Lilith Verstrynge se muda a Francia tras una bronca con Montero que la apartó de Podemos
La número dos del partido se enteró de una relación de la exdirigente con un alto cargo de Díaz, pidiéndole que se apartara
Belarra, Montero y Verstrynge en una manifestación de Podemos | Agencias
La exsecretaria de Organización de Podemos Lilith Verstrynge ha decidido mudarse a Francia, concretamente a París, tras su salida repentina de la formación hace tan solo cuatro meses. El pasado 26 de enero, a través de un escueto mensaje en las redes sociales, la entonces número tres del partido y una de los cinco diputados que quedaban de la formación, dijo que dejaría la política activa. No dio ninguna explicación oficial. La secretaria general, Ione Belarra, y su mano derecha, Irene Montero, apuntaron en sus mensajes a un problema de salud, buscando así atar en corto cualquier tipo de investigaciones sobre lo ocurrido. Cuatro meses después, y tras guardar un religioso silencio sobre su situación personal, Lilith Verstrynge ha decidido dejar España para mudarse a París, donde ya residió durante sus estudios universitarios.
La salida de Verstrynge, según explican varias fuentes de Podemos, no se debió a cuestiones de salud, o por lo menos no únicamente, puesto que la exdirigente pudo haber sufrido los efectos de los ataques y reproches internos en el partido por algunas gestiones del pasado; sino a un asunto de relaciones personales que generaron malestar en la dirección de la formación morada. Estas fuentes hablan de una polémica interna que afectó a Verstrynge por sus relaciones personales con un miembro del equipo de Yolanda Díaz: «Lilith dejó el Congreso y Podemos porque la obligó Irene», aseguran las fuentes consultadas.
El miedo a que se filtraran informaciones confidenciales, a raíz de la relación íntima entre ambos, aconsejó a Montero a pedir a Verstrynge que dejara el cargo para el que se la nombró después de la salida de Iglesias. Fuentes del entorno de Verstrynge confirman que la exdirigente de Podemos se ha mudado a París, y llegan a descartar cuestiones específicas de salud. Explican que su intención es proseguir los estudios, concretamente a través de un máster. Verstrynge estudió Historia en la escuela Denis Diderot de París, después cursó Ciencias Políticas y Estudios Europeos en la Universidad de la Sorbona, y tiene un máster en Relaciones Internacionales por la LMU de Múnich.
Estrategia del victimismo
Según aseguran las fuentes consultadas de Podemos, la cúpula morada reaccionó tras descubrir esta relación entre Verstrynge una persona de máxima confianza de Yolanda Díaz. Se trata de uno de los principales estrategas de Yolanda Díaz, que se alejó del primer núcleo duro de Podemos tras la purga al ‘errejonismo’ de 2017 y que encontró cobijo en Barcelona con Ada Colau. Regresó a Madrid para lanzar Sumar. Estuvo al lado de la vicepresidenta segunda durante toda la puesta en marcha del nuevo partido, hasta haber ahora decidido también instalarse en París, según comentan las fuentes consultadas. Hace pocos días se comentó internamente en Sumar que había dejado el cargo en el equipo de Díaz.
Las fuentes consultadas apuntan a que Montero supo de esta relación entre dos dirigentes que formaban parte de las dos formaciones en lucha, y posteriormente exigió a Vertrynge alejarse y dar un paso atrás. La existencia de un conflicto de interés entre la esfera profesional y la personal existía, y la dirección morada exigió zanjar el asunto. Aunque otras fuentes en Podemos, que también confirman el descubrimiento de esta relación íntima, tienen una tesis diferente sobre lo ocurrido. Sugieren que Verstrynge «hizo que la descubrieran» para así salir del partido «como víctima». «Detrás de Lilith está su padre, y ambos veían que esto (Podemos) hacía aguas por todas partes», agregan, de allí el planteamiento para salir de la formación sin ser señalada como traidora.
Cabe recordar que Verstrynge fue quien negoció con el equipo de confianza de Yolanda Díaz la redacción de las listas electorales del 23-J. Aquella fue una semana trágica para Podemos. En tan solo siete días la exministra Montero se quedó sin escaño parlamentario. Verstrynge, en cambio, logró un puesto de salida en la lista por Barcelona. En las bases del partido morado se respiró mucho malestar por cómo se había desarrollado dicha negociación. Y algunos señalaron directamente a la entonces secretaria de Organización.
Versión oficial
Después de las elecciones generales, las relaciones entre Sumar y Podemos fueron cada vez a peor. Hasta el pasado 5 de diciembre, cuando los morados oficializaron su ruptura en el Congreso del partido de Díaz. Las fugas de dirigentes de Podemos hacia Sumar, así como la «falta de autonomía» ante el PSOE y la decisión de la vicepresidenta de silenciar a los miembros de Podemos en el Congreso, hizo que la alianza se rompiera en el hemiciclo. Los cinco diputados de Podemos, entre ellos Lilith Verstrynge, se vieron forzados por la dirección a salir del grupo de Sumar e irse al mixto. Todo ello ante la sospecha de la cúpula de Podemos de que algunos de ellos pudiese pasarse repentinamente a Sumar, tal y como desveló en exclusiva este diario.
Pocas semanas después de esta decisión, un viernes por la tarde, Verstrynge anunció su salida de todos los cargos: «Las despedidas son difíciles y tristes. Dejo mis responsabilidades políticas y también el acta de diputada. Mil gracias a la militancia de Podemos y a las personas que habéis confiado en mi estos años», escribió. Verstrynge no hizo alusión alguna a un problema de salud, aunque se especuló sobre ello entre cuadros y miembros de Podemos. Precisamente los principales dirigentes de la formación morada fueron los que, de manera velada, dejaron entender que ésta era la razón de su salida.
«Antes que políticas y de compañeras somos personas. Ahora la prioridad es ella. Lo primero es lo primero. Solo quiero que sienta el abrazo más cariñoso», escribió Montero. Belarra dijo: «Ahora lo fundamental es que te cuides y que estés bien. Podemos siempre será tu casa. Gracias por tantísimo trabajo en condiciones tan difíciles. Un abrazo enorme». En la prensa nacional aparecieron titulares como Verstrynge no soportó la presión, aunque algunos observadores cercanos a Podemos y exidirgentes manifestaron en las redes sus dudas ante la versión oficial.
La aludida guardó silencio y personas que podían acceder a ella vieron cómo evitaba contestar al móvil, lo que alimentó la tesis del problema de salud o de la crisis de nervios. Ahora en Podemos se sabe que Verstrynge ha decidido irse a Francia para superar esa etapa, y que al menos parte de la razón de aquella salida -muy probablemente la decisiva- fue por un choque con Montero por una relación personal que se consideraba lesiva para los intereses del partido, y a la comprensión por parte de la exdirigente de que el futuro de la formación era todo menos que brillante.
