Sánchez tiene 15 días para concretar las obras en Doñana pendientes desde 2018
Esta es una de las condiciones de la negociación entre Junta y Gobierno para llegar a un acuerdo antes de final de mes
La ministra de Medio Ambiente y Transición Ecológica, Teresa Ribera
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tiene quince días para presentarle a la Junta de Andalucía un calendario de ejecución de las obras necesarias para la transferencia de recursos hídricos entre las cuencas de los ríos Tinto, Odiel y Piedras a la del Guadalquivir, como así se había comprometido en 2018. Estas actuaciones en las infraestructuras de la zona solucionarían el problema de la falta de agua de los agricultores de la Corona Norte del Parque Nacional de Doñana. El calendario de obras es una de las condiciones que se han acordado en las reuniones entre la Administración andaluza y el Gobierno central, cuyo plazo para el pacto es a final de octubre, según han asegurado a THE OBJECTIVE fuentes de la negociación.
Las tres reuniones que ya se han celebrado entre las administraciones y todos los sectores implicados (administrativo, económico y social), después de que el Gobierno de Sánchez, por sorpresa, decidiera zanjar su enfrentamiento con la Junta de Andalucía y pedir un acuerdo, se han desarrollado «con voluntad de avanzar y alcanzar un acuerdo», pero también los plazos se van acortando y se «va a contrarreloj».
De las reuniones se han puesto sobre la mesa dos compromisos importantes. Por un lado, la ejecución de las obras hidráulicas comprometidas por Sánchez desde 2018. «El Gobierno tiene que garantizar que lo que estaba pendiente, se va a realizar. Tiene que dar certidumbres, garantías económicas y todo», señalan las fuentes consultadas. «Toda solución técnica o jurídica que se de a los agricultores si no hay agua no sirve para nada. Para que haya agua: o llueve o hay obras hidráulicas que lo permitan, bien a través de trasvases, de presas, de conducciones de obras o de depuración de agua. Tenía desde el 2028 un calendario, y nada se ha hecho».
El compromiso del Gobierno de Sánchez aparecía reflejado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) de 6 de diciembre, que publica la Ley 10/2018 sobre la transferencia de recursos de 19,99 hm³ desde la Demarcación Hidrográfica de los ríos Tinto, Odiel y Piedras a la Demarcación Hidrográfica del Guadalquivir, la primera que firmó como presidente del Gobierno. El objetivo del trasvase era sustituir las zonas regables que se abastecen directamente del acuífero de Doñana por agua superficial que llegaría desde la cuenca del río Tinto, Odiel y Piedras.
Actuaciones pendientes
Akgunas de estas obras comprometidas son la presa de Alcolea y la de Pedro Arco, desdoblamiento del Túnel de San Silvestre, desdoblamiento de sifones 4 y 5 del canal de Piedras en Huelva, desdoblamiento del sifón Odiel segunda fase, desdoblamiento del sifón por el margen izquierdo del Odiel hasta la galería forzada, aumento de la capacidad de regulación de los depósitos de Huelva, aumento de la capacidad de regulación de la balsa de regulación del anillo hídrico, aumento de la capacidad de transporte del anillo hídrico entre los depósitos de Huelva y la balsa de regulación del anillo hídrico, ampliación de los bombeos de Bocachanza en la demarcación del Guadalquivir, balsas de regulación e infraestructuras de distribución e infraestructuras propias de transporte y regulación del trasvase.
Por otro lado, el segundo compromiso se concreta en»el apoyo y la puesta en valor internacional de la economía de Huelva, sobre todo por la actitud del Gobierno que favoreció campañas contra estos productos. Lógicamente han sufrido un daño y ahora hay cosas que se pueden hacer».
Al margen de los compromisos técnicos, hay un componente político en el cambio de actitud del Gobierno de Pedro Sánchez, que pasó del enfrentamiento total con la Junta de Andalucía sobre Doñana en los días previos a las elecciones autonómicas y municipales del 28-M a llamar por teléfono pidiendo reuniones para buscar un acuerdo. Las fuentes populares consultadas por THE OBJECTIVE, aseguran que responde al coste electoral que ha tenido para los socialistas andaluces en las elecciones generales del 23 de julio.
En los comicios del 23-J, el PP se impuso en cuatro de los cinco municipios de la Corona Norte del Parque Nacional de Doñana (Almonte, Bonares, Lucena del Puerto, Moguer y Rociana del Condado). En las elecciones autonómicas y municipales el PSOE-A perdió la Diputación de Huelva y el PP se hizo con dos municipios (mayoría absoluta en Lucena del Puerto y Rociana del Condado) de los ayuntamientos que forman la Corona Norte del Parque Nacional de Doñana (en Bonares el PSOE perdió la mayoría absoluta, pero conserva el poder, como en Rociana, Moguer y Bonares, y en Almonte, donde gobernaba el PSOE con una formación independiente, ésta ha conseguido la mayoría absoluta).
Las fuentes consultadas señalan que «la desesperación ha sido muy evidente y el intento de llegar a un acuerdo, sí o sí. Hay una motivación electoral porque han perdido toda la base política en la zona, algo que jamás habían perdido, como es la Diputación de Huelva, y eso es una sangría para ellos. ¿Qué están pretendiendo? Dividir a Huelva, dejar fuera a los agricultores, ofreciendo una lluvia de millones a cambio de dejarlo tirados, pero Huelva no se va a dejar engañar, ni nosotros tampoco. Solo hay acuerdo para empezar a dialogar y nos hemos dado un mes de diálogo. Nuestra ley no ha sido retirada e irá hacia adelante si no hay acuerdo. No nos va a temblar el pulso».
