Las webs de prostitución comienzan a cerrar y emigran a otros países por el acoso de Garzón
El Ministerio de Consumo aboca a las empresas que publicitan trabajadoras sexuales a trasladarse a Portugal o Alemania
Las páginas webs de prostitución comienzan a cerrar en España como consecuencia de la amenaza del Ministerio de Consumo de imponer multas de más de 100.000 euros a quienes no lo hicieran, y ya están emigrando a otros países donde la legislación es más benévola, como Portugal o Alemania. Así lo confiesan a THE OBJECTIVE los dueños de algunas de estas webs, que critican el «totalitarismo» del departamento que dirige Alberto Garzón.
Tal y como adelantó este medio, las páginas que anuncian prostitutas encontraron una laguna en la ley del sólo sí es sí de Irene Montero, que prescribe que «se considerará ilícita la publicidad que utilice estereotipos de género que fomenten o normalicen las violencias sexuales contra las mujeres, niños y adolescentes, así como las que supongan promoción de la prostitución». Entonces, las prostitutas desafiaron al Ministerio de Igualdad pasando a anunciarse como escorts.
Eso permitió que sortearan la norma hasta que Alberto Garzón, el pasado mes de julio, anunció la apertura de un expediente sancionador para aquellas webs que no cerrasen. Estos portales fueron requeridos por la Dirección General de Consumo este verano después de que sus técnicos examinaran más de 400 anuncios sobre prostitución y registraran 5.600 datos. El día finalmente llegó este pasado lunes.
«Nos lo comunicaron el lunes, y no nos han dejado ni justificar ni contraargumentar», explica un empresario del sector que acaba de clausurar su web, y que advierte de que «el día que quieran cerrar un medio de comunicación o el perfil de un influencer que no les guste lo harán». «Esto parece una dictadura encubierta», denuncia, y lamenta que «las trabajadoras sexuales van a ver complicada su existencia y tal vez tengan que volver a las calles a buscar clientes».
Pablo C., dueño de SexoMercadoSpain y miembro de la Plataforma de Afectados por la Abolición de la Prostitución, denuncia que la ley supone que ahora se deba depender de una VPN para navegar, «que es lo que existe en los países autoritarios para saltarse la censura». También recalca que esto supondrá una «acción autodestructiva hacia la economía», ya que se podrían llegar a «cargar» hasta «cincuenta» empresas que se dedican a esto, y condenándolas al exilio.
¿Qué será de las prostitutas?
En esta misma línea, Miquel Bibiloni, secretario de relaciones internacionales del sindicato OTRAS de trabajadoras y trabajadores sexuales, critica que el cierre de las páginas webs «no va a incidir en la lucha contra el proxenetismo, sino que lo incentiva»: «Existen precedentes en Estados Unidos, donde el cierre de Backpage llevó a una mayor precarización y a prácticas de riesgo. Cada vez más trabajadoras independientes podían permitirse trabajar en su casa sin molestar a nadie, pero el cierre desestabiliza a esas personas, y las lleva a los clubes o a la calle».
Bibiloni recuerda que «en Canadá la ley abolicionista prohibía la publicidad hasta que se fue a los tribunales y se sentenció que ese artículo atentaba contra la libertad de expresión», y que por eso «hay precedentes de inconstitucionalidad».
«¿Qué pasa con el masaje y otras secciones que tenían estos portales?» se pregunta de manera retórica Pablo C., que responde a renglón seguido: «Se irán a Tinder y/o Wallapop, a quienes se les obligará en lo sucesivo a tener medidas de supervisión para que no se cuelen mensajes publicitando masajes».
Por su parte, Susana Pastor, presidenta de la Asociación de Trabajadoras Sexuales (ASTRAS), critica la «disparidad en el trato» del Ministerio de Consumo, que no ha «perseguido» los foros de internet en donde se «difama y menosprecia» a las trabajadoras sexuales con comentarios y reseñas de carácter vejatorio.
Campaña contra Garzón
Por todo lo expuesto, la Plataforma de Afectados por la Abolición de la Prostitución ha iniciado una campaña en redes sociales contra el ministro en funciones Alberto Garzón. En esta, Laura refuta que «los portales normalicen la violencia» porque son «una herramienta» útil. La prostituta, por último, afea al dirigente comunista que el Gobierno «no nos ha dado voz a las trabajadoras sexuales»: «Nuestras manifestaciones han sido ignoradas, no se nos ha escuchado y además reconocen no saber los datos del trabajo sexual en España. Las webs te podrían dar una radiografía de una actividad muy diversa y que nunca se ha estudiado con rigor».
«Es difícil resumir nuestra indignación en pocas palabras», abundan desde la Plataforma de Afectados por la Abolición de la Prostitución: «Los afectados nunca hemos sido escuchados a pesar de nuestra contundente movilización. La enmienda de la publicidad se introdujo de una manera filibustera en una votación de la Comisión de Igualdad donde el desconcierto era palmario. Y, sin embargo, se ejecutan bloqueos sobre media docena de webs con absoluta insensibilidad por la opinión de expertos, usuarios y profesionales. Es la experiencia menos democrática que jamás hemos conocido, y nos ha tocado de protagonistas».