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Monedero enciende a los duros de Podemos tras apuntar que el partido parece «una secta»

El partido morado se hunde en Madrid tras la salida de cuatro altos cargos: «Es una desbandada»

Monedero enciende a los duros de Podemos tras apuntar que el partido parece «una secta»

Ione Belarra y Juan Carlos Monedero en un acto de Podemos. | Europa Press

Madrid se está convirtiendo en la zona cero de Podemos. En los últimos días, cuatro altos cargos de la formación morada han decidido entregar su carnet y han salido del partido. Se trata de dos excandidatos al Ayuntamiento y a la Comunidad de Madrid, Roberto Sotomayor y Alejandra Jacinto. A ellos hay que añadir la número dos en la lista electoral municipal, Carolina Alonso, y el excoordinador regional, Jesús Santos. En la formación intentan echar balones fuera, aunque reconocen que la «guerra» con Sumar es inevitable y que estas salidas son un precio a pagar para armar la resistencia. Otros miembros del partido creen que estas salidas, sin embargo, revelan que existe una «desbandada» interna. El último en sufrir los ataques del ala dura en redes ha sido Juan Carlos Monedero, quien avisó de que la formación se puede convertir en una «secta». Antes, Ramón Espinar empleó ese mismo término.

La última dirigente en dar el paso ha sido Carolina Alonso. La número dos en el Ayuntamiento de Madrid sigue así a Roberto Sotomayor, quien lideró la lista electoral del partido en el Ayuntamiento. Antes, había sido Alejandra Jacinto, excandidata a la Comunidad de Madrid, quien se había decantado por alejarse del partido morado.

Alonso ha remitido el lunes a través de las redes sociales su decisión. La dirigente habla de un «veto» hacía ella en las últimas elecciones municipales y critica la ausencia de un debate interno en Podemos. Al igual que Sotomayor, Alonso había cuestionado la semana pasada que Podemos se desvinculase de Sumar sin debate interno ni votación entre militantes. Tal y como adelantó este diario, la decisión se tomó casi en secreto para evitar filtraciones y en el partido morado señalan directamente a Pablo Iglesias como uno de los artífices de la misma.

Roberto Sotomayor y Carolina Alonso con Ione Belarra en un acto de Podemos
Roberto Sotomayor y Carolina Alonso con Ione Belarra en un acto de Podemos. | Europa Press

Papel del Canal Red

En el trasfondo del goteo de salidas se halla la crítica por el modus operandi de la dirección estatal y el hecho de que el canal de televisión de Pablo Iglesias, Canal Red, esté informando sobre los movimientos de la formación antes de que se avisen internamente a los dirigentes. Así lo reprochó Sotomayor: «Es incomprensible que los miembros de un órgano de dirección se enteren antes por Canal Red de esta noticia y que no hayan sido consultados los inscritos previamente con una pregunta clara. Y es precisamente aquí donde mantengo la diferencia política más importante: la renuncia al Frente Amplio y la doble militancia».

La salida de Jesús Santos, el pasado martes 5 de diciembre, sacudió en profundidad a Podemos. La formación morada, de hecho, decidió romper con Díaz ese mismo día, y este movimiento -que estaba en el aire- se aceleró para frenar la diáspora. Y sobre todo, para blindar el grupo de cinco diputados en el Congreso ante la aspiración de Díaz de acercarse a algunos de ellos, tal y como desveló THE OBJECTIVE.

Los dirigentes salientes critican la falta de pluralismo y debate interno. Y reprochan que la ruptura con Díaz no pasara por una consulta a la base. Los defensores de la dirección, sin embargo, recuerdan que Podemos votó poco un documento estratégico en el que se habló claramente de la «autonomía» de los morados frente a Díaz, y de su rechazo a una fusión con Sumar. En el debate previo con los militantes se incluyeron enmiendas en las que claramente se abogaba por alejarse de una dirigente a la que muchos tachan de «traidora», después de su veto a Irene Montero y los demás ministros morados.

El documento político, que se aprobó por el 86% de los militantes inscritos, fue elaborado con las aportaciones de la militancia. En él, la cúpula de Podemos deja muy claro que son una fuerza autónoma «con voz propia» y que los votos de sus diputados «se deben negociar y nunca se regalan», una advertencia que ya en su momento abría a una posible ruptura parlamentaria de Sumar y también de alejamiento de la mayoría de Pedro Sánchez, según sostiene en sector duro de afines a la dirección.

Ofensiva dentro y fuera del Congreso

Aun así, es evidente que Podemos está en ebullición. Queda por ver si la ola de defecciones se extenderá a otros territorios. En Galicia, por ejemplo, existe un feroz debate interno entre buscar una confluencia con Sumar en las próximas elecciones autonómicas, o enfrentarse directamente al partido de Díaz. Los afines a la dirección nacional quieren romper con Sumar, mientras que el coordinador regional, Borja San Ramón, abrió a una alianza con Díaz. La decisión final del partido morado todavía no se ha definido.

Las espadas están en alto. Podemos afronta su enésima salida en masa de dirigentes después de que Sumar y Díaz se han centrado en debilitar al partido de Iglesias y Montero. Esta es, precisamente, la primera acusación que los afines al núcleo duro achacan a Díaz. Los más fieles a Iglesias y Montero creen que Sumar busca, de acuerdo con el PSOE, la eliminación política de Podemos. Y que la única manera para salvar el partido coincide con lanzar una ofensiva dentro y fuera del Congreso (es decir, también en las calles) para devolver a Podemos «visibilidad» y proyección.

Monedero reacciona

Aun así, las costuras se están rompiendo por muchos lados. Juan Carlos Monedero, cofundador del partido y hasta hace poco un referente indiscutible, está criticando pública y privadamente las decisión de la dirección estatal. El pasado lunes, después de la salida de Alonso y Sotomayor, Monedero, que hasta hace poco dirigía la fundación del partido, habló del peligro para Podemos de convertirse en una formación donde todos piensan lo mismo y nadie manifiesta posiciones críticas. Apuntó a una deriva que puede convertir al partido en una «secta».

En su respuesta a Carolina Alonso, escribió Monedero: «Lamento muchísimo tu salida. Yo no quiero un grupo compacto donde todo el mundo piense idéntico. Eso es una secta. Otros creemos en la pluralidad y el disenso. ¿Cómo vamos a crecer si no es así? Ahora somos menos plurales y diversos. No te vayas muy lejos. Es una mala noticia Roberto. Gracias por tu esfuerzo y generosidad. Nos obligas a profundizar aún más en las cosas que no se están haciendo bien en Podemos».

Los ministros de Sumar, Yolanda Díaz y Ernest Urtasun, en la presentación del libro de Pedro Sánchez.

Este comentario de Monedero, así como otros pronunciados recientemente, han encendido al sector duro del partido. Monedero, al igual que otros dirigentes y referentes de Podemos, describen una situación de censura y ataques en redes sociales. Algunos apuntan directamente a campañas orquestadas desde el cuartel general del partido, señalando al equipo de guerrilla digital que controla Juanma Del Olmo. Pero otros creen que ha llegado el momento de hacer limpieza. «No quieren neutrales, van a la guerra con Sumar», resume un exalto cargo del partido.

Tras recibir duras críticas en las redes sociales, el cofundador de Podemos respondió con un largo mensaje en el que afirmó: «No me interesan los oportunistas. Me interesan los que se van porque ya no se sienten identificados y se marchan dolidos. Hay idiotas que lo celebran porque así, piensan, se salva la pureza. Cuando es una amputación. Y decir esto lo confunden con equidistancia. No sé qué habrán hecho esos feroces críticos de las redes por Podemos. ¿Me va a contar nadie a mi lo que significa que te ataquen las cloacas? Porque no tengo un maldito cargo y todos los días me señalan».

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