El concierto «solidario» prometido a Cataluña provoca una fractura en Sumar
Compromís exige extender la reforma y Más Madrid teme un efecto bumerán, pero la idea del «trágala» se extiende
Yolanda Díaz con Sira Rego y Antonio Maíllo de Izquierda Unida. | Europa Press
Sumar estudia su posición ante el pacto que Pedro Sánchez ha sellado con ERC para permitir a Salvador Illa hacerse con la Generalitat. La coalición que lidera Yolanda Díaz corre peligro de romperse por dentro por el «concierto económico solidario» que permitiría, según la versión de ERC, desviar la totalidad de los impuestos generados en Cataluña al gobierno autonómico. Fuentes de Sumar admiten la dificultad de llevar a cabo la medida, pues mermaría las cuentas públicas estatales hasta un total del 20% de los ingresos, y los partidos que conforman la coalición pueden descolgarse del acuerdo en la votación parlamentaria. Los valencianos lideran de momento el frente crítico.
Sánchez pretende otorgar a Cataluña esa misma condición de especialidad que la Constitución reconoce al País Vasco y Navarra. Pero con la diferencia de que la aportación de Cataluña al Estado es notablemente mayor, y que eso abriría la veda a que otras regiones, entre ellas Madrid, pueda pedir el mismo trato. Aunque oficialmente la vicepresidenta y los ministros que dependen de ella guardan silencio, en el espacio político de Sumar se difunden las dudas y hasta las críticas ante una iniciativa que algunos ya califican de «insolidaria».
Fuentes de Sumar reconocen que los aliados están divididos sobre la propuesta. Por un lado, por ejemplo, los valencianos de Compromís ya avisaron de que votarán a favor en el Congreso solo si el texto normativo que otorga la «singularidad catalana» recoge una condición parecida para la Comunidad Valenciana. Los de la Chunta Aragonesista, también integrados en Sumar, exigen lo mismo para su territorio. Mientras que en Izquierda Unida se activan las alarmas por el bumerán electoral que esto puede llevar en Andalucía, donde el partido de Antonio Maíllo es históricamente más fuerte.
Enfado de los valencianos
«Nada que decir de los acuerdos bilaterales, pero no tendrán nuestro apoyo sin que se aborde la singularidad valenciana en la financiación para dejar de estar a la cola», comentó este martes la diputada de Compromís-Sumar, Àgueda Micó. Los valencianistas llevan años denunciando lo que consideran el problema de la «infrafinanciación» de la Comunidad Valenciana. De tal manera que ahora exigen reformar la Ley Orgánica de Financiación de las Comunidades Autónomas (LOFCA) teniendo en cuenta sus exigencias, so pena dejar que sus dos diputados en el Congreso voten en contra. El diputado de la Chunta se alinea con Compromís, y exige activar también una «bilateralidad» con Aragón para modificar su financiación.
El Ejecutivo remitió este martes una carta a la Generalitat Valenciana para comunicar que entregará casi 14.000 millones de euros en concepto de entregas a cuenta por el ejercicio 2025. La carta de Hacienda llega en el mismo día del anuncio sobre el preacuerdo con ERC. La Delegación del Gobierno en dicha región califica a esa inyección de dinero como «de las mayores entregas a cuenta de la historia y suponen un incremento del 10,12 % con respecto a los 12.690 millones de euros que recibe la Comunidad Valenciana en concepto de entregas a cuenta en 2024».
También los de Mónica García prefieren mantener la cautela. Más Madrid es la formación de izquierda más fuerte en la capital, y un pacto semejante puede mermar su proyección electoral. En la rueda posterior al Consejo de Ministros, la portavoz del Ejecutivo, Pilar Alegría, calificó la medida de «magnífica noticia para Cataluña, pero también para España». García, que también estuvo presente en la rueda, no intervino para calificar la medida. Aunque en su partido, donde muchos apuntan a su posible candidatura como sustituta de Díaz en el futuro, asumen que a nivel de opinión pública se puede disparar el desencanto. Pero al ser «confederal» lo acabará aceptando, vaticinas fuentes de la izquierda madrileña.
El «trágala» de IU
Izquierda Unida también se ha blindado en el silencio. Desde esta formación recuerda que la idea de «concierto económico solidario» la acuñaron hace muchos años sus referentes en Cataluña, pero necesitan antes de entrar a valorar el pacto conocer la letra pequeña del mismo. ¿En qué se concretaría esta solidaridad del pacto que Sánchez ha sellado con ERC? El PSOE de momento no desmiente la tesis de ERC, que apunta a una cesión de todos los impuestos (IRPF, IVA, Sociedades…) a la Generalitat. Pero, ¿es esto posible en el actual encaje constitucional?
Hay dudas, también, sobre la veracidad del planteamiento de Sánchez. Y ante estas dudas, los partidos que conforman Sumar prefieren guardar silencio. Aunque algunos de sus referentes ya han expresado su crítica en las redes sociales. Al margen de los representantes oficiales de los partidos, otras fuentes de las formaciones integradas en Sumar creen que sus dirigentes acabarán respaldando todo lo que propone Sánchez con tal de no dinamitar el Gobierno. Hablan de «enfado» de Compromís, pero aseguran que toda la coalición de Sumar lo acabará «tragando». «Harán lo que sea necesario», vaticinan, aunque este pacto «no les puede gustar nada».
Solo en Cataluña se detecta cierta unanimidad sobre el acuerdo con ERC. Incluso entre los federalistas de izquierda, integrados en los Comunes. Para ellos la clave será «no romper la caja común» y aplicar el principio de ordinalidad entre comunidades autónomas, como uno de los mecanismos que garantizan la solidaridad interterritorial. Fuera de Cataluña, sobre todo en Madrid y Andalucía, el acuerdo con ERC chirría a muchos. Pero la prioridad de Díaz y su equipo es clara: hacer todo lo posible para que el Gobierno no se rompa.
En un momento de debilidad orgánica y de liderazgo, Díaz no está dispuesta a enfrentarse al PSOE en un asunto tan delicado para la continuidad de la legislatura. «Se lo comen con patatas. Con tal de seguir en el sillón son capaces de todo», afirmen las voces críticas que observan con sorpresa la deriva que ha tomado el Gobierno.
