Desmontan a Fallarás en Catalunya Ràdio por las denuncias anónimas del 'caso Errejón'
La tertuliana se queja de «incomodidad» cuando le cuestionan sus métodos no periodísticos de señalar a hombres
Tenso encontronazo en Catalunya Ràdio por el caso Errejón. La tertuliana Cristina Fallarás, que publicó en su cuenta de Instagram el relato de mujeres anónimas que señalaban al exportavoz de Sumar por tener conductas machistas, y que ha desatado una tormenta política en la izquierda alternativa al PSOE, expresó su «incomodidad» tras intervenir en el programa El Matí de la emisora catalana.
La tertuliana afín a Podemos no se esperaba que ahí le cuestionaran sus métodos de publicar denuncias anónimas, sin realizar una investigación sobre la veracidad de los hechos ni recoger la versión de todos los implicados. «No es periodismo», fue una de las conclusiones más lapidarias que le lanzaron. Pero no la única.
Fallarás es una habitual en las tertulias de los medios catalanes. Y suele sentir que juega en casa. Pero este martes fue diferente. Tuvo que responder a las preguntas de la activista feminista Raque Ogando, que cuestionó sus métodos y le acusó de «manipular emocionalmente a las mujeres» y contribuir a su «descrédito». Ella trató de defenderse diciendo que «no hago periodismo» sino que se dedica a la «construcción de una memoria colectiva» contra las agresiones sexuales.
«Chapuza de mensajes anónimos»
El debate duró solo cinco minutos, pero fue de gran intensidad:
Ogando: «Lo que creo que no se puede hacer es que, aunque tengamos claro que a veces la vía judicial no da respuesta, porque es ineficiente, habilitemos otra vía tan o más disfuncional como esa, y que al final pone en riesgo principios básicos de justicia, pone en riesgo la credibilidad de las mujeres y del movimiento feminista, porque el mensaje que estamos comunicando, con el debido respeto Cristina, es que una chapuza de mensajes anónimos publicados en Instagram son suficientes para acabar con la carrera de un hombre y esto lo único que hace es darle alas al movimiento antifeminista porque su discurso es que ahora vale con el discurso de una mujer».
Fallarás: «No publico denuncias, en mi red se publican testimonios de mujeres que han sufrido violencia sexual, estrictamente sexual, durante su vida, mujeres que han sufrido violencia de todo tipo, en la infancia, en el trabajo, en la calle, en las fiestas… para generar una memoria colectiva. No recuerdo haber publicado ningún testimonio con nombres y apellidos. No me dedico a las denuncias, sino a la construcción de una memoria colectiva».
Ogando: «No es forma de hacer esto, Cristina. Esto no es periodismo. Y precisamente lo estás haciendo desde una cuenta de Instagram porque una cuenta de Instagram personal no está sujeta al código deontológico periodístico. No tienes que investigar todos estos casos, porque, además, el hecho que tú no incluyas sus nombres, y que esto no sea en un medio o algo que esté reconocido como medio de comunicación, te permite no investigar nada de las denuncias que publicas».
Fallarás reconoció que lo que hace «desde luego, no es periodismo» y no estaba en su «ánimo hacerlo». «Yo a las mujeres que me dan un nombre les doy el teléfono de un despacho de abogados y les digo dónde acudir», apostilló.
A juicio de su interlocutora, sin embargo, estaba «manipulando emocionalmente» a «mujeres vulnerables» para «capitalizar su dolor». El tenso debate terminó cuando Fallarás admitió sentirse «incómoda» y Ogando le espetó que, como ella mismo dice, «el feminismo incomoda».