PP y Vox aún no han pedido explicaciones a Illa por figurar en la agenda de Delcy Rodríguez
Pese a hacer una oposición frontal, no han interpelado al ‘president’ en el Parlament de Cataluña
El Parlamento catalán vive de espaldas a la trama de corrupción que salpica al PSOE. El Partido Popular y Vox no tienen previsto preguntar al presidente de la Generalitat, Salvador Illa, sobre este asunto, pese a que fue uno de los nombres que dio el comisionista Víctor de Aldama en su comparecencia voluntaria ante el juez de la Audiencia Nacional que investiga el caso. Según explican fuentes parlamentarias de ambos partidos consultadas por THE OBJECTIVE, no quieren hacer un marcaje a Illa en esta cuestión y dejan que sean sus partidos a nivel nacional quienes centren las críticas en Pedro Sánchez
PP y Vox son los dos partidos de la Cámara catalana que tras las elecciones autonómicas del 12 de mayo rechazaron alcanzar cualquier entente con los socialistas (pese a que las tres formaciones sumaban, por primera vez, mayoría absoluta). Por esta razón, sorprende aún más que en su oposición frontal al Ejecutivo de Illa no hayan querido interrogarle sobre las tramas de corrupción que la Justicia investiga. No obstante, algunas voces consideran que Illa no genera la animadversión de Sánchez entre su electorado y prefieren fiscalizar su acción de gobierno.
El Gobierno en solitario del PSC juega a una especie de geometría variable en la Cámara catalana para pactar con ERC y Comuns -los socios parlamentarios que le dieron sus votos para la investidura de Illa-, pero también con Junts per Catalunya. Illa se ha pronunciado a favor de llegar a acuerdos transversales y se ha abierto a pactar con quien haga falta.
Como informó THE OBJECTIVE, tanto Junts per Catalunya como ERC tienen una estrategia detrás de su decisión de eludir este asunto. Si los republicanos son socios prioritarios del PSOE y PSC tanto en el Congreso como en el Parlament, los de Puigdemont están a la expectativa de ver cómo evoluciona la causa, pero de momento -afirman- no creen que puedan obtener ningún rédito político en abordar este asunto. «No es aún otro GAL», explicaba un dirigente de Junts a instancias de este periódico.
Illa, citado por Aldama
PP y Vox a escala nacional sí que piden al Gobierno de Pedro Sánchez que dé explicaciones. En el Senado, donde los populares cuentan con mayoría, han impulsado una comisión de investigación sobre el caso Koldo y sus ramificaciones. Pero en Cataluña nadie ha planteado una comisión para saber el alcance del papel de Illa.
Como avanzó este periódico en exclusiva, la número dos de Nicolás Maduro, Delcy Rodríguez, tenía previsto cenar con varios ministros en enero de 2020, después de que su avión aterrizó en Madrid. Entre ellos, Ábalos y el «M. de Sanidad», que se supone que se refiere al entonces ministro de Sanidad, Salvador Illa. Esta información figuraba en la agenda oficial de Aldama.
Además, en su declaración voluntaria ante la justicia De Aldama volvió a hablar de este encuentro al que también tenía que asistir el ahora mandatario catalán. Según su versión, Illa tenía que hablar de vacunas contra la Covid-19 con la vicepresidenta venezolana. Pero en esa época aún no había estallado la pandemia en Europa, así que ese no podía ser el motivo.
Por su parte, las pocas explicaciones sobre este asunto que ha ofrecido Illa han sido en un corrillo con periodistas durante la tradicional recepción de los Reyes en el Palacio Real con motivo del Día de la Fiesta Nacional. Ahí afirmó que no estaba entre sus planes y que «nunca hubo un encuentro (con Delcy)». O cuando le preguntaron por ello en su visita en Moncloa. Negó las informaciones y lo calificó de «ruido». En ambas ocasiones, Illa ha respondido sobre el asunto desde Madrid.
Los 100 días de gracia de Illa
El presidente de la Generalitat fue investido el pasado 8 de agosto. Pese a haber superado los 100 días de gracia que el decoro institucional da a los adversarios políticos, ni PP ni Vox en el Parlament han entrado a fondo en el asunto.
Un ejemplo evidente de ello es el del portavoz parlamentario del PP, Juan Fernández. Hizo referencia al agotamiento de este plazo de cien días de gracia, pero se centró solo en el talante de «anfitrión amable» del dirigente catalán. Si bien era una ironía para criticar su pasividad a la hora de llevar a cabo políticas importantes, en ningún momento ha considerado de interés o relevancia política preguntarle sobre la confesión de Aldama.
«Lo único que ha demostrado es que es un anfitrión muy amable. En estos primeros cien días ha saludado a amigos, conocidos, e incluso adversarios, pero Cataluña necesita algo más que un anfitrión amable», abundó. En la misma línea, en su última comparecencia ante los medios anunció que el PP había presentado una proposición de ley para suprimir el tributo metropolitano, en la línea que defienden de una «ofensiva contra los impuestos abusivos» del Govern.
Mientras el presidente del PP en Cataluña, Alejandro Fernández, ha adquirido en los últimos meses un papel destacado en el Parlament al convertirse, de facto, en el líder de la oposición, en su partido no hay una estrategia dirigida a pedir explicaciones a Illa por la trama de corrupción que afecta a varios ministros y dirigentes socialistas. El propio Fernández, valorado por su oratoria en el Parlament, habló recientemente sobre el inexistente «comité de expertos» de Illa durante la pandemia. Pero ni rastro de Aldama o el caso Delcy pese a figurar en la agenda del comisionista.