Bronca en la Mesa del Congreso por TVE: «Los diputados no estamos para achicar agua»
El PSOE sostenía, para mantener un pleno, que los diputados tenían que estar activos, «como en las empresas»
Las ministras María Jesús Montero, Yolanda Díaz y Margarita Robles, este miércoles en el pleno del Congreso de los Diputados. | EP
La tensión que habitualmente caracteriza las relaciones entre el Partido Popular y el PSOE y sus socios de investidura no pudo tener este miércoles una tregua en una de las jornadas parlamentarias más tristes de la historia reciente. Una comunidad devastada por una DANA mortal, numerosos fallecidos y desaparecidos y un país conmocionado por la tragedia no fueron causa suficiente para que el Congreso de los Diputados cancelara toda actividad parlamentaria. Para los socialistas y sus socios, lo más importante era aprobar el control político de la Radio Televisión Española (RTVE) y no se cedió ni un milímetro ante la petición del Partido Popular de suspender el pleno que convalidó el decreto ley para el asalto definitivo a los medios públicos. La excusa de uno de los socios para no apoyar al PP es que «los diputados no hacemos labores de rescate», según han asegurado a THE OBJECTIVE fuentes presentes en la reunión en la que se decidió no cancelar el pleno. La portavoz de Sumar se justificó afirmando que «los diputados no estamos para achicar agua».
La jornada parlamentaria se inició a las ocho y cuarto de la mañana, cuando el portavoz popular, Miguel Tellado, envió un mensaje a la presidenta del Congreso, Francina Armengol, para pedirle un minuto de silencio antes de empezar el pleno, que comenzaba a las nueve de la mañana en recuerdo de los fallecidos en Valencia. La agenda del Congreso de los Diputados del miércoles recogía dos plenos: uno con un orden del día de la sesión de control e interpelaciones y otro seguidamente con la convalidación del decreto ley para cambiar las mayorías en el Consejo de Administración de la RTVE. El consejo pasa de diez miembros a quince, once de los cuales elegidos en el Congreso de los Diputados y cuatro de ellos en el Senado, por mayoría de dos tercios.
En el momento de reclamar el PP el minuto de silencio todavía no se conocía la dimensión de la tragedia, en cuanto al número de fallecidos. El portavoz popular envió un mensaje a su grupo parlamentario, en el que le pedía bajar el tono de la sesión de control porque «como un partido de Estado que somos nos tenemos que comportar».
A las nueve de la mañana comenzó la sesión de control con la primera pregunta de la secretaria general del PP, Cuca Gamarra, a la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, sobre las «prisas del Gobierno para colonizar las instituciones». Ambas pidieron no entrar en una confrontación directa. Pero las formas se perdieron en la tercera pregunta, cuando la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, en respuesta a los diputados populares Jaime de Olano y Ester Muñoz, subió el tono y le recordó al PP el ‘caso Nevenka’ para responder sobre el ‘caso Errejón’.
Ante la posibilidad de que la situación se fuera encrespando, el portavoz del PP, Miguel Tellado, pidió a la presidenta del Congreso, Francina Armengol, que suspendiera el pleno; secundado por el portavoz socialista, Patxi López. Son las 9.27 de la mañana. Armengol tomó la palabra y dijo que suspendia el pleno tres minutos para convocar a la Junta de Portavoces y que fueran sus miembros los que tomaran la decisión. La portavoz de Compromís, Águeda Micó, también se había pronunciado desde su escaño sobre la necesidad de suspenderlo.
La Mesa se reunió para convocar la Junta de Portavoces, mientras, los portavoces, en una sala anexa, a la espera de la reunión de la Junta, coincidían en la necesidad de suspender los dos plenos de la mañana. Pero las tornas cambiaron cuando el vicepresidente primero, Alfonso Gómez de Celis, del PSOE, llegó con las indicaciones para sus socios tras hablar con el Gobierno; algunas fuentes apuntan al ministro Óscar López, el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, Rafael Simancas, y el número dos del PSOE, Santos Cerdán. Las fuentes consultadas indican que incluso la representante de Sumar en la Mesa, Ester Gil de Reboleño, inicialmente quería suspender los plenos. Gómez de Celis y Gerardo Pisarello, secretario primero de la Mesa, llegaron tarde a la reunión, el primero, siempre según estas fuentes, porque estaba recibiendo instrucciones del Gobierno.
Ya con la decisión tomada por parte del Gobierno, Miguel Tellado, a pesar de su llamamiento a la «unidad» y a la falta de sentido que tenía suspender un pleno, y no otro, no pudo frenar el empeño del Gobierno de suspender el primer pleno de control con interpelaciones y votación, pero mantener el segundo, la aprobación del decreto ley de la RTVE.
Durante la reunión de la Junta de Portavoces, el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, justificó su apoyo a no suspender el pleno de RTVE en que «los diputados no vamos a hacer labores de rescate». Tellado le recordó que el Parlamento catalán había suspendido su actividad y Junts se escudó en «lo que diga la mayoría»; el PSOE respondió que «lo que hiciera el Parlamento de Cataluña no le importaba nada» y el PNV protestó, preguntándose «cómo que no importa». Incluso el portavoz socialista, Patxi López, llegó a afirmar que el Congreso, al igual que las empresas, «tienen que mantener la actividad». Además, el PSOE argumentó que el segundo pleno había que suspenderlo, y no el primero, porque «los ministros tenían que irse a trabajar».
Tras finalizar la reunión, en torno a las 11 menos cuarto de la mañana, y ante la decisión personal de Armengol de mantener el pleno de la RTVE, ya que no hubo unanimidad, el PP optó por ausentarse del hemiciclo, al igual que los dos diputados de Compromís. Feijóo hizo una declaración en el Congreso de los Diputados: «Pido disculpas y perdón en nombre de la política. No entiendo el respeto selectivo a las víctimas. Esta actitud es despreciable, no son conscientes de la gravedad de la decisión que han adoptado».
A lo largo de la tarde, el Congreso de los Diputados fue cancelando todas las actividades, primero las del miércoles, y más tarde las de este jueves. El Senado fue la primera Cámara que suspendió el pleno y toda la agenda de la semana.
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