Díaz pierde la batalla frente a los más duros de IU, que imponen su candidato a las europeas
La vicepresidenta prefería un perfil menos radical y de la corriente de IU más proclive a una fusión con Sumar
Yolanda Díaz ha perdido su apuesta en Izquierda Unida para incluir en la lista europea de Sumar al perfil que ella más deseaba. Tal y como había adelantado THE OBJECTIVE, la lideresa de Sumar quería que la candidata Henar Moreno ganara las primarias de IU, para que fuera la elegida como principal opción de su partido en la cuota correspondiente para la lista de los comicios europeos. Sin embargo, los sectores de IU que empiezan a mostrarse más críticos con Díaz han hecho frente común para revalidar al actual eurodiputado Manu Pineda, quien ha resultado ganador con más del 60% de apoyos en las primarias, frente al 12% de Moreno. Para Díaz esa elección representa un revés respecto a sus intenciones de suavizar su lista y demostrar que puede controlar a IU, según comentan fuentes de Sumar.
Pineda tenía el respaldo directo de Enrique Santiago, líder del PCE y cada vez más cercano al grupo andaluz de IU y del PCE, que se muestra más crítico con las injerencias de Díaz en IU. En el trasfondo de todas las operaciones se halla la definición de la nueva cúpula de IU, con dos grupos enfrentados. Por un lado, el tándem Sira Rego-Ismael González (su pareja y encargado de la organización de IU), respaldados por Alberto Garzón, y por el otro, el tándem Toni Valero-Amanda Meyer, fuertes en Andalucía y muy influyentes sobre las decisiones de Santiago, puesto que en el último congreso del PCE revalidó en la secretaria general gracias a los apoyos andaluces.
Como publicó este diario, IU se encuentra en una encrucijada sobre la candidatura europea. Díaz quería que se impusiera Moreno, porque le permitiría reforzar su influencia sobre el partido, mientras que los otros sectores, en general más reacios a una fusión en Sumar, se conjuraron para respaldar a Pineda. Este último, además, representa una corriente más radical de la formación, con un vínculo muy fuerte con Palestina y Cuba y posiciones muy críticas sobre la guerra en Ucrania y la preferencia de la agenda verde sobre la social (como en cambio defiende el sector de Errejón, hegemónico en Sumar). La contundencia de la victoria de Pineda en las primarias lanza mensajes autonomistas muy claros a Díaz, asumen desde IU.
«Izquierda sin complejos»
Después de su aplastante victoria en las primarias de IU, Pineda ha reiterado algunos puntos fuertes de su propuesta política: una «izquierda fuerte y sin complejos», «lucha por el ecologismo» pero también por la «paz», y que «que ponga en el centro las luchas de las clases populares». Pero la clave atañe a los equilibrios internos en IU y en la voluntad de Díaz de interferir en ellos. Importantes federaciones del partido, como la madrileña y la andaluza, están mostrando cada vez más disconformidad con las elecciones político-estratégica de Díaz, y empiezan incluso a cuestionar su liderazgo. Aunque todo quedará supeditado al resultado de las europeas, tal y como ya adelantó THE OBJECTIVE.
La elección de Pineda, por otro lado, complica el encaje de bolillos que Díaz deberá resolver para la redacción de la lista europea. Todavía no se conoce el nombre oficial del candidato. Además del de miembros de la corriente errejonista y de María Eugenia Rodríguez Palop, ha cobrado fuerza el de Estrella Galán, directora general del CEAR. Galán sería la opción principal de Díaz para la candidatura de Sumar, aunque queda por ver si la vicepresidenta impondrá a su elegida como cabeza de lista, y si los socios aceptan esta opción.
IU sabe que no tendrá el cabeza de lista, pero necesita uno de los llamados «puestos de salida». Pineda, cabe recordarlo, fue elegido eurodiputado en las pasadas elecciones de 2019, en un equipo europeo liderado por Rodríguez Palop, y en el que destacaban Urtasun y Sira Rego, ahora ministros del gobierno de coalición. Los demás integrantes de aquel grupo fueron Idoia Villanueva, de Podemos, y Miguel Úrban, del sector anticapitalista.
Los portavoces y dirigentes de Sumar dejan entender que el partido de Díaz aspira a tener hasta seis eurodiputados. Pero este cálculo estaría «inflado», según las fuentes consultadas. Pues el partido fucsia se movería en cifras más bajas, alrededor de los tres escaños. De ser así, será difícil para Díaz argumentar que su proyecto político sigue teniendo el atractivo esperado. Pero sobre todo acabaría decepcionando a algunos de sus socios, que quieren entrar en el Parlamento Europeo para tener acceso a los fondos de los que disponen los eurodiputados.
Presión sobre Díaz
Pineda es uno de ellos. Para IU, al igual que para Compromís, Comunes y hasta Más Madrid, es importante tener a su persona de confianza en el Parlamento Europeo. Pero si Díaz se decanta por relegar a IU por detrás del tercer escaño, la formación corre peligro de quedarse sin representación. Algo parecido le pasa a Compromís, que ya ha avisado a Díaz de que exige estar entre los tres primeros puestos de la lista.
Más Madrid podría renunciar a figurar en los llamados puestos de salida, tal y como publicó este diario, pero a cambio de más prebendas ministeriales. Y el problema es que Díaz y no dispone de muchos cargos, a la vez que las relaciones con el PSOE se van enfriando e incluso hay quien habla de una posible remodelación del Ejecutivo –con menor poder para Sumar– si fracasa en los tres próximos ciclos electorales: el vasco, el catalán y el europeo.
La sensación de que todo pende de un hilo empieza a circular en diferentes sectores de Sumar. Así como el malestar por los sondeos que detectan una caída paulatina de esta marca política. Los Comunes ya habría avisado a Díaz de que no quieren que Sumar se involucre en las elecciones autonómicas del 12 de mayo, y que solo quieren una presencia testimonial de Díaz. El fracaso gallego, con Sumar con tan solo 1,9% de votos, sigue sobrevolando sobre la vicepresidenta del gobierno.
Entre Díaz y Ada Colau también se estarían experimentado choques y desconfianza. Díaz afronta unos meses muy delicados para la consolidación de su liderazgo, y necesita que IU no se convierta en otra piedra en el zapato en este proceso. Pero la victoria de Pineda suena a aviso a navegantes, y revela la debilidad orgánica de una dirigente que hay muchos en su espacio acusan de «haberse entregada al errejonismo».