Díaz ofrece a Más Madrid cargos ministeriales para que cedan en la lista europea
La lideresa de Sumar intenta que el partido madrileño se conforme con direcciones generales y deje un hueco a IU
La negociación para las listas electorales de Sumar para las europeas amenazan con convertirse en otra pelea interna, con tintes parecidos a lo que ocurrió con Podemos en el 23-J. Entonces, Díaz vetó directamente a los morados para dejar todos los huecos disponibles para los demás socios: IU, Más Madrid, Compromís y los Comunes, sobre todo. Ahora, sin embargo, las perspectivas electorales van a la baja, y tal y como adelantó THE OBJECTIVE, se ha activado una lucha fratricida para obtener uno de los «puestos de salida» en dichas listas.
Más Madrid considera, según ha podido saber este diario, que por peso electoral tiene derecho a uno de los puestos más altos en las listas europeas. Las expectativas no son buenas. En el entorno de Sumar se habla de que el partido de Díaz tendría asegurados tan solo tres eurodiputados. Esto significaría alcanzar alrededor de un millón de votos en las europeas. Se trata de una cifra decepcionante, que puede abrir un debate interno sobre el liderazgo de Díaz después del fracaso gallego, que la vicepresidenta debe atajar antes de tiempo.
Los Comunes de Ada Colau tienen amarrado un puesto destacado en las listas. La negociación con Carles Puigdemont convierte al partido de Colau en estratégico para el presente y el futuro de Díaz. En cambio, el que podría sufrir en este reparto de cuotas es Compromís. Los valencianistas no quieren, sin embargo, renunciar a su escaño europeo. Cada eurodiputado maneja unos fondos anuales que no puede perder tras la caída del Gobierno del Botànic. Compromís ya ha avisado a Díaz de que no aceptará nada por debajo del tercer puesto de las listas.
Miedo de IU a ser desplazado
En este difícil encaje de bolillos, Izquierda Unida teme quedarse desplazada. Los de IU lograron in extremis un ministerio, el de Sira Rego, que es poco más que testimonial (políticas juveniles), pero lograron mantener un departamento tal y como hizo Alberto Garzón, útil por lo menos para atajar el debate interno sobre la permanencia en Sumar. La cúpula de IU quiere seguir respaldando a Díaz, pero alerta de que necesita entrar en la Eurocámara. Y para hacerlo ya ha lanzado un aviso a navegantes.
El pasado fin de semana, IU filtró que exige a Díaz una reflexión sobre el modelo de partido que, de facto, obligue a Sumar a renunciar a cualquier tipo de presencia territorial en las regiones donde ya trabajan sus socios. Es decir, todas las más pobladas y donde se sacan más escaños para las elecciones. Se trata de una manera de mantener a Sumar en un estado larval, y siempre a la merced de sus socios territoriales. Un planteamiento que va en contra del plan de Díaz, inspirado por Errejón, que pasa por crear una red de presencia territorial.
Mientras IU y Compromís se pelean por un escaño, queda por resolver el papel de Más Madrid. Y según ha podido saber este diario, Díaz está maniobrando para que los madrileños de Mónica García y Rita Maestre renuncien a sus pretensiones de tener un escaño europeo a cambio de cargos ministeriales. El último fichaje de Jazmín Beirak (diputada autonómica de Más Madrid y anteriormente de Podemos en la Asamblea de Madrid) como directora general de Derechos Culturales en el ministerio de Cultura, controlado por Ernest Urtasun, responde a ese planteamiento.
Cargos a cambio de un paso atrás
Díaz está prometiendo otros cargos, como direcciones generales, al partido de García y Maestre para que se aparten de la carrera por el puesto de salida en Europa. El problema, asumen las fuentes consultadas, es que Sumar no tiene muchos cargos que repartir. El grueso ya ha sido distribuido, aunque la vicepresidenta sí espera que sus promesas convenzan a los socios madrileños, lo que permitiría dejar libre un hueco para las listas europeas a IU o Compromís.
Aunque Más Madrid cediera, la situación no se resolvería del todo. Es, de hecho, posible que Más Madrid pida el mismo sacrificio también a Díaz, para asegurarse que los de Compromís entren en la Eurocámara. Díaz debería dar a Sumar, su partido, el cabeza de la lista. Pero si Díaz renuncia a ello, entregándoselo a los Comunes, tanto IU como Compromís ganarían su pulso. Más Madrid podría ir de quinto, salvando los muebles en el caso de un resultado aceptable, y de todas formas, pudiendo explicar a las bases su elección. Pero para Díaz no tener a un referente propio en las instituciones europeas sería, sin duda, una humillación.
Todavía quedan tres meses para la celebración de las elecciones europeas. Antes, Sumar deberá enfrentarse a los comicios vascos, que se celebrarán en abril. Otro pinchazo podría ser muy dañino para un proyecto que acaba de nacer. Los últimos sondeos nacionales hacen temblar a los de Díaz. Sumar, el partido que aspira a repetir la trayectoria de Unidas Podemos, pero «sin ruido», experimenta una caída en las encuestas: ya va por debajo del 10% en estimación de voto. La amnistía a Puigdemont y los escándalos de corrupción del Gobierno de Sánchez pasan factura, a la vez que empieza a crecer el malestar entre sus bases y afines por la falta de contundencia ante la corrupción del PSOE. Aunque esta es ya otra historia.