IU se abre a confirmar a Díaz de candidata a cambio de que no elija las listas electorales
Las negociaciones entre IU y Podemos para una nueva alianza chocan con la exigencia de los morados de apartar a Díaz
Izquierda Unida, uno de los partidos que forman parte de la coalición de Sumar, se abre a confirmar a la vicepresidenta segunda Yolanda Díaz como futura candidata en el caso de que los escándalos que afectan al Gobierno obliguen a adelantar los comicios. IU es el partido de la coalición de Sumar que más aboga por un reencuentro con Podemos. Pero los de Antonio Maíllo estarían aplicando una estrategia que se puede resumir en una cal y otra de arena. Si, por un lado, en efecto, proponen juntar todas las fuerzas de la izquierda alternativa al PSOE, por otro lado han transmitido a Díaz su disposición a seguir apoyándola como candidata. Pero con un precio: que renuncie a elegir los nombres de las próximas listas electorales.
El líder de IU había advertido hace tiempo que su formación daba por finiquitada la época de los «hiperliderazgos». Con esa fórmula, Maíllo quería enterrar para siempre los modelos de liderazgo vertical que permitieron en su día a Pablo Iglesias elegir los puestos principales de las listas de Unidas Podemos; y recientemente a Yolanda Díaz interpretar un papel parecido en el esquema de Sumar.
Para IU, hay que reformular todo el experimento de Sumar, empezando por el nombre de la coalición. Que se llame Sumar, y que también el partido de Díaz, de facto integrado en ella, se llame así (Movimiento-Sumar) genera «confusión». De ahí la apuesta por un debate interno que aborde la cuestión del cambio de nomenclatura de la coalición. «Frente Amplio» podría ser una opción, según deslizan desde el partido. En Chile, recuerdan las fuentes consultadas, esa fórmula fue ganadora. Y en Uruguay también. Los comunistas de IU ya habrían dado su visto bueno a ese nombre.
Caída electoral
Díaz, sin embargo, se resiste a modificar el nombre de su cartel electoral. Pero la lideresa gallega ha pinchado en todas las elecciones celebradas últimamente. Y su liderazgo está claramente en crisis. En un año, Sumar se ha dejado por el camino la mitad de sus apoyos: si en las últimas elecciones generales logró un 12% de votos, ahora los sondeos colocan a la coalición alrededor del 6%-7%. Podemos, además, asegura que esos datos están «inflados». Los morados creen que el bloque de Sumar alcanzaría hoy como mucho un 5% de votos, y que Podemos en solitario cosecharía el mismo resultado.
IU y Podemos han activado hace meses conversaciones discretas para volver a una entente. Pero esas negociaciones tardan en dar sus frutos. Es más, desde Podemos avisan de que sus exigencias siguen sobre la mesa. Una de ellas era que se apartara a Íñigo Errejón (algo que ya ha ocurrido por el escándalo de un presunto acoso sexual), y la otra, que también la figura de Díaz decayera. Sobre ese punto, sin embargo, no hay encuentro con IU.
Los de IU, explican en este partido, siguen apostando por la vicepresidenta segunda como futura candidata, aunque admiten que antes debe pasar por un proceso de «primarias». La clave para seguir apostando por Díaz tendría, no obstante, un precio. Se trataría de que la lideresa renunciara a tener la última palabra en la composición de las listas electorales.
IU reprocha a Díaz haber diseñado unas listas perdedoras en las últimas elecciones autonómicas. En las europeas, en las que Díaz rechazó celebrar primarias internas, Izquierda Unida quedó relegada en la cuarta posición, y perdió por primera vez su escaño. Los de Maíllo siguen reprochando a Díaz esa exclusión, y avisan de que a partir de ahora no aceptarán más ninguneos.