Un libro desvela las «despedidas encubiertas» de Juan Carlos I antes de su exilio
El Emérito montó una comida entre amigos en el Club Puerta de Hierro a la que se sumó la reina Sofía
Don Juan Carlos en su última visita a Madrid. | Gtres
Don Juan Carlos organizó dos despedidas «encubiertas» con amigos y familiares en la localidad gallega de Sanjenjo y en Madrid antes de poner rumbo a Emiratos Árabes Unidos (EAU) el 3 de agosto de 2020 a raíz del escándalo por la polémica donación saudí que había salido a la luz unas semanas antes, según desvela el periodista Alejandro Entrambasaguas en su libro Juan Carlos I. El Rey en el desierto (Ed. La Esfera de los Libros).
La despedida de Sanjenjo se conocía parcialmente. Fue en casa de su amigo de regatas y presidente del Club Náutico, Pedro Campos, a donde llegó por carretera al mediodía la víspera de su viaje secreto al país árabe. El Emérito no explicó en ningún momento a su anfitrión y su esposa, Cristina Franze, que al día siguiente pondría rumbo a Abu Dabi sin billete de regreso. «Quiso guardar el secreto y nadie, excepto su círculo más íntimo, conocería su salida de España hasta que la Casa del Rey decidiera hacerlo público», señala el autor del libro.
El padre de Felipe VI sí que le contó a Campos que al día siguiente saldría de viaje desde Vigo, pero el presidente del Club Náutico no sospechó nada porque don Juan Carlos, desde que había dejado de ser jefe del Estado seis años antes, aprovechaba los veranos para hacer largos trayectos a países poco conocidos.
«El monarca se quedó todo el día en la vivienda charlando con Campos. De hecho, la tertulia que ambos tuvieron se alargó tanto que se encadenó con la cena». Durante ese tiempo, estuvieron dialogando de manera distendida sobre barcos y regatas, que son los temas de conversación que suelen tener ambos.
Al día siguiente, cuando el Palacio de la Zarzuela hizo público el comunicado, el Emérito llevaba una hora en Abu Dabi. «Campos se quedó impactado por la normalidad con la que actuó don Juan Carlos durante la jornada que disfrutó a su lado. Nunca imaginó que se trataba, en realidad, de una despedida encubierta en forma de última cena», apunta Entrambasaguas.
La otra despedida que menciona el libro fue unos días antes en la capital, con un reducido grupo de personas que formaron parte de su círculo de confianza durante su reinado, y era desconocida. Don Juan Carlos montó una comida entre amigos en el restaurante del Real Club Puerta de Hierro de Madrid, uno de los clubes de socios más privados del país. «Fue una comida que revitalizó al monarca. Durante su desarrollo se estuvieron recordando anécdotas y rememorando viejos tiempos. El Rey se encontró en una especie de limbo emocional».
En un momento determinado, apareció la reina Sofía. «Su llegada fue un verdadero punto de inflexión en la comida y provocó un sorprendente giro del almuerzo. La sorpresa y el afecto llenaron la habitación mientras doña Sofía se acercó al Rey. Su aparición fue inesperada para todos, excepto para él», se indica en Juan Carlos I. El Rey en el desierto.
«Era evidente que su presencia había añadido una capa adicional de significado a esta reunión aparentemente casual. Mientras la comida avanzaba, los sentimientos de don Juan Carlos se volvieron aún más complejos. La presencia de la Reina en ese momento significó mucho para él. Se dio cuenta entonces de lo afortunado que había sido por tener a su lado a una persona tan leal y comprensiva durante todos esos años», explica el autor del libro sobre aquel momento entre los Reyes eméritos.
