Albares premia a su hombre de confianza en Exteriores con la embajada en Suecia
Sorpresa en el ministerio ante la salida del subsecretario. Guillermo Ardizone irá a Noruega y Javier Istúriz a Omán
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha decidido premiar a su subsecretario, el diplomático Luis Cuesta, tras dos años y medio trabajando codo con codo en el ministerio con el puesto de embajador en Suecia en sustitución de Cristina Latorre, quien será la próxima embajadora en Turquía, según desvelan fuentes diplomáticas a THE OBJECTIVE.
Cuesta saldrá del ministerio dentro de unos meses, una vez que las autoridades suecas hayan dado la luz verde a su plácet y el Consejo de Ministros proceda a su nombramiento. Su salida supondrá también que su jefe de Gabinete, Javier de Istúriz, se convierta en embajador en Omán.
Además, el director general de Política Exterior y de Seguridad, Guillermo Ardizone, será el próximo jefe de legación en la embajada española en Noruega, donde ha estado destinado José Ramón García desde septiembre de 2020. Este último es un diplomático cercano al PP ya que dirigió el área de Internacional en Génova y en julio de 2018 llegó a presentarse a las primarias a la presidencia del partido, que ganó Pablo Casado, después de tres legislaturas como diputado.
El subsecretario nació en 1968 en La Pobla de Segur (Lérida), la misma localidad natal que Josep Borrell. Empezó su carrera en Nueva York como experto en el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y luego pasó a ser consejero en la embajada en Colombia (1998-2000) y secretario en la embajada en Italia (2000-2005). Ese año se incorporó al Ministerio de Defensa como asesor diplomático. En 2007 el entonces ministro, el socialista José Antonio Alonso, lo nombró secretario general de Política de Defensa (Segenpol), un cargo con rango de subsecretario equivalente al número cuatro de la cúpula civil del departamento. La sucesora de Alonso, Carme Chacón, le mantuvo en dicho puesto hasta 2011.
Con la llegada del PP al poder, Cuesta fue destinado como embajador en Tanzania. En agosto de 2015 se convirtió en número dos de la representación permanente de España ante la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), con sede en Viena. Además de numerosos artículos y diversos relatos, ha publicado tres novelas: El mástil mudo (1996), en español; La pell del llop (1999), y El misteri del forat del serpent (2013), en catalán.
El subsecretario ha sido una persona de la máxima confianza de Albares desde que este último fue elegido ministro de Exteriores en julio de 2021 y el único alto cargo que fue confirmado en su puesto tras la confirmación del jefe de la diplomacia española el pasado mes de noviembre.
Como tal, ha tenido que lidiar con los problemas del ministerio como la falta de un reglamento de la Carrera Diplomática, una de las promesas de Albares y varios de sus predecesores. La Asociación de Diplomáticos Españoles (ADE), la mayoritaria del colectivo, le advirtió recientemente en un informe desvelado por THE OBJECTIVE del «deterioro imparable» de la red consular «debido a la insuficiencia de los presupuestos para atender el aumento continuo de la demanda de servicios consulares».
Además, la ADE le trasladó en enero su intención de interponer una demanda judicial contra Hacienda si no se les actualiza este año las ayudas a la escolarización que tienen los diplomáticos destinados en el extranjero y el resto de funcionarios expatriados. Un subsidio que lleva congelado 23 años.
La última polémica interna ha sido el récord en la convocatoria interna de plazas en el extranjero para este 2024: un total de 330 diplomáticos, un tercio del total en activo, han pedido ser destinados fuera de Madrid y ocupar uno de los 123 puestos que están en juego en embajadas y consulados. Entre los solicitantes hay una quincena de subdirectores generales, una cifra sin precedentes.