Podemos teme que Díaz proponga a Nacho Álvarez de ministro para anular a Montero
Los morados sospechan que Sumar aproveche el pasado del economista para asumir que cubre el cupo de Podemos
Podemos está en alerta. Después de recibir el veto en las listas electorales a Irene Montero, y después del diktat de Yolanda Díaz contra un portavoz morado en el grupo parlamentario, los de Ione Belarra esperan otras bofetadas por parte de sus socios de coalición de Sumar. Todas las miradas están puestas sobre Nacho Álvarez, el economista que formó parte de la dirección estatal de Podemos y que ocupó en la pasada legislatura el cargo de secretario de Estado. La distancia entre Álvarez y el núcleo duro de Montero va in crescendo desde hace meses, tal y como desveló THE OBJECTIVE. Aunque ahora Podemos teme incluso que Díaz le elija como futuro ministro para descartar así a Montero.
Según varias fuentes consultadas en el partido morado a lo largo de las últimas semanas, Sumar tendría un plan por si arranca la investidura de Pedro Sánchez que pasa por proponer como ministro a un ex alto cargo de Podemos. En la libreta de Díaz se hallarían sobre todo dos nombres, el de Álvarez, que goza de cierto aprecio incluso en los sectores más ortodoxos de otros ministerios económicos socialistas, y el de María Eugenia Rodríguez Palop, eurodiputada de Podemos pero ya muy alejada de la cúpula del partido.
Estos dos nombres cumplirían con un objetivo político en los cálculos de Díaz. Han ejercido un papel destacado en los últimos años de Podemos, pero siempre guardando un perfil más técnico que político. Esto permite a Díaz proponer a Sánchez —siempre y cuando arranque la legislatura que a día de hoy no está asegurada— dos nombres de prestigio, que difícilmente pueden acarrear problemas por su conocida disposición al diálogo y a cumplir las directrices que vienen de arriba.
Perfiles técnicos
Álvarez, por ejemplo, logró sobrevivir a las purgas internas en el partido morado por haber evitado tomar bandos de forma explícita. En Podemos sostienen que su escasa vocación por la escalada del poder dentro de la formación le permitió mantener el cargo incluso después de la salida de figuras como Enrique Santiago (y otros miembros del equipo de Irene Montero), cuando la guerra interna con Díaz ya había estallado. Asimismo, recuerdan que Álvarez aspiró al cargo de ministro ya durante la pasada legislatura, concretamente cuando la salida de Iglesias de la vicepresidencia segunda sugería que se podían dar cambios internos en el organigrama del Ejecutivo.
La elección de Álvarez, o de otro perfil semejante como el de Rodríguez Palop, permitiría a Díaz tener algo parecido a una coartada que impida a Irene Montero (o a Belarra) aspirar a repetir en el cargo. Después de encajar el ‘no’ de Díaz a una portavocía en el Congreso, Podemos contraatacó avisando de que «apelaría» a sus cinco diputados para exigir un ministerio en un nuevo gobierno de coalición. Miembros destacados de la formación hicieron entonces el nombre de Irene Montero para el de Igualdad. Algo que, según las fuentes de Sumar, no está en los planes de Díaz.
Podemos es consciente de que, en los actuales equilibrios de fuerzas en Sumar, será objetivamente difícil que Díaz se decante por entregar un ministerio a los morados. En primer lugar por la objetiva enemistad que se percibe entre ambas formaciones, en cuyas relaciones todo apunta a que pronto estallará otra guerra interna. Pero también porque Díaz es consciente de que Sánchez quiere reducir los ministerios de su Ejecutivo, y eso sustraería también para su grupo uno o hasta dos ministerios respecto a la pasada legislatura.
Pero de aprobarse la investidura con los independentistas, Díaz cree tener un as en la manga. Se trata de proponer a Sánchez como ministro a uno de los ex altos cargos de Podemos que ahora se han pasado a su bando. Y así ofrecer a la opinión pública la idea de que Podemos sí tiene a su ministro, aunque éste responda desde hace meses ya únicamente a ella.