Vox cierra filas con Ortega Smith y reprende al PP por pedir su cese
El concejal pegó un carpetazo a la botella de Fernández Rubiño, gesto por el que rechaza dimitir
Javier Ortega Smith, concejal de Vox en el Ayuntamiento de Madrid. | Diego Radamés (Europa Press)
Vox no pedirá a Javier Ortega Smith que entregue su acta de concejal en el Ayuntamiento de Madrid tras haber golpeado con una carpeta una botella de agua en medio de un ataque de ira contra un miembro de la Cámara, perteneciente a Más Madrid. El líder de los de Santiago Abascal en el Ayuntamiento también ha descartado presentar su renuncia y ha defendido que su gesto no llegó a herir a nadie.
El gesto de Smith, de esta forma, quedará impune en su formación, al menos por el momento. Desde Vox han cerrado filas con uno de sus dirigentes más conocidos a pesar de las reclamaciones de todos los grupos políticos con representación en el Pleno de Cibeles, con una especial mención al reproche del alcalde de Madrid, el popular José Luís Martínez-Almeida, que en la tarde del viernes defendió a Eduardo Fernández Rubiño, el miembro de Más Madrid con el que se encaró el dirigente de Vox.
Vox reprocha la posición del PP
En sus redes sociales, la formación de Santiago Abascal ha compartido un mensaje que no deja dudas sobre el futuro inmediato del dirigente: recibe el apoyo de su partido. «Los que se escandalizan por el show de la botella son los mismos que callaron cuando Vox sufrió lanzamiento de adoquines, palos y piedras», compartían a través de la red social X -antiguo Twitter- en la mañana del sábado.
Sin embargo, la estrategia de Vox pasa por añadir al Partido Popular a la lista de señalados tras las peticiones de cese. Los de Abascal consideran que el partido de Alberto Núñez Feijóo se ha hecho cómplice de quienes señalan las formas de Smith para criticarlas y reprenden lo que a su parecer es una doble vara de medir: «¿Pidió el PP la dimisión de los cargos de Podemos y PSOE que hostigaron y justificaron esa violencia contra candidatos, cargos y simpatizantes de VOX?».
En un mensaje paralelo, Santiago Abascal se ha sumado a esta postura y ha valorado como normal que los «socios de terroristas nacionales e internacionales se victimicen», pero ha afirmado sentirse «desolado» por ver que -siempre a su parecer- el PP «les hace el juego»: «Siempre pidiendo perdón a la extrema izquierda violenta y mentirosa».
La formación no especifica a qué actos se refiere. En el primer mensaje añaden cuatro instantáneas. En la primera se muestra la herida que sufrió la diputada de Vox Rocío de Meer cuando fue alcanzada por una piedra en un acto en Sestao en el año 2020, hecho que fue condenado por gran parte de las fuerzas parlamentarias del país -incluso por el lehendakari de País Vasco, Íñigo Urkullu, perteneciente al PNV-, entre las que se encontraba el Partido Popular.
En las dos últimas pueden observarse imágenes del acto de Vox en Vallecas durante las elecciones por la Comunidad de Madrid en 2021, que finalizaron en una espiral de violencia entre manifestantes de izquierdas contrarios a la presencia de los de Abascal en el barrio y las fuerzas de seguridad, que tuvieron que cargar ante el aumento de la violencia y tras acercarse el propio presidente de Vox al cordón, desatando los primeros conflictos.
El Partido Popular, también en este caso, no tardó en prestar su apoyo a sus socios en varias comunidades autónomas, al igual que en otros momentos en los que afiliados y simpatizantes de Vox fueron atacados o increpados en los últimos años de legislatura.
Rubiño tilda a Vox de «matones de traje y corbata»
El concejal de Madrid Eduardo Fernández Rubiño ha tachado a los representantes de Vox de «matones con trabaje y corbata que atacan la dignidad de las personas» pero les ha advertido que «no les van a amedrentar» en su acción política.
En una entrevista en RNE recogida por Europa Press, Rubiño ha denunciado así lo ocurrido ayer por la tarde en el Pleno del Ayuntamiento de Madrid. El edil de Más Madrid ha recordado que los representantes políticos, además de elaborar leyes, deben ser «un modelo de la sociedad con una actitud ejemplar». «Por eso es tan peligroso lo que hemos vivido ayer, que traspasó todas las líneas rojas, ya que supuso el acto de mayor intimidación y de violencia que yo he vivido en los años que llevo en política, que llevo ya unos cuantos», ha indicado.
Rubiño cree que es un caso más de esa «línea de puntos» que recorre la acción política de Vox constantemente, «que pasa por poner en la diana permanentemente a las personas LGTBI desde las tribunas, por esparcir discursos de odio contra las personas vulnerables, por atacar a quien piensa diferente o por deshumanizar al adversario».
«Es un partido que se ha dedicado, por ejemplo, a decir que había que colgar de los pies al presidente del Gobierno, que ha salido a manifestarse con grupos ultras que portan esvásticas en las calles de este país pidiendo que no se reconociera el resultado de las elecciones generales 23 de julio, y que efectivamente, al final, acaban llevando eso también a una agresión de intimidación.
