Díaz y Urtasun maniobran para aislar a Colau tras su 'no' a Collboni: «Colapsará la ciudad»
Colau ha perdido la confianza en Díaz, quien quiere aislarla para promover a los ex de Iniciativa al mando de los Comunes
Yolanda Díaz con Ernest Urtasun, y al fondo Ada Colau, en la Asamblea de Sumar. | Europa Press
El sector catalán de Sumar afronta una guerra interna que podría modificar para siempre sus equilibrios. Tal y como publicó este diario, Ada Colau ha ido alejándose de Yolanda Díaz, a la vez que la gallega ha ido promoviendo al sector cercano a Iniciativa per Catalunya para aislar y debilitar a la exalcaldesa de Barcelona. Las fuentes consultadas revelan la irritación y malestar en el entorno de Díaz por el rechazo de Colau a respaldar los presupuestos del alcalde socialista de Barcelona, Jaume Collboni. «Colau echa al PSC en brazos de ERC y no puede colapsar la ciudad», avisan.
El plantón de Colau al alcalde del PSC llega después de su rechaz a liderar la candidatura europea de Sumar. Un extremo que ya irritó a Yolanda Díaz. La vicepresidenta consideraba a la exalcaldesa como la principal baza para hacer frente a Irene Montero y Podemos. Pero Colau prefirió seguir viviendo a Barcelona, y su negativa ahora a Collboni han cargado las tintas de un choque inédito entre dos dirigentes que hasta hace muy poco se consideraban inseparables (a pesar de no haber estado nunca en el mismo bando).
Hay que recordar que cuando Díaz eligió a Urtasun como ministro de Cultura, y a Aina Vidal como coportavoz parlamentaria, el sector de Colau empezó a alejarse. Colau quería que Díaz nombrara a su exmano derecha en el consistorio de Barcelona, Jordi Martí, como ministro. La política catalana siempre había tenido la última palabra en los nombramientos de los ministros que le correspondían por su cuota (desde Castells hasta Subirats). Pero en el último ejecutivo Díaz decidió no contar con su opinión, y nombró en Cultura a Urtasun. Fue una primera bofetada que Colau encajó con inquietud.
Un «error»
Urtasun, al igual que Vidal, forma parte de la corriente poscomunista de Iniciativa per Catalunya, enfrentada a la «okupa» de Colau, según la definición de los propios miembros del primer segmento. Colau hasta ahora era intocable, pero tras su salida del Ayuntamiento ha perdido fuerza y apoyos. Y quien los ha ido ganando ha sido Jéssica Albiach, futura candidata a la Generalitat, y ahora también en la órbita de Urtasun y Vidal. Una «intocable» para el entorno de Díaz, donde ejerce un papel muy destacado el estratega Josep Vendrell, procedente también del partido de Colau pero ahora interesado en controlar desde la posición del consiglieri tanto a los Comunes como a Sumar.
El aislamiento de Colau es palpable. Así lo revelan más de una fuente, algunas de ellas hasta hace muy poco en su círculo de máxima confianza. Y en Sumar van incluso más allá. Describen a una política débil, aislada y en parte rencorosa. Hablan de «ataque de cuernos» para describir el plantón de Colau a Collboni. «Colau se ha quedado muy reducida. Hubiera sido mejor para ella aceptar la oferta de Yolanda de irse a Europa», comentan desde el espacio de Sumar.
Según las fuentes de Sumar en Madrid y de los Comunes en Barcelona, la negativa de Colau a Collboni no tiene el respaldo de Díaz. Y tampoco el de Urtasun. Ambos dirigentes han informado a Colau de que es un «error» tumbar las cuentas del socialista solo porque él ha vetado a Colau en un cargo de poder a cambio de sus votos. «Aina (Vidal) está con Yolanda y Urtasun, y Jéssica Albiach, también», añaden las fuentes consultadas para describir la situación de aislamiento de Colau. El problema, señalan estas fuentes, es que con su no a Collboni, «Colau echa al PSC en brazos de ERC».
«Colau y Collboni no se pueden ver, pero quien manda es Collboni. Yolanda y Urtasun quieren pactar los presupuestos con el PSC, esto de Colau no tiene sentido», añaden. En opinión de las fuentes consultadas existe una diferencia abisal entre lo ocurrido en la Generalitat, con el rechazo de los Comunes a los presupuestos de Pere Aragonés, y el no de Colau a Collboni: «Vamos a las elecciones (autonómicas) porque así echamos a los independentistas», explican las fuentes que insisten en un preacuerdo entre las tres fuerzas de izquierdas para avanzar hacia un tripartir, tal y como adelantó en exclusiva este diario nada más pronunciarse el presunto choque. «Pero Barcelona es otra cosa, y Colau no puede colapsar la ciudad», agregan las fuentes consultadas.
Pérdida de confianza
Díaz no quiere irritar a los socialistas con un posible cambio de mayoría en el consistorio que favorecería a los independentistas. Así que el choque con Colau es ahora más violento que nunca. Y no tiene nada que ver con lo ocurrido en la Generalitat, donde las fuentes consultadas insisten en la tesis del acuerdo secreto con ERC y también el PSC para adelantar los comicios y aislar a Puigdemont.
Díaz, en definitiva, quiere que Colau modifique su línea estratégica frentista con Collboni. Pero la exalcaldesa de Barcelona «ha perdido la confianza» en la política gallega, según sostienen desde su entorno. Y esto hace que Colau reaccione y busque la manera para ganar algún poder local para blindarse de la ofensiva de Urtasun y Vidal.
Una prueba del alejamiento entre ambas dirigentes se puede encontrar en el hecho de que Colau no estuviera en el escenario en el acto de cierre de la asamblea de Sumar del pasado sábado, mientras sí estuvo Urtasun. La exalcaldesa de Barcelona se limitó a presenciar sentar el estreno de Díaz como lideresa nacional de Sumar. En primera fila, eso sí, pero sin el protagonismo de otros eventos. Por ejemplo, en el acto de cierre de campaña de las elecciones autonómicas en Galicia, el pasado 16 de febrero.
La guerra interna en los Comunes está más activa que nunca, y se puede zanjar con la derrota de Ada Colau, hasta hace pocos meses una intocable en las alianzas de Díaz. Pero la alianza instrumental para derrotar a Pablo Iglesias parece haber llegado a su fin. Y la lucha por la construcción del liderazgo de Díaz empieza a librarse más en Barcelona que en Madrid, donde el sector de Más Madrid ya ha avisado a la política gallega de que no quiere su desembarco territorial. «En Cataluña mandan los catalanes», señalan las fuentes de Sumar, aunque Díaz intente ahora influir en esos equilibrios a la vez que lo buscó en Izquierda Unida, sin tener mucho éxito.
