurídicos «que tienen garras y uñas y son inutilizables», en referencia a la amnistía. También ha pedido respeto a la Carta Magna y que se busque «otra fórmula que logre más o menos lo mismo», abogando por impulsar algún tipo de solución dentro de la legalidad que contente a los independentistas y contribuya a la estrategia de la que tanto habla el PSOE de lograr la «convivencia».
El «PSOE bueno» también la rechaza
Aquel «PSOE bueno» del que habló Feijóo durante la campaña electoral previa al 23-J también ha sido crítico con las negociaciones que están manteniendo socialistas con Junts y gestos como el viaje de Yolanda Díaz a Bruselas. Emiliano García-Page, uno de los pocos líderes autonómicos que sobrevivió a la «ola azul» y repitió mayoría absoluta en Castilla-La Mancha, advirtió en COPE de que «un pacto con el independentismo no tendría «base moral y vulneraría los principios de la ley»: «Ellos se lo guisan y ellos se lo comen. Eso es ser juez y parte, que cualquier delito con un voto más en el Congreso se pueda amnistiar. Es un planteamiento que contrasta con la Constitución».
Más duros han sido figuras que, aunque sigan vinculadas al PSOE, ya hace tiempo que dejaron la actividad política en el partido, como es el caso de Alfonso Guerra. El que fuera vicepresidente del Gobierno con Felipe González pidió a Pedro Sánchez que no aceptase la amnistía porque Puigdemont es «insoportable»: «Como ciudadano demócrata y socialista me rebelo contra eso, esta amnistía es la condena de la Transición».
Así se pronunció el exvicesecretario general del PSOE en una entrevista también en Cope, donde habló además sobre el encuentro de la líder de Sumar, Yolanda Díaz, con el expresidente catalán Carles Puigdemont en Bruselas, un acto que ha tachado de «infamia intolerable» y de «poner patas arriba todo en lo que cree un demócrata».
Nicolás Redondo, otra de las viejas figuras del partido que lideró en su momento el PSE, aseguró que la ley de amnistía de los implicados en el ‘procés’ catalán «está hecha y definida». Redondo piensa que el Gobierno está esperando al mejor momento para sacarla adelante ya que, en su opinión, el PSOE está «famélico» tras perder poder autonómico y municipal y se ha mostrado muy crítico con que la «única forma de mantener el chiringuito es estando en el Gobierno».
De hecho, durante una entrevista en Canal Sur Radio, también ha realizado un llamamiento dirigido al PSOE para «no tirar por la borda», por el único objetivo de «llegar a un Gobierno», lo que «se consiguió» con la Transición a la democracia sustanciada en la Constitución de 1978, «el periodo más brillante en libertad de la historia moderna española».
Por su parte, Ramón Jauregui, exministro de la Presidencia con Zapatero, asegura que las condiciones de Puigdemont resultan «infranqueables»: «la amnistía supone una legalización encubierta de actos contra el Estado que en todo el mundo están penados, es inconstitucional», apunta defendiendo que la idea y estrategia debe ser el diálogo pero que éste deba basarse en la aceptación de una ley de amnistía, «porque implicaría algo así como una contradicción flagrante contra toda la actuación institucional del Estado de los últimos siete años».
También el exministro socialista de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, ha reclamado que se celebren nuevas elecciones generales, una vez que se hicieron públicas las condiciones del expresidente de Cataluña, Carles Puigdemont, para una investidura del presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez.
Felipe González, la voz cantante
El presidente del Gobierno más longevo de la historia de España desde la transición fue muy duro con el PSOE en su última entrevista en Onda Cero. Además de reconocer que le fue difícil meter su papeleta en la urna en las últimas elecciones, advirtió a Pedro Sánchez que la amnistía no tienee encaje constitucional: «En la Constitución no cabe la amnistía ni la autodeterminación».
Además, González ha atribuido este debilitamiento de los cimientos constitucionales al movimiento social del 15-M. Cree que los cimientos de la democracia están siendo atacados tras aquellos hechos de 2015 por las «termitas». El expresidente también ha hablado de la reunión entre Yolanda Díaz y Carles Puigdemont:«Si va por su cuenta, que lo pague». Además, ha asegurado que «es más lógico que Díaz, con lo que representa, se reúna con Puigdemont que (Alberto Núñez) Feijóo».