Aragonès busca recuperar foco con unos comicios sin Puigdemont y con Illa cuestionado
ERC opta por dar un golpe de timón ante la previsión de no mejorar sus resultados si agota la legislatura
Pere Aragonès, presidente de la Generalitat. | Jordi Bedmar y Arnau Carbonell / Govern
El adelanto electoral convocado por el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha cogido de improviso a sus contrincantes políticos, a excepción de los Comuns. La decisión del mandatario catalán obliga a Junts per Catalunya a designar cuanto antes un candidato a presidir la Generalitat, con la incógnita de si Carles Puigdemont podrá presentarse con este escaso margen hasta la fecha de los comicios, el próximo 12 de mayo. También coincide en un momento de debilidad del líder del PSC, Salvador Illa, –hasta ahora favorito en los sondeos–, debido a la trama de Koldo y su implicación en la compra de mascarillas y material sanitario durante su etapa al frente del Ministerio de Sanidad.
Las fuentes políticas consultadas por THE OBJECTIVE ven mucho «tacticismo» en el anuncio de Aragonès y sospechan de una «escenificación de choque» entre ERC y los Comuns para no aprobar los Presupuestos de la Generalitat y, de este modo, ir a elecciones y frenar el auge de Junts ante una eventual vuelta de Puigdemont. El último barómetro del Centre d’Estudis d’Opinió –el CIS catalán–, de noviembre, daba como ganador de las elecciones al PSC (con 39-45 escaños), seguido de ERC (29-34), Junts (19-24) y el PP como cuarta fuerza (12-17). Por detrás quedarían En Comú Podem (10-14), Vox (6-9) y, por último, la CUP (4-8).
«Alianza de izquierdas»
ERC y los Comuns quieren revalidar una «alianza de izquierdas» con el PSC y para ello necesitan que los de Puigdemont tengan poco peso parlamentario. Desde En Comú Podem consideran que su posición de firmeza contra el proyecto de Hard Rock les avala como fuerza de la izquierda alternativa y que, además, pueden obtener réditos del buen resultado que obtuvo Yolanda Díaz en Cataluña en las generales del 23 de julio.
En lo tocante a ERC, sus malos resultados en las elecciones municipales y generales han obligado a dar un golpe de timón antes que dejar morir la legislatura. Si Moncloa temía que decidieran convocar el mismo día de los comicios europeos, la dirección del partido republicano no ha querido asumir riesgos con una doble convocatoria. Su estrategia pasa por haber cogido a contrapié a Junts y abortar las posibilidades de una nueva lista independentista. En este «cuarto espacio independentista» estudiaban competir tanto la candidatura cívica de la ANC, el nuevo partido de Clara Ponsatí y la Aliança Catalana de la alcaldesa de Ripoll, Sílvia Orriols. Asimismo, y como informó este medio, buscan erosionar el liderazgo de Illa con la trama Koldo.
Presupuestos prorrogados
Aragonès ha motivado el adelanto electoral con el ‘no’ del resto de grupos políticos a los Presupuestos. No obstante, en las últimas décadas la prórroga de las cuentas públicas han sido la norma y no la excepción. Y en la mayoría de ocasiones no ha suscitado ninguna convocatoria de elecciones. En este sentido, los partidos de la oposición asumen que solo «el interés partidista» de ERC y Comuns ha propiciado el adelanto electoral.
Esta nueva convocatoria sitúa el inicio de campaña electoral el próximo 26 de abril. Tras el anuncio de Aragonès, el resto de formaciones políticas han valorado la nueva coyuntura. Para el secretario general de Junts, Jordi Turull, el presidente catalán ha tomado la decisión de avanzar los comicios por «sectarismo y por un cálculo electoral». En sentido opuesto, Illa ha afirmado que «cuanto antes voten los catalanes, mejor» porque a su juicio la región «necesita estabilidad, agua, una educación y una sanidad que funcionen, seguridad en las calles o infraestructuras, entre otras cuestiones».
Por su parte, el diputado de la CUP en el Parlament Xavier Pellicer, ha acusado de «irresponsabilidad» al Govern por no conseguir tramitar los Presupuestos con el complejo turístico del Hard Rock como principal discrepancia entre las formaciones. La líder de los Comuns en el Parlament, Jéssica Albiach, ha asegurado que Aragonès «centrifuga responsabilidades» y le ha recordado que era él quien tenía la obligación de articular una mayoría para aprobar los Presupuestos.
El presidente del PP de Cataluña, Alejandro Fernández, ha optado para dirigirse a su principal rival en el espacio constitucionalista: el PSC. Ha dicho que es «imposible» que Salvador Illa pueda liderar una nueva etapa para Cataluña tras las elecciones del 12 de mayo. El líder de Ciutadans, Carlos Carrizosa, ha asegurado que aspiran a gobernar Cataluña de otra forma: «Vamos a ir a por todas». El líder de Vox en el Parlament y secretario general del partido, Ignacio Garriga, ha afirmado que «estamos preparados para seguir liderando esa necesaria reacción de la gente del campo, de los trabajadores, de los padres de familia»
Que los del PSC pongan las barbas a remojar, visto lo ocurrido en Galicia.
Al parecer hay acuerdo ERC – PSOE en la convocatoria. Buscan hacerle la cama a Puigdemont y Junts para borrarlos del mapa. Todo ello pasando por encima del PSC, y del investigado Illa.
Se repite la historia, PSOE da un paso atrás para que sus socios secesionistas den un paso adelante. Otra vez deja tirado a su electorado y a sus cuadros en las autonomías, por un interés personal.
Espero que sus votantes no nacionalistas lo vean venir y elijan mejor opción que el corrupto y traidor PSOE.
Pedro y Begoña. Pareja de hecho y de cohecho.
La buena estrella del señor Sánchez parece que termina, hasta un gato tiene «solo» siete vidas. No sería descartable que el señor Puigdemón se presente a las elecciones, que el señor Illa no termine recogiendo los frutos de la «reconciliación» y que, ya todos amnistiados (que les quiten lo bailado) decidiesen unir sus odios (externos y, sobre todo, internos) y, con mayoría absoluta, formar un nuevo gobierno netamente independentista, con un código penal menos exigente y mostrando con descaro el culo al gobierno de» Madrit». Habríamos hecho (habría hecho el señor Sánchez) un pan como unas hostias. La buena noticia sería que el señor Sánchez sería lapidado políticamente y ni siquiera podría relamerse las heridas con un cargo de relumbrón en el extranjero. La mala malísima que los españoles (catalanes incluidos) pagaríamos caro los platos rotos de este peligroso personaje. ¡¡Que la historia lo maldiga!!. No habrá piedad para los malvados. O eso deseo.