La cúpula de Vox arremete contra el PP por no protestar en Ferraz: «Siempre tienen miedo»
El partido que preside Santiago Abascal asume que en la «movilización permanente» contra la amnistía habrá ultras
El presidente de Vox, Santiago Abascal (c), ofrece una rueda de prensa, en la sede nacional de Vox, el 7 de noviembre de 2023, en Madrid. | Europa Press
Partido Popular y Vox se han comprometido a una movilización «intensa» «generalizada» y «permanente» contra la futurible ley de amnistía que Pedro Sánchez está dispuesto a pactar con las formaciones separatistas en aras de amarrar su investidura, pero parecen manejar un concepto distinto de lo que esto significa. Génova se ha desmarcado de las concentraciones ante las sedes territoriales del PSOE, que tienen su epicentro en la madrileña calle de Ferraz, y desde Bambú critican que los populares «siempre tienen miedo».
Los miembros de la dirección nacional de Vox creen que en el PP tienen miedo a que se les pueda significar con algunos «ultras» desperdigados por estas concentraciones -falangistas, ultrasur y neonazis-, aunque este es «un riesgo» que los de Santiago Abascal están «dispuestos a asumir ante la gravedad de la situación». Tampoco descartan que algunos de ellos sean infiltrados por una «Policía corrupta» para deslegitimar las reivindicaciones y justificar una carga.
Ninguna presencia más o menos deseable hará salirse a los de Abascal de su hoja de ruta: estarán presentes en todas las concentraciones que, de manera «pacífica», se produzcan contra Pedro Sánchez. Este, en el argumentario del partido, ha dejado de ser un «autócrata» para convertirse en un «tirano» que pretende conformar un Gobierno no ya «ilegítimo» sino «ilegal». Esta escalada en movilización y retórica, sin embargo, no es vista con buenos ojos por el PP.
El portavoz popular, Borja Sémper, ha defendido este martes que la «indignación tiene que ser serena, contundente y ordenada», aunque fuentes de la dirección nacional de Vox dicen no entender «a qué se refiere». En Bambú consideran, en definitiva, que Génova no secunda las convocatorias por miedo a lo que pueda suceder en ellas, pero evita condenarlas siempre y cuando estas transcurran de manera pacífica, y así ha sido a juicio de ambos partidos de la derecha.
Los populares han dejado claro que «el PP es un partido institucional que combate a los que rodeaban el Congreso (Podemos), iban a nuestras sedes a insultarnos (PSOE), a atacarlas (Bildu) o a los que usaban la calle para generar disturbios (los independentistas). En ninguna de esas prácticas encontramos inspiración alguna. Vamos a liderar la contestación social e institucional a la rendición de nuestro país con la misma estrategia que ha sacado a la calle a decenas de miles de personas en convocatorias organizadas por el Partido Popular».
Alberto Núñez Feijóo ha coordinado a sus barones autonómicos para encabezar protestas en las 52 capitales de provincia el próximo 12 de noviembre. Vox no ha confirmado su presencia en estas. De todos modos, aspiran a converger en una serie de «movilizaciones institucionales» para garantizar que aquellos gobiernos y ayuntamientos «donde no hay una mayoría golpista» hagan «resistencia pacífica e institucional». Todavía queda por esclarecer en qué consistirán.
Los jóvenes, unidos
Puede que los dirigentes del Partido Popular y Vox no compartan opinión sobre las manifestaciones que están teniendo lugar esta semana ante la sede nacional del PSOE, en la madrileña calle de Ferraz, pero sus jóvenes les están dando un ejemplo de entendimiento. Libertad Sin Ira y Revuelta, organizaciones juveniles cercanas a las formaciones de Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal, respectivamente, convergieron este martes e incluso se apoyaron mutuamente.
Ninguno de estos, según ha podido saber THE OBJECTIVE, participó de ninguno de los incidentes violentos registrados esta pasada noche. De hecho, los jóvenes comprometidos con «la preservación y el enriquecimiento de la herencia cultural, la integridad territorial y la salud demográfica de España». Estos, de hecho, reivindicaron haber estado «manifestándose pacíficamente».
