Vox se marca como objetivo no perder ni un solo escaño en País Vasco y Cataluña
La formación conservadora reta a las encuestas y confía en crecer en votos en las dos elecciones autonómicas
Vox tiene clara la fórmula para las autonómicas vascas y catalanas: denunciar la inseguridad en las calles que está generando la inmigración descontrolada. Con ese discurso aspiran a mantenerse en País Vasco que en Cataluña, pese a la difícil situación que ha atravesado el partido en los últimos meses, y a las malas proyecciones de las encuestadoras privadas. Según ha podido saber THE OBJECTIVE, los prebostes de Bambú 12 aspiran a no perder ni un sólo escaño este próximo mes, resistiendo en dos plazas difíciles, y poner toda la carne en el asador en las europeas de junio, cuando aspiran a aumentar su número eurodiputados y vender una importante victoria moral ante su electorado.
Las fuentes del partido conservador consultadas por THE OBJECTIVE consideran que el escaño por Álava de Amaia Martínez está «asegurado», e incluso los más optimistas apuntan a un segundo por la provincia y/o otro por Vizcaya. No confían en las encuestas, que «siempre» les «infravaloran», y confían en aprovechar que «los vascos cada vez están más hartos de la inmigración, y no hay un partido nacionalista como Aliança Catalana que se oponga» a la misma.
Esta circunstancia, sumada a la recuperación que estaría experimentando el Partido Popular liderado por Alejandro Fernández, ha moderado las expectativas que tenían en Vox para con Cataluña. En un principio, aspiraban a consolidar su sorpasso al PP, pero ya asumen que eso será «muy difícil» y se conforman con crecer en votos respecto a 2021, manteniendo su representación de once diputados.
Se basan en los resultados obtenidos en la región en las elecciones generales del pasado 23-J, cuando Vox cosechó 273.023 votos, el 7,76%, por encima de los 218.121 obtenidos en las autonómicas de 2021.
Las proyecciones de las casas demoscópicas para Garriga, que era el vicepresidente del Gobierno soñado por Santiago Abascal cuando todo apuntaba a un pacto entre PP y Vox para gobernar España, son de entre siete y diez escaños, por debajo de los 11 cosechados en 2021. Pero, de nuevo, fuentes de la formación consideran que se trata de una «campaña» para desincentivar el voto hacia ellos, a la que se sumaría una denuncia contra su candidato de una diputada del Parlament purgada de las listas que los conservadores atribuyen a «venganzas y despechos personales».
Las campañas electorales de Vox en País Vasco y Cataluña son muy similares, por cuanto ha sido pergeñada desde la sede nacional de la madrileña calle de Bambú. Ambas inciden en la inseguridad en las calles, que atribuyen a la inmigración descontrolada. La primera, Sabes que es verdad, hace referencia a lo que «sólo Vox se atreve a decir», mientras que Billete de vuelta se fundamenta en la promesa de «reformar las leyes penales para que aquellos extranjeros que cometen delitos en nuestra casa, cumplan las penas en sus países de origen».
En el caso vasco, los de Santiago Abascal se centran en denunciar el aumento de los hurtos y de las violaciones en los últimos años, mientras que en el caso catalán, recuerdan que la mayor parte de los detenidos y encarcelados en la región son ya extranjeros, tal y como ha venido desgranando este medio.
Otro denominador común a ambas campañas es la violencia política que los militantes de Vox están sufriendo en las semanas previas a las elecciones, tanto en el País Vasco como en Cataluña. El portavoz nacional de los conservadores, José Antonio Fúster, ha aseverado este lunes que esta violencia «es contraria» a la democracia y «rebaja muchísimo» su calidad. «Distraen de los debates y propuestas que llevamos a los españoles», ha abundado en referencia a la inmigración «masiva y descontrolada» que genera «inseguridad».
Objetivo Europa
Vox espera que las inminentes elecciones europeas supongan esa victoria moral que necesitan tras los fracasos concatenados en las pasadas elecciones generales y gallegas. La formación conservadora, que ha vivido unos meses convulsos desde el pasado 23-J, podría subir de cuatro a cinco-siete eurodiputados. Todo lo que no sea superar sus resultados de 2019, cuando apenas tenían estructura de partido y tenían todo por hacer a nivel interno, sería muy difícil de vender como un éxito.
Con este objetivo han acometido el fichaje del mediático Juan Carlos Girauta, y se han centrado en proyectar la labor de Jorge Buxadé, que repetirá como cabeza de lista, a la hora de impulsar medidas contra la inmigración ilegal en el Parlamento Europeo. La aparición otros partidos contrarios a la Agenda 2030 genera inquietud, pero desde Vox confían en que se mejorarán los resultados de 2019.