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Elecciones europeas

Montero se aferra a la baja participación para sacar su escaño en las elecciones europeas

Contrariamente a lo habitual, los hombres manifiestan ahora más «simpatía» por el partido morado que las mujeres

Montero se aferra a la baja participación para sacar su escaño en las elecciones europeas

Irene Montero, candidata de Podemos a las elecciones europeas | Europa Press

Podemos no está logrando un efecto revulsivo tras el anuncio de que Irene Montero sea la candidata del partido para las europeas de junio. El pasado viernes, Podemos ratificó la candidatura de Montero después de un proceso de votación interna. La exministra de Igualdad ha logrado un 85% de avales entre los militantes. Pero a nivel demoscópico existen ciertas dudas sobre el buen éxito de la operación. Montero, después de la exclusión de las listas electorales y del ministerio, anhela una venganza contra Yolanda Díaz. Las encuestas, sin embargo, revelan que desde su anuncio en diciembre, la estimación de voto y de «simpatía» del electorado ha caído, sobre todo entre las mujeres.

Podemos salió de los principales estudios demoscópicos tras la inclusión de algunos de sus dirigentes en las listas de Sumar. A partir de ese momento, la coalición Sumar englobó los datos del partido morado. Tras su ruptura en el Congreso, con la escisión de sus diputados, la formación de Ione Belarra volvió a aparecer en las encuestas. El último barómetro del CIS refleja una estimación de votos para Podemos que se mueve alrededor del 2% de los electores. Según las últimas elecciones europeas de 2019, este porcentaje correspondería a unos 600.000 votos, necesarios para enviar a Bruselas un representante. Una cifra muy superior a la de las anteriores elecciones (2014), cuando 300.000 votos correspondían al mismo 2% de votos y un escaño.

En 2014, con una participación inferior al 50% del censo, 500.000 votos eran suficientes para alcanzar dos eurodiputados. Con un millón de papeletas, los diputados europeas fueron cuatro. En 2019, sin embargo, debido a una participación superior al 60% del censo, el umbral para alcanzar representantes creció. La Coalición por una Europa Solidaria (formada por varios partidos nacionalistas, entre ellos el PNV) logró tan solo un escaño con 633.000 votos. Junts per Catalunya obtuvo más de un millón, y envió a Bruselas tan solo dos diputados. De repetirse esta cifra de alta participación (por encima del 60% del censo), se complicaría para Podemos su proyecto de mantenerse en las instituciones europeas con Irene Montero. Todo dependerá, por lo tanto, de la participación electoral: si es baja, y los morados logran mantener un núcleo duro de papeletas, será más fácil sacar su escaño.

Mínimo histórico de «simpatía» electoral

Los primeros datos publicados por el CIS revelan, por otro lado, que el efecto Montero todavía no se percibe a nivel demoscópico. La suma de la estimación de voto y «simpatía», calculado por el centro de estudios que dirige José Félix Tezanos, señala que un 3% de los hombres se decantaría por Podemos, y un 1,6% de mujeres. Un año antes, en enero de 2023, Podemos alcanzaba un 11,3% y 11,1%, respectivamente, de apoyos. En 2022, estas cifras eran prácticamente iguales, mientras que en 2021 rondaban el 8%. En general, se detecta una caída de los apoyos femeninos al partido morado, ahora liderado por Montero.

Centrándose en la «simpatía» que cada partido político despierta en la ciudadanía, según el CIS Podemos también ha ido cayendo en tan solo dos meses. En diciembre, el 1,2% de hombres españoles se decantaba por el partido morado, y un 1,1% de mujeres. En el barómetro del mes siguiente (enero de 2024), esta cifra ha bajado hasta el 0,7% y 0,3%, respectivamente. Se trata del mínimo histórico del partido morado en las encuestas del CIS.

Más hombres que mujeres

Durante todo el año pasado, las mujeres mostraban más simpatía que los hombres hacia Podemos. En enero de 2023, por ejemplo, el 3,7% de las mujeres españolas manifestaban su «simpatía» por Podemos, frente a un 2,7% de hombres. En septiembre estos datos ya habían caído en picado, posiblemente por la irrupción de Sumar.

El barómetro de ese mes de septiembre recogía que el 0,9% de mujeres se decantaba por Podemos, frente al 0,7% de hombres. En noviembre los datos eran parecidos: 1,6% de mujeres, frente al 0,9% de hombres. Sin embargo, en enero de 2024 estas cifras se han dado la vuelta, y ahora tan solo un 0,3% de mujeres declara su simpatía por el partido morado, frente al 0,7% de hombres. Es decir, que en término de «simpatía» pura, ahora los hombres respaldan más a Podemos que las mujeres. Sumar, por ejemplo, cosecha la simpatía del 4,1% de mujeres y de un 2,4% de hombres.

Estos datos revelan, al menos según el CIS, que la candidatura de Irene Montero, anunciada el pasado 15 de diciembre y ratificada el viernes, tarda en despegar. Y que, concretamente, no lo hace en el electorado femenino. Contrariamente a la tendencia habitual, ahora son los hombres que manifiestan más «simpatía» por el partido morado que las mujeres, aunque en su traducción de «voto+simpatía» elaborado por los analistas del CIS, el electorado masculino sigue siendo el que más votaría a Podemos. Sumar, en cambio, sustrae a los morados mucho de su electorado femenino. Quedan cinco meses para dar la vuelta a esas cifras y permitir a Podemos sobrevivir en su encrucijada más delicada.

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