«Alivio» en el PP por subir votos y un escaño aunque no pueden frenar el pacto PNV-PSOE
Cuca Gamarra asegura que el objetivo se ha cumplido y que son «la alternativa constitucionalista»
El Partido Popular ha sentido «alivio» al comprobar que ha iniciado la remontada electoral en el País Vasco, aunque no puede ser determinante para frenar un pacto PNV-PSOE si ambas formaciones políticas no hubieran sumado la mayoría absoluta. En esta hipótesis habían puesto los populares una de sus expectativas en estos comicios, con el objetivo de acercar al PNV a posiciones más de centro e intentar alejarlo de la órbita de los socios de investidura de Pedro Sánchez. Su objetivo era subir en escaños, votos y porcentajes. Con este resultado, «se ha conseguido el objetivo», según aseguró la secretaria general. Estos resultados son «lo esperado», tal y como confirman las fuentes populares consultadas por THE OBJECTIVE, que admiten su sorpresa por los 12 diputados del PSOE.
La formación de Alberto Núñez Feijóo era consciente de que sus posibilidades de subir más allá de los siete escaños era prácticamente imposible, por lo que se conformaban con subir un poco, como así ha sido. Desde las últimas elecciones de 2020, y con el 99,92% escrutado, el PP pasa de 6 a 7 escaños y sube el porcentaje del 6,85% en 2020 a 9,20 por ciento , y en el número de votos, de 60.650 a 97.006 . En el cuartel general del PP afirmaban a final de campaña que «vamos a mejorar en porcentaje, en votos y en escaños».
Desde el Partido Popular, la secretaria general del PP, Cuca Gamarra, ha felicitado al PNV por su victoria electoral, «desde la discrepancias y la confrontación de ideas lo que corresponde es felicitar al ganador de las elecciones». Sobre el resultado ha destacado que «no es una buena noticia que Bildu haya conseguido el resultado mas alto de su historia y es una mala noticia para el País Vasco. Desde que Pedro Sánchez está en la Moncloa no ha parado de crecer».
Gamarra asegura que «más de cinco años Pedro Sánchez blanqueando a Bildu lo ha alimentado hasta conseguir este resultado electoral. Lo hemos visto demonizar a Bildu pero seguirá siendo su socio. Nos pusimos como objetivo crecer en porcentaje y en escaños y lo hemos conseguido. El objetivo está cumplido pero queremos más. Somos la alternativa constitucionalista y la alternativa moral».
El candidato del PP, Javier de Andrés, ha mostrado su satisfacción por el resultado electoral, afirmando que «este es el comienzo de la recuperación y el reposicionamiento del Partido Popular. Somos la fuerza constitucionalista que ha crecido». El dirigente popular vasco ha tendido la mano al PNV.
Las fuentes populares consultadas por este periódico admiten su «alivio» por esta subida: «Es un alivio crecer aunque sea un poquito, porque había cierta preocupación en los últimos días», señalan en relación al ambiente del final de la campaña. Tras la polémica creada por Bildu al no querer admitir que ETA fue una organización terrorista, en el PP había una sensación de que el PNV podía convertirse en la única opción para intentar frenar el ascenso de Bildu.
El PP afrontaba las elecciones vascas desde los seis escaños que consiguió en las últimas elecciones, pero dos de esos parlamentarios eran de Ciudadanos, con los que fue a estos comicios. Su éxito estaba en conservar este número de escaños y a ser posible subir uno más para poder vender el inicio de una recuperación política. Así se pronunciaban fuentes populares el pasado viernes: «El PP está en la búsqueda de que los dos diputados de Ciudadanos se queden con nosotros y crecer uno más. No tenemos capacidad de hacer mucho más. De cuatro a siete sería un éxito, si fueran ocho una proeza, y si fueran seis es conseguir que todo el voto de Ciudadanos se concentre en nuestra marca».
Los populares incluso llegaron a soñar con subir tres diputados, uno por cada provincia vasca, pero estas expectativas se fueron desinflando a medida que avanzaba la campaña electoral y Bildu se iba consolidando como la alternativa al PNV y al PSOE. La realidad es que el PP aspiraba a subir algo, después de dos décadas de bajada, en un intento de frenar esta caída y empezar a recuperar el voto que se fue a Vox, que repite el escaño conseguido en las anteriores elecciones de 2020. A Vox lo culpan de no haber podido conseguir un escaño más en Álava.
Tampoco han podido acercar al PNV a posiciones de centro, en el caso de que no hubiera sumado con el PSOE, como así habían soñado al incluso ofrecer su apoyo que se podía concretar en «la investidura o en políticas concretas. Un gobierno sin mayoría absoluta tiene que sacar adelante cada votación y nosotros tenemos capacidad de decisión». Un ámbito en el que pueden ser determinante es en el económico, «si el PP es capaz de conseguir que la aritmética nos dé para elegir partidas económicas e industrial con el PNV, arrastraríamos estas políticas a un planteamiento de moderación que es complicado que puedan llevar con el PSOE, que solo gobierna con Sumar».
La elección de Javier de Andrés como presidente del PP en el País Vasco tenía como objetivo poner al frente de esta formación política a un dirigente vasco que ha ejercido dirigentes responsabilidades política, como diputado general de Álava y delegado del Gobierno en esta Comunidad. Un perfil de gestor muy arraigado al territorio y con experiencia en la gestión.