Podemos consumará su ruptura con Sumar en las elecciones vascas y duda en las gallegas
Un nombramiento del ministro Bustinduy irrita a Podemos Euskadi y los pablistas piden romper con Sumar en Galicia
La exministra de Igualdad, Irene Montero. | Europa Press
Podemos se acerca a la ruptura definitiva de Sumar en las próximas elecciones autonómicas vascas, y se lo piensa para las gallegas. Los morados, de momento, se mantienen formalmente en exigir a los representantes de Sumar «primarias» para poder definir el orden de las listas. Se trata de la misma exigencia que Irene Montero planteó en su día a Yolanda Díaz antes de las últimas generales, y que Sumar siempre rechazó, agarrándose al hecho de que, debido al adelanto electoral de Pedro Sánchez, no había el tiempo material para organizar una votación entre militantes. Ahora, con las elecciones vascas previstas para el próximo verano, según Podemos, los de Sumar no tienen más excusas para evitar esas primarias.
Algunos destacados miembros de Podemos arremetieron recientemente contra los representantes de Sumar por la decisión de promover a Rosa Martínez, una dirigente que, según afirman, atacó a Podemos y sus primarias en la actual legislatura. Martínez salió de Podemos después de unas primarias en 2020 que ganó Miren Gorrotxategi, candidata a lehendakari del partido morado. Pero lo hizo criticando al partido morado y cuestionó el resultado de la votación de los simpatizantes. Habló de resultado «cuanto menos sorprendente» y argumentó que en el Podemos de Gorrotxategi ella no «tenía espacio». Ahora, ejercerá el cargo de secretaria de Estado en el Ministerio de Derechos Sociales, controlado por Pablo Bustinduy.
El ascenso de Bustinduy en este departamento tiene mucho que ver con las luchas internas en Podemos. El actual ministro, que pertenecía a la corriente de Íñigo Errejón, se alejó de Podemos en 2019 tras las últimas purgas internas y la creación de Más País. Evitó pasarse al nuevo partido de Errejón, pero tampoco se alineó con la dirección estatal de Iglesias. Volvió a la primera línea de la mano de Yolanda Díaz, y ahora ha elegido de número dos para un ministerio que hasta hace pocos días controlaba Ione Belarra a una dirigente que en Podemos consideran muy contraria a su formación.
Frente duro en Euskadi
De allí que las apelaciones de los dirigentes de Sumar (entre ellos, a su portavoz Urtasun) para llegar aun entendimiento con Podemos de cara a las elecciones vascas suenan en el partido morado a «provocación» o «broma». Pilar Garrido, actual coordinadora de Podemos Euskadi e integrante de la ejecutiva estatal del partido, es proclive a romper cualquier tipo de pactos con Sumar. Así lo sostienen fuentes de Podemos que hablan ya de ruptura por la vía de los hechos entre la coalición de Sumar (que se acaba de constituir como partido político en el País Vasco y Galicia) y los de Podemos.
La desavenencia se exhibirá también durante los comicios europeos previstos para el próximo mes de junio. Para estas elecciones, todas las fuentes de Podemos aseguran que el partido querrá demostrar su fuerza electoral en una contienda directa con los de Díaz. Podemos necesita tener sus representantes en la Eurocámara por así gozar de los fondos que las instituciones europeas conceden a sus miembros. Se trata de centenares de miles de euros cada años por cada eurodiputado, que pueden gastarse con autonomía para actividades y contratación de personal de confianza. Podemos necesita de esos fondos tras sus últimas debacles en las elecciones autonómicas y municipales.
Al igual que en el caso de las elecciones vascas, no obstante, Podemos busca un argumento que sirva para explicar a la opinión pública su apuesta en solitario. Los diktat de Díaz ya justificarían esa ruptura, pero Podemos quiere también desnudar los vetos de los de Sumar sobre las primarias abiertas, y defender que, según sus estatutos, el partido no puede participar en una coalición si no se celebran dichas votaciones entre los simpatizantes.
Dudas de Galicia
Eso debería valer para los comicios europeos y también para el País Vasco, pero quedan dudas sobre el tablero gallego. Las últimas elecciones gallegas se celebraron en julio de 2020. Podemos acabó fuera del parlamento autonómico. Fue un pésimo resultado, que la dirección estatal de Podemos aprovechó para señalar a Yolanda Díaz, en un momento en el que la ministra empezaba a destacar en el gobierno de Sánchez.
Díaz entendió que esas filtraciones querían debilitarla, y ahí empezó un paulatino alejamiento de la cúpula morada, concretamente de Irene Montero (así lo desvela el libro Yolanda Díaz: la seducción del poder). Díaz sostuvo que no fue ella quien diseñó la campaña electoral de Podemos, si bien es cierto que el entonces candidato autonómico, Antón Gómez Reino, ya colaboraba activamente con ella más que con Iglesias. Y ahora suena como otro alto cargo en un ministerio de Sumar.
Ahora miembros de Podemos Galicia creen que la dirección nacional está titubeando sobre la posición que mantener ante Sumar, que como adelantó este diario ya estudia enviar de vuelta a Marta Lois para que lidere su candidatura. Detectan que en el País Vasco el partido sí tiene claro que irá en una lista diferente de la de Díaz. Pero en Galicia dudan y temen que sus dirigentes locales, concretamente Borja San Ramón, busquen una confluencia, aun a costa de disolver el partido morado en el artefacto de Díaz. En una reciente entrevista para el diario gallego Nòs, San Ramón abrió a ese entendimiento.
La decisión final la tendrá, como siempre, la dirección estatal, pero la sensación que perciben algunos en Galicia es que los coordinadores regionales no ha transmitido debidamente a sus superiores el peligro de ceder ante Díaz en esa Comunidad Autónoma. Al igual que en el País Vasco, el sector duro de afines a Iglesias y Montero quiere que el partido mire de cara y sin miedo a Sumar.
