Izquierda Española augura que Illa presidirá un Gobierno «muy nacionalista y poco socialista»
Guillermo del Valle considera que con ese nuevo Gobierno «es previsible que la igualdad se siga deteriorando»
El secretario general y cabeza de lista de Izquierda Española a las elecciones europeas, Guillermo del Valle. | Jorge Villa (Servimedia)
El secretario general y cabeza de lista de Izquierda Española a las elecciones europeas, Guillermo del Valle, ha pronosticado este lunes que, tras las catalanas de ayer, «es previsible que de nuevo el PSC lidere un gobierno muy nacionalista y muy poco socialista, y que la igualdad se siga deteriorando»,
Por su parte, el delegado en Cataluña de este partido recién creado que defiende políticas económicas de izquierda pero critica las cesiones y pactos del Gobierno español a los nacionalistas, Ricardo García Manrique, ha rememorado que los anteriores gobiernos catalanes del PSC, de Joan Maragall y José Montilla, «no sólo no contribuyeron a la normalización de Cataluña, sino que atizaron el fuego del secesionismo, y nos convencieron a muchos de que poco cabía esperar, en términos de regeneración democrática y de progresismo político, de un partido que de socialista solo parecía haber mantenido el nombre».
Fuentes de Izquierda Española han añadido a estas reflexiones que «con el peso menguante de las fuerzas independentistas en Cataluña: no tiene sentido que el Gobierno de España esté chantajeado por aquellos que bloquean el presupuesto e inclinan la política contra el bien común, la igualdad y la redistribución».
Para esta formación, el PSC «ha logrado un lugar de centralidad en Cataluña, con una izquierda plurinacional y/o secesionista en declive», tanto por parte de los Comunes como de ERC, y «ha conseguido trasladar una imagen de nueva etapa y paso de página después de años de gobiernos ultraidentitarios, excluyentes e inoperantes».
Sin embargo, teme que el escenario que se anuncie en Cataluña sea de «pacto fiscal, financiación privilegiada, cesiones ‘blandas’ pero abiertamente letales para la igualdad», dado que el PSC «asume políticas lingüísticas nacionalistas, abandona sistemáticamente a buena parte de sus votantes y apacigua al nacionalismo transigiendo con buena parte de su agenda».
Recordando que en 2017 el cinturón metropolitano y obrero de Barcelona votó mayoritariamente a Ciudadanos, un partido «de origen socialdemócrata» pero que luego efectuó un «viraje derechista», Izquierda Socialista reivindicó que «ese votante de izquierdas, español, clase trabajadora, existe», por lo que se reivindicó como partido «necesario cuando el escenario de los pactos vuelva a dirigirse contra la igualdad, escenario seguro puesto que el Gobierno de ‘izquierdas’ depende de supremacistas, enemigos de la redistribución y partidarios de un Estado confederal asimétrico».
Por último, Izquierda Española atribuyó la entrada de Aliança Catalana en el Parlamento catalán a que «ideas etnicistas han estado presentes siempre en los discursos de ERC y Junts», de forma que «pone a los independentistas frente al espejo» y consuma una «profunda derechización de todo el arco parlamentario catalán».
