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Política

Podemos busca dividir por dentro a Sumar aprovechando el «ego herido» de Errejón

El partido morado cree que Díaz evitó nombrar a Errejón como ministro y portavoz parlamentario por sus «celos»

Podemos busca dividir por dentro a Sumar aprovechando el «ego herido» de Errejón

Yolanda Díaz e Íñigo Errejón en el Congreso. | Europa Press

Podemos prepara una guerra de guerrillas contra Sumar. Los miembros de la cúpula del partido morado, es decir Pablo Iglesias, Irene Montero e Ione Belarra, tienen una ventaja: conocen muy bien el carácter de sus adversarios directos. Iglesias sabe quién es Yolanda Díaz, su carácter y debilidades. Y sabe quién es Íñigo Errejón, a quien la política gallega se resiste en dar la visibilidad que él quiere. Iglesias y Podemos sugieren que Errejón debería haber sido portavoz parlamentario de Sumar, tras su exclusión de un ministerio. Pero argumentan que Díaz lo evita porque «no quiere que nadie le haga sombra». En la guerra de guerrillas que se abre ahora entre Sumar y Podemos hay que tener bien en cuenta los «egos heridos», avisan fuentes consultadas de ambos bandos.

Este diario adelantó en exclusiva el pasado 24 de noviembre que Errejón puso sobre la mesa la posibilidad de convertirse en portavoz parlamentario de Sumar. El líder de Más País tiene un peso relativo en los equilibrios de Sumar. Más Madrid, que Errejón fundó con Manuela Carmena, es una organización que ignora a su padrino. Está controlada por dos corrientes enfrentadas entre ellas, la de Mónica García y la de Rita Maestre (con los afines a Tania Sánchez que esperan volver a la primera línea). Errejón lidera Más País, un artefacto político liquido, que carece de una organización territorial y sin clara proyección electoral, pero que cuenta con un puñado de expertos en fontanería política.

Aun así, Errejón puede presumir -y con razón- de ser el padrino de Más Madrid y, por ende, de Sumar. Sin su ruptura de Podemos en enero de 2019 (en plena crisis de gobierno de Sánchez y durante la baja de paternidad de Iglesias), difícilmente el partido morado se estaría hundiendo tal y como está ocurriendo. Mucho influyó también la decisión de Iglesias de aupar a Yolanda Díaz hasta la vicepresidencia del Gobierno, confiando en que podría controlarla. Su previsión se reveló errónea. Iglesias acertó muchos movimientos tácticos desde su entrada en la política nacional hace casi diez años, pero fracasó en 2021. Y Errejón, que en ese momento luchaba por no caer en la insignificancia congresual, se abrazó al proyecto despodemizador de Sumar para superar la tormenta.

Yolanda Díaz con Iñigo Errejón y la portavoz de Sumar en el Congreso, Marta Lois, durante la primera sesión del debate de investidura de Pedro Sánchez
Yolanda Díaz con Íñigo Errejón y la portavoz de Sumar en el Congreso, Marta Lois, durante la primera sesión del debate de investidura de Pedro Sánchez. | Europa Press

Pasar página

Errejón es el enemigo número uno de Iglesias y Montero desde aquel enero de 2019. La creación de Más Madrid derivó primero en un cisma interno entre pablistas (con salidas tan sonadas como la de Ramón Espinar), y más adelante en una dinámica de purgas y paulatino aislamiento de la cúpula. Ahora Podemos ha decidido romper oficialmente con Sumar. Al pasarse al grupo mixto, tendrá más capacidad de maniobra. La sensación que se percibe internamente es que por fin se han quitado una losa que les oprimía desde hace más de un año. La alianza calculada con Sumar, que obligó a Montero a tragar el diktat de Díaz en las listas electorales, es ya historia. Hay que «pasar página», ordenan en la formación. Pero «pasar página» no significa poner la otra mejilla. Sino todo lo contrario.

«Pasar página» significa dar por concluida la etapa de sumisión a Díaz para volver a las barricadas y reivindicar la bandera morada. Podemos venderá cara la piel. Dará una batalla parlamentaria en temas económicos, cuestiones de política internacional y de Defensa, y buscará liderar movimientos sociales y protestas, tal y como desveló en exclusiva THE OBJECTIVE. Este es el plan político de Podemos, que buscará también una alianza en el Congreso (y fuera de él) con las «otras izquierdas» de Bildu y ERC. Sobre la mesa se halla una gran alianza para las europeas, como informó este diario.

Sin ministerio ni portavocía

La lógica que subyace al pensamiento de Podemos es que el próximo año se «medirán dos izquierdas», la de Sumar y la de Podemos con todos sus socios nacionales. Y, mientras tanto, el partido morado busca debilitar por dentro a Sumar. Podemos sabe que Errejón se siente ninguneado. No ha logrado un ministerio, pero tampoco una portavocía de nivel en el Congreso. Hasta Iglesias ha afirmado en un reciente artículo para CTXT que Sumar carece de talento, y que Errejón debería haber sido elegido como portavoz. La elección de Pablo Bustinduy como ministro y no de Errejón suena a humillación, según las fuentes consultadas. «Íñigo vetado como Irene», ironizan.

Marta Lois, la catedrática gallega que Díaz ha elegido como primera portavoz parlamentaria, no despierta mucho entusiasmo. Sus compañeros gallegos y madrileños suelen tener buenas palabras para ella, pero lo cierto es que Errejón goza de más experiencia parlamentaria y mejor llegada en la prensa. El propio Errejón quiere que Díaz aproveche las elecciones gallegas para pedir a Lois que sea candidata, y heredar el papel de portavoz. Pero Díaz se resiste. Además, fuentes cercanas a Sumar activas en Galicia creen que con la ruptura entre Sumar y Podemos y ante la probable victoria de la derecha en esa región, Lois no tiene incentivos para dar el paso. Todo esto complica los cálculos de Errejón.

Podemos cree que Errejón tiene un «ego herido». Y que los «celos» de Díaz frenan su promoción en la coalición de izquierdas. De hecho, el exdirigente de Podemos aprovecha los debates parlamentarios y las demás cuestiones políticas para intervenir en los medios y hacer oír su voz, a menudo desde los pasillos del Congreso en entrevistas exprés y declaraciones esporádicas. A nivel orgánico, sin embargo, su peso sigue siendo relativo. Es por eso por lo que los morados han empezado desde el pasado lunes a tirar el anzuelo: el objetivo es aislar a Díaz, tanto frente Errejón como ante otros actores regionales como Más Madrid y Compromís. La guerra de guerrillas acaba de empezar, y Podemos tiene sobrada experiencia en ese arte. Díaz queda avisada.

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