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Sánchez fía su futuro a las europeas de 2024: quiere «tomar impulso político» para 2027

El mismo Sánchez, a quien muchos socialistas daban por muerto, se ve renacido tras unos meses de dudas

Sánchez fía su futuro a las europeas de 2024: quiere «tomar impulso político» para 2027

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. | Europa Press

Hace una semana, recién proclamada la victoria de Pedro Sánchez en la investidura, algunos de sus principales colaboradores salían pletóricos del hemiciclo y afirmaban entre aplausos y vítores: «Ahora a prepararnos para 2027». El comentario, que pudiera parecer un exceso de euforia, es en cambio una realidad que ya verbalizan a THE OBJECTIVE muchos de sus principales estrategas. El presidente del Gobierno y líder del PSOE quiere presentarse como candidato un tercer mandato, para las elecciones generales de 2027, o cuando se celebren, pero ello dependerá del triple ciclo electoral en ciernes de 2025: gallegas, vascas y europeas. 

El mismo Sánchez, a quien muchos socialistas daban por muerto tras la derrota de las municipales y autonómicas del 28-M, que motivó el adelanto electoral del 23-J, se ve renacido tras unos meses de dudas más que razonables sobre su continuidad. Y, pese a que la legislatura se antoja dura y compleja, el presidente ha puesto rumbo a la triple convocatoria electoral desde la confianza de que puede recuperar Galicia, mantener País Vasco y coronarse en junio del 2024 ganando las europeas, lo cual anticiparía la repetición del cartel electoral socialista de las próximas elecciones generales. Una hoja de ruta a largo plazo que le permitiría encajar las piezas del puzzle y aplacar su obsesión por pasar a la Historia. «Si se presentara en 2027, Pedro Sánchez superaría a Felipe González y estaría 14 años y medio gobernando, uno más que Felipe», dicen medio en broma y medio en serio los estrategas sobre el cumplimiento —por un año— de la «agenda 2030».

En ello está principalmente el presidente del Gobierno, quien —al margen de estrategias políticas para guardar las apariencias—, sabe que el Parlamento no será el epicentro de esta legislatura y en la que su núcleo duro anticipa que se va a emplear a fondo para ganar las europeas, que «cogerá el Falcón más que nunca» con la intención de revalidar el 32,86% de voto con el que se coronó Josep Borrell en 2019, 7 millones y medio de votos frente a los 4.300.000 del PP. 

Borrell «de salida» en Europa

Fuentes socialistas descuentan que Borrell no repetirá en la candidatura europea: «Está de salida». En ella hay múltiples perfiles por encajar, especialmente femeninos. Se habla de la actual jefa de la delegación de los socialistas europeos, Iratxe García, una de las negociadoras con Carles Puigdemont en Bruselas, «muy querida en Europa» y referente en las instituciones comunitarias, tras casi 20 años como eurodiputada socialista (desde 2004) y en donde ejerce como jefa de la alianza progresista de Socialistas y Demócratas. Otra fijas en la quiniela: la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, aspirante a comisaria en el gobierno de la Unión; y la secretaria ejecutiva de Política internacional del PSOE, Hana Jalloul, a quien el presidente debe y quiere premiar por su ascenso como presidente de la Internacional Socialista. 

Una plancha europea en la que también se pretende dar salida a algunos barones que se encuentran de salida en sus territorios. Se habla del castellano y leonés, Luis Tudanca, para integrarse en un grupo en la que se encuentran otros perfiles reconocidos como César Luena, Javi López o Juan Fernando López Aguilar. Quedan nueve meses para la contienda pero la candidatura debe estar esbozada a principios de año, una vez que se haya ratificado ya la salida de Nadia Calviño al Banco Europeo de Inversiones (BEI) y el presidente se vea obligado a hacer una mini crisis de Gobierno para sucederle en sus funciones y ampliar o no el foco de la renovación ministerial por otra salida hacia Europa.  

Sea como fuere, en Ferraz ya se han puesto a trabajar con las elecciones europeas en el radar pero sin descuidar las otras citas electorales previas del nuevo año. Un triple termómetro electoral que vaticina buenos presagios para el PSOE. Fuentes socialistas consultadas por este diario barajan la convocatoria de las elecciones gallegas a principios de 2024, previsiblemente en febrero, y las vascas en el inicio de la primavera, en el mes de marzo. Como avanzó THE OBJECTIVE, el PSOE confía en que se cumplan sus sondeos internos que pronostican la perdida de la mayoría del PP en Galicia, y la posibilidad de un gobierno bipartito entre el BNG de Ana Pontón y el PSdGa de Xosé Ramón Besteiro. Pero sólo si Sumar no se presenta. Fuentes de ambas formaciones de izquierdas creen que la entrada de Sumar facilitaría al PP mantener esa mayoría de 38 escaños autonómicos, una correlación similar a la mayoría absoluta del PP en Madrid gracias a que Podemos quedó fuera de la Asamblea. 

El misterio de las cuotas gallega y vasca

Es por este motivo por el que Sánchez decidió no contar con ningún ministro gallego para su nuevo gabinete. Según fuentes socialistas consultadas por THE OBJECTIVE, tanto el caso gallego como el vasco, Xosé Ramón Besteiro y Eneko Andueza, son dos liderazgos nuevos que «hay que dejar cuajar» y no colocar perfiles que puedan distorsionar sus candidaturas. En el caso gallego especialmente, ya que la ratificación de Besteiro se hizo tras la retirada de otros perfiles como Gonzalo Caballero y el ya exministro José Manuel Miñones, que, pese a aspirar al puesto, asumieron sus escasas posibilidades por el respaldo del propio Sánchez a Besteiro. 

En el caso vasco, los socialistas confían además en que las tensiones por la amnistía se hayan rebajado en el mes de marzo, fecha que manejan para los comicios autonómicos, por la información que les llega de sus socios del PNV. Los socialistas aspiran a reeditar el pacto PNV-PSE y dejar la lehendakaritza en manos del PNV: «No podría ser de ninguna otra manera», explican con contundencia, pese a que Bildu ganara las elecciones en Euskadi. Si se lograran, ambos objetivos, «el PP acudiría seriamente tocado a la campaña de las europeas. Y más en un contexto en el que sus gobiernos autonómicos con Vox no suman sino que restan». 

«No parará hasta volver a ganar»

Sánchez prevé llegar así en mejores condiciones que sus adversarios a la campaña de las elecciones europeas de junio. Con posibilidad de ganar, ésta vez de verdad, no haciendo su particular lectura de los resultados como en el 23-J, sino quedando como primera fuerza por delante del PP. Una prueba de resistencia que permitiría validar la reconstrucción de su descrédito tras la amnistía y la recuperación de su caudal político entre el 28-M y el 23-J. Entonces «la máquina se gripó, dio muestras de abatimiento», explican sus más cercanos. Pero si consigue volver a remontar en el verano de 2024, «aprovechará para tomar impulso político para 2027… 2026, 2025, o cuando sea», explican desde Moncloa.

Porque no se descarta que, en caso de lograrlo, pudiera incluso forzar un adelanto electoral. «Sólo se adelanta cuando tiene oportunidad de repetir», añaden estas fuentes recordando la jugada del 23-J, cuando parapetándose en el adelanto electoral tras la derrota del 28-M, Sánchez dijo ante su Ejecutiva: «Se que solo hay una oportunidad y la voy a jugar». Era «ganar o morir», decían entonces miembros de la dirección federal que seis meses después vaticinan: «Entonces ganó y no va a parar hasta volver a ganar».

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