Sumar interpreta el libro de Irene Montero como un acto de hostilidad contra la unidad
La facción de Yolanda Díaz cree que el volumen revela las intenciones de Podemos de «romper con todos»
Irene Montero presenta su nuevo libro en Madrid. | Europa Press
Un acto de hostilidad. Algo parecido a una declaración de guerra, con un objetivo concreto: dinamitar cualquier tipo de «debate» o proceso hacia la «unidad» de la izquierda alternativa al PSOE. «Quieren romper con todos», afirman miembros de la coalición de Sumar, que reflexionan sobre el significado político que, en su opinión, tiene la publicación del libro de Irene Montero, titulado Algo habremos hecho, en este momento de la legislatura. En el volumen, la dirigente morada carga contra la vicepresidenta Yolanda Díaz, su equipo y sus aliados. Dice que su nombramiento fue el «error político más grande» cometido por su formación. Y califica a la corriente de Errejón como «inútil» para la izquierda. La ofensiva, sostienen estas fuentes, va tanto contra Sumar como contra todo el gobierno de coalición. Un verdadero Rubicón para Podemos.
La hostilidad va in crescendo, y no se suaviza, tal y como esperaban hace unos meses algunos intérpretes de la coalición de Sumar. Sobre todo en Izquierda Unida, donde una facción aboga abiertamente por la reedición del pacto con Podemos. Un Unidas Podemos 3.0, según deslizan en conversación con este diario algunos de los promotores de este acercamiento, que, sin embargo, también sostienen que los morados se están alejando de todos.
El problema, revelan en Sumar, es que el libro de Irene Montero vuelve a encender el conflicto, sobre todo con el segmento de afines a Yolanda Díaz. Montero sostiene en su libro que Díaz llegó a pedir a «gritos» su dimisión tras la aprobación de la Ley del solo sí es sí. Añadió que desde octubre de 2020 su ministerio y el de Trabajo dejaron de facto de colaborar y que Díaz se apuntó en seguida al planteamiento de Íñigo Errejón de debilitar a Podemos para copar su espacio político y afianzar una izquierda dócil para el PSOE. Unas tesis que el equipo de Díaz no tacha directamente de mentiras, pero casi: «La veracidad en obras literarias es una cuestión bastante complicada», dijo el martes la portavoz Elizabeth Duval.
Una «veracidad complicada»
Todos estos comentarios han enojado a Yolanda Díaz, que afronta críticas internas. Algunos abogan ya por buscarle una «salida digna» para afianzar un rassemblement de la izquierda. La salida de Errejón ha dejado a Díaz debilitada. Prueba de ello es que, como adelantó este diario, Sumar ha decidido aplazar tres meses su congreso extraordinario convocado después del fracaso de las elecciones europeas.
En este momento, en Sumar pocas cosas van bien. Para miembros de otros partidos de su espacio, el proyecto estaría ya directamente «muerto». Pero Díaz insiste en ser la candidata del futuro. No cede, y sus valedores (cada vez menos) entienden que Podemos no busca ningún entendimiento o superación del conflicto del pasado. La publicación del libro de Montero, sostienen, es revelador del ánimo todavía presente, y de un plan ya establecido para ir en solitario a las urnas en el futuro. Tanto por el contenido del libro como por el momento de su publicación, sostienen.
Además de atacar a Díaz y Errejón, acusando a ambos de defender un planteamiento «inútil» para la izquierda, la exministra de Igualdad también se ceba con Enrique Santiago. El líder del PCE era hace poco uno de los integrantes del círculo de confianza de Pablo Iglesias, hasta que, según relata Montero, jugó a dos bandas: mantuvo conversaciones discretas con el PSOE y después apoyó a Díaz en contra de los morados.
Ofensiva contra todos
La publicación del libro de Montero ha coincidido con una avalancha de críticas a Santiago en las redes sociales, todas alimentadas por la guerrilla digital de Podemos (la conocida como «granja de bots»). Luego está la cuestión del momento de publicación del libro. En Sumar saben como actúan sus excompañeros: se conocen desde hace años, y creen que a partir de la Uni de otoño y del discurso de Pablo Iglesias, que a muchos les huele a «vuelta» del exlíder morado, algo ha cambiado. Aquello fue, sugieren, el pistoletazo de salida de una ofensiva contra Sumar y todo el gobierno de coalición, que tuvo su momento álgido con las denuncias que han llevado a la dimisión de Errejón.
En Sumar creen que Podemos ha lanzado una verdadera ofensiva contra ellos y contra el gobierno de coalición. Los de Díaz están intentando explicar la gravedad de esa ofensiva a sus interlocutores del PSOE, aunque de momento no están recibiendo la atención esperada. De ahí la sensación palpable de aislamiento. Sumar avisa de que Podemos está ya en pie de guerra. Y que su estrategia de acoso y derribo de la coalición que lidera Díaz tiene, en realidad, el objetivo de ajustar cuentas tanto con ella como el propio PSOE. Montero, en efecto, también acusa a María Jesús Montero (en teoría otra dirigente socialista que mantenía buena relación con la cúpula morada) de haberla amenazado para que aprobara la modificación de la ley del sí es sí.
Podemos asegura que no quiere ajustar cuentas con nadie, sino vertebrar una nueva década en la izquierda con autonomía del PSOE. Pero en Sumar piensan todo lo contrario. Y concluyen que con este libro Montero ha dinamitado cualquier tipo de puente para un debate realmente unitario en la izquierda. Lo único que pretenden los morados, según afirman en Sumar, es atraer a Izquierda Unida o a un segmento de ese partido para afianzar una alianza con «Montero de candidata». Alea iacta est. Podemos ya habría cruzado su nuevo Rubicón, según los dirigentes de Sumar.
