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Política

Sumar y Podemos hubieran obtenido tres escaños de haber ido juntos en el País Vasco

La unidad hubiera premiado a la coalición de izquierdas en detrimento del PSOE

Sumar y Podemos hubieran obtenido tres escaños de haber ido juntos en el País Vasco

Yolanda Díaz, de Sumar, y Ione Belarra, de Podemos en un acto electoral. | Europa Press

Las elecciones autonómicas en el País Vasco, que se celebraron el domingo 21 de abril, arrojaron un muy mal resultado para Podemos y Sumar. Los dos partidos de la izquierda alternativa al PSOE pasaron de los seis diputados de Unidas Podemos en 2020 a tan solo un representante. Concretamente, el escaño del partido de Yolanda Díaz, obtenido en la provincia de Álava, mientras que la formación se quedó sin representación en Guipúzcoa y Vizcaya. Podemos no obtuvo representante alguno. Una simple suma de los votos de ambos partidos, sin embargo, determinaría que en estas dos provincias la coalición hubiera logrado otros dos diputados, ambos a costa del PSOE. Y que sería hoy determinante para la nueva Lehendakaritza. Los expertos asumen que el cálculo «matemático» no coincide de por sí al «político», donde incurren más variables. Pero lo cierto es que en Sumar empieza a cundir la duda de que el escenario de ruptura está «favoreciendo al PSOE».

La vicepresidenta segunda es la que, según la tesis de Podemos, tiene más responsabilidad a la hora de haber dinamitado la coalición entre ambos en el País Vasco. Entre los dos partidos hubo reuniones y encuentros. Pero el barón territorial de Díaz, Lander Martínez (exdirigente errejonista en el partido morado), prefirió apostar por romper y afianzar una candidatura en solitario. Díaz presentó de candidata a una outsider, Alba García, quien no ganó el escaño. Para superar a Podemos fueron necesarios los votos de afines a Izquierda Unida en Álava, donde el secretario del PCE en la región, Jon Hernández, sí salió elegido. Podemos pasó de seis diputados a ninguno. En la noche electoral y en los días posteriores, dirigentes y miembros del PSOE deslizan la idea de que Sumar está «amortizado» y que a Díaz «todavía se la espera». Pero la división de Podemos y Sumar pudo, entre otras cosas, favorecer sobre todo a los socialistas.

Sumar obtuvo en total un 3,3% de votos, correspondientes a 35.092 papeletas. Un resultado por debajo de las expectativas (así lo señaló el secretario de organización de IU), pero mejor que el 1,9% alcanzado en Galicia. Podemos, por su parte, superó en las tres provincias vascas el 2%. La simple suma de las dos candidaturas otorgaría a la coalición Sumar-Podemos más del 5% de votos en Álava, Guipúzcoa y Vizcaya. Se trata de datos que permiten a la mayoría de analistas consultados por este diario concluir que, de no perderse votos en el camino (de ahí el ejercicio «teórico»), los dos partidos de izquierdas se hubieran quedado con dos escaños más. Ambos a costa del PSOE, que habría quedado con diez representantes, igualando su resultado de las elecciones de 2020. Y, sobre todo, convirtiendo a la coalición Sumar-Podemos en clave para la formación del Gobierno, tanto con el PNV como con Bildu, que se quedarían con los mismos escaños del domingo.

Disputa de escaños

La suma de los votos obtenidos por Sumar y Podemos, a través del sistema electoral D’Hondt, revelaría que la estrategia de Díaz de romper con Podemos fue, al menos en términos teóricos, equivocada. Así por ejemplo lo recoge la estimación propuesta por el profesor de Ciencia Política de la UNED, Rafael Leonisio, también exmiembro del equipo del Euskobarometro. «El PSOE ha sacado los dos últimos escaños en Vizcaya y Guipúzcoa. Son esos dos los que irían a Sumar y Podemos», explica.

Yolanda Díaz País Vasco
Integrantes de Sumar en el País Vasco. | Efe

El cálculo ha sido a través de la «fórmula d’Hondt, y sumando todos sus votos», aunque el experto matiza que «otra cosa es que si van juntos no sacan todos esos votos». Aunque en su opinión éste sí era el escenario más probable: «Hay que tener en cuenta que en Vizcaya Sumar se ha quedado a muy poco de sacar», afirma, para detallar que el partido de Díaz pudo llegar a su segundo diputado tan solo como lograr 738 votos más (así lo recogió la propia web oficial del Gobierno vasco, a la que tuvo acceso este diario). «Se ha disputado el último escaño con el PSE», reitera.

Otras empresas demoscópicas reconocidas a nivel nacional sacan la misma conclusión. «Sumar y Podemos juntos le habrían arrebatado el último escaño al PSE en Vizcaya y Guipúzcoa», explica el director de una de ellas en conversación con este diario, que limita el asunto al «tema matemático». Es decir, que se trata de una valoración que no contempla otros factores que pueden alterar el resultado de una candidatura. Por ejemplo: ¿quién hubiera sido el candidato de haber concurrido Sumar y Podemos en la misma lista? ¿O cuál hubiera sido la pérdida de votos entre sus filas de cerrarse el acuerdo?

«Sacan más separados que juntos»

Manuel Mostaza, director de asuntos públicos de la consultora Atrevia, incide en este punto: «La suma en bruto a posterior no funciona bien. La gente que vota a Podemos no suele votar a Yolanda Díaz, y al revés», explica, para hablar de una posible fuga de votos hacia el PSOE o Bildu. «Suelen sacar más por separado que juntos», agrega. Los datos poselectorales del CIS, donde se determinará el movimiento de votos, ofrecerán alguna pista para entender lo que ocurrió en el País Vasco el pasado domingo. Mientras que, según Mostaza, ni siquiera se puede dar por probable que el ticket Sumar-Podemos hubiera logrado un escaño en Vizcaya y Guipúzcoa, donde afirma que es más difícil de sacar que en Álava.

José Pablo Ferrándiz, director de Opinión de Ipsos, coincide. Una suma bruta de los votos de los dos partidos habría permitido probablemente que alcanzaran dos escaños más, pero no deja de tratarse de un cálculo teórico. «Si sumamos los votos de Podemos y Sumar, probablemente hubieran obtenido una mayor representación, sobre todo porque se ha quedado a muy pocos votos de conseguir un diputado más Sumar. Pero en política las matemáticas muchas veces no sirven. Ir juntos a veces suma, pero en la mayoría de los casos de la experiencia española, ha restado. Y el hecho de ir juntas dos formaciones como Sumar y Podemos lleva una serie de cuestiones de política, elección del candidato, de confrontación, de expresión de diferencias y donde también los electores de un partido pueden verse no dispuestos a votar a su partido porque va en coalición con alguien que no es de su agrado».

En 2016, Iglesias y Errejón, entonces los dos primeras espadas de Podemos, chocaron sobre el planteamiento unitario con Izquierda Unida. Iglesias quería pactar con sus excompañeros para cerrar un frente antiPSOE. Era el sueño del sorpasso y de la pasokización. Errejón sostenía que en estas operaciones no se puede hacer una suma pura. Iglesias le ignoró y selló el pacto del botellín con Alberto Garzón. Unidos Podemos logró en las generales de ese año algo más de cinco millones de votos, dos escaños más que en las generales de diciembre de 2015, pero 100.000 votos menos que en aquellos comicios. Tenía razón Errejón, que no se podía hacer una suma pura de los votos alcanzados por ambas formaciones, aunque Unidas Podemos estuvo a tan solo 350.000 votos de arrebatarle la hegemonía al PSOE.

Voces para el reencuentro

Esta reflexión sobre el qué hubiera ocurrido despierta, no obstante, el interés de fuentes políticas de ambas formaciones. Juan Carlos Monedero, histórico dirigente de Podemos, por ejemplo, sigue abogando desde hace meses por un rassemblement de este espacio político. No es el único que pide reflexionar y abrir un debate sobre una nueva unidad. Izquierda Unida, por ejemplo, consideró el lunes insuficientes las explicaciones ofrecidas por Yolanda Díaz y Ernest Urtasun sobre el resultado vasco. Dirigentes de IU, como el líder comunista Enrique Santiago, empiezan a mover otra vez la tesis de la necesidad del reencuentro. IU quiere una reflexión sobre este punto y, tal y como ya publicó este diario en exclusiva, se abren a dinamitar Sumar después de las europeas si vuelve a pinchar.

Antes, se celebrarán los comicios catalanes. El próximo 12 de mayo los catalanes deberán decidir sobre el próximo gobierno de la Generalitat. Y las fuentes consultadas en Sumar admiten su preocupación por otro resultado decepcionante. Los Comunes, la marca catalana que se ha integrado en Sumar, obtuvo en las últimas autonómicas ocho diputados. Ahora, los sondeos vaticinan seis. Pero podrían ser menos.

El problema, sostienen algunos en Sumar, es que el PSOE ha dado por «amortizada» a Yolanda Díaz, y que su objetivo pasa por fagocitar ahora todo su espacio político. Es decir, conquistar todos los votos que se están perdiendo, en un escenario parecido al vasco del pasado domingo. Con la división de Sumar y Podemos, el PSOE recupera votantes de izquierdas y maximiza su fuerza electoral. Esta es, por lo menos, una de las conclusiones a las que están llegando miembros del partido de Díaz a raíz del cálculo algebraico puro de lo que ocurrió en las autonómicas del domingo.

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