Abascal culpa a Feijóo de no sumar para la investidura por contribuir a su «demonización»
El líder del PP afea a Vox que si la derecha no se hubiese dividido tendría ahora 190 escaños: «Lo dice la ley D’Hondt»
El líder de Vox, Santiago Abascal, interviene en la primera sesión del debate de investidura del candidato popular Alberto Núñez Feijóo a la Presidencia del Gobierno, este martes en el Congreso. | EFE
Santiago Abascal se la tenía guardada. Ante la escenificación este martes de la imposibilidad de la investidura de Alberto Núñez Feijóo, el líder de Vox salió a la tribuna a reprochar al líder popular todos los errores que, a su juicio, han impedido a la derecha política articular una mayoría parlamentaria, quedándose a tan sólo seis diputados para ello. Partido Popular y Vox hubiesen sumado, a su juicio, si el dirigente gallego no hubiese alimentado una «campaña de demonización» a sus socios que había sido «impulsada desde la izquierda».
El único socio del candidato a la investidura comenzó su alocución recordando que el PP no apoyó las dos mociones de censura que Vox presentó la pasada legislatura, y eso que, en su argumentario, sirvieron para lo mismo que esta investidura fallida: para «retratar al peor Gobierno de la historia de España». «No le voy a decir que esta es una investidura ociosa o que es un balón de oxígeno al PSOE, pero eso y cosas peores dijeron desde su bancada cuando utilizamos esta tribuna para mostrar que el proyecto de Sánchez nos lleva a la destrucción nacional», espetó Abascal a Feijóo antes de recordarle que «no es distinto este Pedro Sánchez al Pedro Sánchez al que presentamos dos mociones de censura».
«Antes de ese voto afirmativo, me veo en la obligación de recordar por qué hemos llegado a esta situación», adelantó Abascal antes de exponer su tesis sobre la imposibilidad de una mayoría absoluta: «Usted tiene parte de responsabilidad. Su obsesión por no depender de Vox en el gobierno les llevó a cometer el error de alimentar una campaña de demonización de Vox impulsada desde la izquierda. Les dijimos durante la campaña que la victoria no estaba hecha y que nosotros no éramos el adversario, pero ustedes, guiados por las oligarquías nostálgicas del bipartidismo y por los odiadores de Vox, llegaron a decir que dábamos más miedo que Bildu».
Las pullas a los populares no quedaron ahí, y Abascal leyó la cartilla a Juanma Moreno, Borja Sémper y hasta a Esteban González Pons. Paradójicamente, todas estas pullas sirvieron para que el líder de Vox presumiera de que él «no va a hacer lo mismo», y que su grupo parlamentario votará a favor para «no incrementar la desesperanza de millones de españoles». También agradeció a Feijóo haberse comprometido a no participar del «apartheid a tres millones de españoles».
«Ahí está el enemigo»
Tras estas consideraciones previas, Abascal pasó al ataque contra Sánchez, al que afeó que «si necesitara el voto de un partido traficante de órganos, le daría la dirección del Instituto Anatómico Forense, y no hace falta decirlo, si le hiciera falta el voto de un partido de violadores y pederastas pues directamente tendría el voto en agradecimiento a la ‘ley del sí es si’ que tanto les ha beneficiado. Cuando al señor Sánchez le hace falta el voto de golpistas, les allana el camino para una amnistía».
Abascal también se refirió a la bancada de los independentistas y les avisó de que lo que quieren no es real. «Creen que las tornas han cambiado y le dan una nueva oportunidad para sus oportunidades ilegales pero, en su coalición con Sánchez harán un grave daño a la convivencia, a la economía y a España»: «Su república soñada no llegará» porque el «cheque que les da no tiene fondos. Ni si quiera con ese aliado que tienen en la Moncloa serán capaces de destruir la nación».
«Señor Feijóo, ahí esta el enemigo. No se olvide nunca más de que Vox no es el enemigo y de que no va a desaparecer», zanjó Abascal en un discurso que sirvió tanto para censurar a Sánchez como para reprochar a Feijóo que no hubiese naturalizado antes su buena relación. El líder gallego tomó nota, y centró su réplica en cargar contra el «deterioro institucional» auspiciado por el PSOE, pero a posteriori, y por alusiones, señaló que si la derecha no hubiese concurrido al 23-J dividida, hubiese sumado 190 escaños: «Lo dice la Ley D’Hont, no lo digo yo».
En su turno de réplica, Abascal insistió en que «el fraccionamiento del centro derecha ha sido la demonización de VOX, alentada por la izquierda y amplificada por las cabeceras mediáticas del centro derecha y por algunos de sus portavoces». Una de cal y una de arena del dirigente vasco al gallego. Se la tenía guardada.
