Yolanda Díaz pone en alerta Sumar: si Colau no acepta ir a las europeas, el 'plan b' será Errejón
Díaz contempla un encaje de bolillos con la portavocía parlamentaria que empuje a Errejón hacia Bruselas
Yolanda Díaz e Íñigo Errejón en el Congreso. | Europa Press
Yolanda Díaz no quiere dar pasos en falso en las próximas elecciones europeas. Sumar no tiene buenas perspectivas electorales en las autonómicas gallegas del 18 de febrero, donde puede quedar sin escaños y necesita un resultado contundente en los comicios de junio. Hasta ahora, Ada Colau era (y sigue siendo) la primera opción como candidata de Sumar. Pero la exregidora de Barcelona ha trasladado al partido de Díaz que no tiene intención de mudarse a Bruselas. De ahí que la vicepresidenta segunda piense en un plan b, tal y como ha podido saber THE OBJECTIVE. Se trata de plantear a Íñigo Errejón el papel de líder de la candidatura europea, intentando forzar al fundador de Más País, aunque éste de momento tampoco estaría por la labor. Sumar necesita a un candidato de peso para la lucha con Irene Montero: «Sumar se juega mucho en las europeas. Es un derby con Podemos y Yolanda quiere aniquilar a Irene», deslizan fuentes conocedoras de esta propuesta.
Díaz tuvo problemas para elegir a su candidato en Galicia. Y no quiere que se repita ese mismo guion en las europeas. Así que la política gallega ya piensa en un encaje de bolillos que desde Barcelona, pasa por el Congreso de los diputados hasta la Eurocámara. Colau, según ha trasladado a Díaz, no quiere ir de candidata a las europeas. «Ada no está en esto», comentan algunos. Otros sostienen que «el problema es de carácter personal y familiar». Pero lo cierto es que aunque Díaz todavía piensa poder convencer a la exalcaldesa, sus opciones van enfriándose. Incluso si los socialistas pactan una entrada en el gobierno municipal de Junts.
Es por esto por lo que, de repente, las miradas se dirigen hacia Errejón. El fundador de Más País ha entregado la escasa organización de su partido a Sumar. Pero eso no es suficiente para que herede el cargo de Marta Lois en el Congreso, según un planteamiento táctico que adelantó este diario y en el que sigue creyendo Errejón. Su «habilidad retórica», comentan algunos, es su primera baza. Pero carece de fuerza política, y empieza a tener adversarios internos que quieren evitar su ascenso hasta la portavocía.
Presión interna
¿Quiénes son los adversarios de Errejón en esta particular carrera? Las fuentes consultadas apuntan a Enrique Santiago, líder del PCE y dirigente de Izquierda Unida, y Aina Vidal, referente de los Comunes y actual portavoz adjunta de Sumar. «Aina lo está haciendo muy bien, mucho mejor que Lois», sostienen en Sumar aquellos que se declaran partidarios de su candidatura para la portavocía. Vidal forma parte de los Comunes, la formación catalana de Colau que con Más Madrid y Compromís representan los verdaderos pilares de Sumar. De ahí que los catalanes quieran promover a Vidal, y Santiago podría poner en su favor los votos de Izquierda Unida.
Santiago, sostienen fuentes de Izquierda Unida, está más centrado en cómo se desarrolla la salida de Alberto Garzón y quién hereda el cargo de coordinador federal. La ministra Sira Rego aspira a ello. Pero ya es ministra, y Santiago y las demás corrientes de IU no la quieren al frente del partido. Sobre todo la poderosa sección andaluza, donde apuestan por Toni Valero. Santiago ejerce de facto de fontanero parlamentario de Díaz, y aunque ha anunciado públicamente que aspira a la portavocía, algunos creen que se trata de una maniobra de despiste para anular a Errejón y dar vía libre a Vidal. Otro encaje de bolillos, pero que influirá en la lista de las europeas.
De quedarse sin portavocía, la operación de Errejón se quedaría a medio camino. Tras haber logrado que Lois saliera del Congreso para volver a Galicia, la segunda parte de su plan se complicaría. Y de mantenerse el no de Colau a Europa, la lideresa de Sumar podría ejercer toda su presión sobre Errejón: «Su nombre circula con fuerza, y aunque Íñigo no quiere ir a Europa, sabe que en la política hay una diferencia entre el querer y poder», explican fuentes de Sumar.
Visto bueno de Más Madrid
Para estas fuentes, Errejón debe medir bien sus exigencias y asumir cuál es su papel en este momento. La cúpula de Más Madrid ya habría dado el visto bueno a esta opción. Algunos de los integrantes destacados de esta formación, entre ellos Mónica García, no tienen particular apego al político madrileño. Según Podemos, Díaz no quiere que nadie le haga sombra. Pero ha aceptado en muchos ministerios a personas de confianza del político madrileño, lo que también irrita a IU y a los Comunes. En IU, además, no olvidan que el fundador de Más País fue el ideólogo del plan de Podemos de eliminar su partido, mientras que Iglesias abogó por un pacto que dio vida a Unidas Podemos.
La cuestión central para Díaz es que las europeas ofrecen la oportunidad de acabar con Podemos, dejando a Montero e Iglesias tocados de muerte. Y la trascendencia del choque electoral impone elegir a un candidato de cierto peso mediático. La posibilidad de que Ernest Urtasun, exeurodiputado y ahora ministro de Cultura, o Eugenia Rodríguez Palop, excandidata de Unidas Podemos en 2019 y ahora miembro de Sumar, lideren esa lista se reduce cada día que pasa. Mientras que la cotización de Errejón va in crescendo, aunque no se puede descartar el temor de éste a una pelea directa con Irene Montero y lo que queda de Podemos.
En este partido sostienen que la negativa de Podemos al decreto sobre los subsidios por desempleo ha dañado la imagen del partido morado. En Podemos piensan todo lo contrario: consideran que han debilitado a Díaz; lanzado un mensaje claro al presidente y a sus colaboradores y ofrecido a la opinión pública una imagen de firmeza. Díaz sufrió la semana pasada su primera derrota parlamentaria, recuerdan. Pero tanto en Podemos como en Sumar saben que la confrontación de junio será a vida o muerte.
Errejón sigue siendo el enemigo número uno tanto de Montero como de Iglesias, pero una confrontación directa asumiría inevitablemente un sabor épico. El cierre de una época. Máxime porque se celebraría en el décimo aniversario de vida de Podemos. Y en unos comicios europeos, los mismos donde Podemos dio el campanazo en 2014 y en los que ahora se juega su supervivencia.
