Podemos quiere convertir la crisis de Gaza en el «nuevo Irak» para propulsarse en las europeas

Podemos diseña una ofensiva centrada en la política internacional y el gasto en defensa del Gobierno para atacar tanto a Yolanda Díaz como a Pedro Sánchez. El ex secretario general de Podemos avisó al líder del Ejecutivo tras la exclusión de los ministros morados del Ejecutivo: «Buena suerte». Concepto parecido esgrimen otros miembros del partido morado, entre ellos la actual secretaria general, Ione Belarra, quien ha avisado a Sánchez de que los apoyos de Podemos en el Congreso tienen un precio. Los ataques de Podemos en estos últimos días se centran en cuestiones como la defensa de la causa palestina, que los morados creen que el Ejecutivo debe defender con mayor firmeza. Y en lo que consideran la «hipocresía» de Sánchez, quien ha cuestionado a Israel pero al mismo tiempo ha financiado la industria bélica de Jerusalén.

«No haces nada durante mes y medio de bombardeos contra civiles y ante la presión social vas a darle la mano a un genocida. Le reprochas tímidamente que el número de palestinos asesinados es insoportable (¿habrá una cifra soportable?) mientras le estabas comprando 1.600 misiles». Así se expresó Belarra recientemente en las redes sociales para lanzar un dardo, uno de los primeros, directamente contra Pedro Sánchez. En estos últimos días, y después de la última reunión de la Ejecutiva de Podemos, los morados han decidido ignorar a Díaz y centrar su ofensiva contra Sánchez. El líder socialista es, según el relato que esgrimen en Podemos, el principal responsable de la exclusión de Podemos del Gobierno.

Los ataques de Podemos a Sánchez son avisos a navegantes. Los socialistas y también los miembros de Sumar creen que los «márgenes» de acción de Podemos son limitados. Pero no descartan sorpresas, y por eso los de Díaz ya se mueven para frenar un posible motín, convencidos de que al menos dos de los cinco diputados de Podemos, tal y como adelantó en exclusiva THE OBJECTIVE, pueden descolgarse de Galapagar.

Tablero internacional

Más allá de la votación sobre la amnistía, en el Gobierno sospechan que Podemos busque visibilidad con la votación presupuestaria, que se celebrará pocas semanas antes de las elecciones europeas de junio. Podemos concurrirá al margen de Sumar en esos comicios europeos, tal y como ya adelantó este diario. Hoy en día es casi imposible encontrar una fuente de Sumar o de Podemos que descarte esta opción. Y para ello será necesario que Podemos se desmarque de las demás opciones de izquierda.

Sumar está incómodo con la actuación de Podemos, y los morados contemplan irse del grupo parlamentario, aunque esperan en una expulsión por parte de Díaz, puesto que les haría ganar el relato del agravio. En esta guerra de narrativas contrapuestas, Podemos cree poder moverse con mayor libertad en el tablero internacional. En un reciente artículo, Juan Carlos Monedero apuntó a que la política internacional volverá a marcar la agenda pública en este nuevo ciclo político.

Lo ocurrido en Gaza e Israel después del ataque de Hamas del 7 de octubre representa algo parecido a un antes y un después. Podemos ha aprovechado la respuesta militar de Israel para proponerse como los auténticos defensores de la causa palestina en España. Se trata de una batalla tradicional de la izquierda española, algo que tanto en IU como en Sumar saben que puede movilizar a sus simpatizantes y votantes.

Podemos habla de «hipocresía» de Sánchez

Después de que Podemos empezara a exigir más contundencia al Ejecutivo de Sánchez, Díaz subió el tono para criticar a Israel y mostrarse muy preocupada por el asunto. La vicepresidenta ha elegido para uno de los ministerios bajo su control a Sira Rego, actual eurodiputada de Izquierda Unida y una de las políticas españolas más beligerantes contra Israel. La elección de Rego responde, entre otras cosas, a la voluntad de Díaz de frenar el intento de Podemos de independizarse aprovechando la crisis de Gaza.

La importancia de esta crisis es algo que en Podemos están estudiando a fondo. Los morados quieren volver a las «esencias». Es decir, una vuelta a las «trincheras», con más presencia en las calles y una critica constante al Gobierno del que ahora ya no forman parte. Como desveló este diario, Podemos sabía ya antes del 23-J que saldría del Ejecutivo, y desde entonces empezó a afilar las espadas para plantear una guerrilla parlamentaria contra todos, pero sin salir del grupo de Sumar, a menos de que Díaz decida expulsarles.

Es así que en estos días la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, ha atacado directamente a Sánchez por el dinero pagado a Israel antes de la explosión del conflicto: «800 millones de euros en misiles que se publicitan en el mercado internacional por haber sido probados en ‘terreno’. Es decir, asesinando personas. Hace falta algo de valentía y menos hipocresía para poner en marcha acciones concretas contra el genocidio. El PSOE en estado puro». Pablo Echenique también ha hablado de una compra de 1.800 misiles del Gobierno a Netanyahu, mientras los afines de Díaz recuerdan a los miembros de Podemos que ellos formaban parte del Consejo de Ministros que aprobó esa partida de gasto. Los morados, por su parte, responden que ellos se opusieron ya en ese foro.

Vida o muerte

Sea como fuera, Podemos ya tiene sobre la mesa una estrategia claramente dirigida a convertir la crisis de Gaza en uno de sus argumentos electorales. Creen que así pueden empatizar con el grueso del electorado español, y que lo ocurrido en Gaza, y el revuelo interno e internacional generado, puede retrotraer el imaginario colectivo a «un nuevo Irak» (o «Irak 2.0»). Es decir, aquella crisis de política internacional en la que se cimentó una oposición a la derecha y una nueva fórmula de izquierda todavía vigente.

Todo ello mirando a las elecciones europeas de junio, que se pueden convertir en el momento decisivo de la historia política de Podemos. Diez años después del debut político de Iglesias, y curiosamente en el aniversario de la muerte de Vladimir Ilich Lenin, el partido morado se quiere jugar en 2024 su futuro a una ruleta rusa a vida o muerte con la política internacional de trasfondo y elevando su ataque directamente contra Pedro Sánchez. «Buena suerte», ha avisado Iglesias.