Sumar se rompe en dos por el cupo catalán: «Yolanda es rehén de los Comunes»
IU y Más Madrid temen una caída electoral en Andalucía y Madrid por las cesiones a Cataluña, aceptadas por Díaz
Yolanda Díaz con Ernest Urtasun y Aina Vidal en Gerona. | Europa Press
Alarma entre los socios de madrileños y andaluces de Yolanda Díaz por los pactos financieros que el Gobierno quiere abordar con Cataluña para desbloquear los presupuestos. Sumar experimenta sacudidas internas sobre este asunto, que se mezclan con las dudas sobre el liderazgo de la vicepresidenta segunda del Ejecutivo e incluso sobre su autonomía estratégica y políticas respecto a la facción catalana de los Comunes. Izquierda Unida está muy inquieta, pero también los de Más Madrid temen efectos negativos entre sus votantes si el Gobierno lleva a cabo los pactos financieros con la Generalitat. La idea de que «Yolanda Díaz es rehén de los Comunes» circula cada vez con más fuerza entre las facciones aliadas de Sumar.
A falta de conocer la letra pequeña del pacto firmado por el PSOE con ERC, que sirvió para investir a Salvador Illa y evitar que se repitieran los comicios en Cataluña (asunto prioritario para los Comunes), en Sumar se ha instalado el miedo a que el acuerdo perjudique a su electorado en el resto de comunidades autónomas. Izquierda Unida está muy preocupada. La formación que lidera Antonio Maíllo detecta en Andalucía muchos recelos sobre ese acuerdo, tanto entre sus votantes como entre sus bases. IU es la formación que tiene más cargos públicos entre los partidos que conforman Sumar, y Andalucía es su feudo. Máxime porque las primeras autonómicas previstas en el calendario tendrán lugar en esta comunidad en 2026. De ahí su preocupación por los acuerdos con ERC.
Pero IU, que como adelantó este diario arrancó después del verano conversaciones discretas con Podemos para volver a una entente, no es el único partido preocupado. También Más Madrid cree que el acuerdo con los nacionalistas catalanes aleja a sus votantes. El problema, señalan, es que en muchos ámbitos de izquierda esta medida se interpreta como «insolidaria». Y, sobre todo, puede convertirse en un bumerán en Madrid, porque desarma la idea de «dumping fiscal a la madrileña», que los de Mónica García y Rita Maestre emplean para atacar a la presidenta Isabel Díaz Ayuso.
Dos frentes
En definitiva, mientras IU y Más Madrid desean que el Gobierno frene su promesa de entregar a la Generalitat el control de todos sus impuestos, otras formaciones como Compromís y la Chunta Aragonesista quieren el mismo trato «singular» que Sánchez está prometiendo a Cataluña. Y en el medio de esas tensiones se halla la lideresa de Sumar, quien en su carrera política ha ido basculando entre declararse ferozmente antinacionalista hasta pactar con formaciones que se declaran separatistas.
Ahora, la debilidad de Díaz (demoscópica y política) la obliga a dejarse sustancialmente controlar por la formación catalana de los Comunes. Esto es lo que sus críticos comentan internamente, y que solivianta a IU y a Más Madrid. En los delicados equilibrios de fuerzas de una coalición que para muchas fuentes ya está en «descomposición», los Comunes catalanes están influyendo como nadie en las decisiones estratégicas de Díaz. Y este protagonismo irrita a los demás socios.
Las fuentes consultadas sostienen que Díaz tuvo que tragarse el pacto de los Comunes con el PSC de Salvador Illa. Y que es «rehén» de la facción catalana, que tiene en el Gobierno a Ernest Urtasun, ahora mismo la sombra de Díaz y a la vez su posible sucesor, y en el Congreso a Aina Vidal, portavoz segunda después de Íñigo Errejón. Estos dos dirigentes son los que logran dirigir la estrategia global de Sumar, además de otros miembros presentes en el equipo de la vicepresidenta.
Caída electoral
De ahí que se estén produciendo movimientos centrífugos en la coalición. Izquierda Unida es el partido que manifiesta más dudas sobre el futuro de Sumar. Aunque el protagonismo alcanzado por los Comunes está incomodando también a Más Madrid, que no quiere perder su hegemonía del espacio de la izquierda frente al PSOE. Ambos creen que los pactos alcanzados por el Gobierno con los catalanes, y aceptados por Yolanda Díaz sin rechistar, pueden generar problemas ante sus electorados.
Una prueba de ello es que, tal y como señala el último barómetro del CIS, Podemos está recuperando terreno en la capital. En Madrid, Podemos ya cosecha los mismos apoyos que Sumar. Es uno de los territorios, con Barcelona, donde los morados están más fuertes. Con una diferencia sustancial: mientras que en Madrid la lucha fratricida entre el pablismo y el errejonismo dificulta cualquier tipo de encuentros, en Cataluña el hecho de que los morados no se presentaran en las últimas elecciones autonómicas deja abierta la posibilidad de un reencuentro. Díaz se quedaría, sin embargo, entre dos fuegos, con el serio peligro de ser sacrificada por los mismos catalanes que hoy la están manteniendo en vida.
