Vox trabaja en la creación de un 'macrogrupo' europeo con Orbán, Meloni y la AfD alemana
Abascal reúne en Madrid a Patriotas para trabajar en una posible fusión con ECR y Europa de las Naciones Soberanas

El líder de Vox, Santiago Abascal. | EP
Vox está trabajando en la sombra para que Patriotas «crezca y sea el primero de Europa». En la reunión convocada por Santiago Abascal este viernes en Madrid y a la que acudirán Marine Le Pen, Viktor Orbán y Matteo Salvini, los patriotas negociarán «cómo avanzar hacia la construcción de ese gran grupo en el Parlamento Europeo» que incluiría a Fratelli D’Italia y AfD. Esto es, a Giorgia Meloni y a Alicia Weidel. Así lo confirman a THE OBJECTIVE fuentes del primer nivel del organigrama del partido conservador español.
Ese es el sueño del dirigente de Vox, tal y como adelantó este medio el pasado mes de noviembre, antes de la toma de posesión de Donald Trump. Pero esta lo habría acercado. La idea sería aglutinar a todas estas fuerzas bajo el lema Make Europe Great Again, eslogan lanzado por Elon Musk, que ha tenido un papel destacado en el objetivo de homologar a la AfD con el resto de formaciones europeas.
«Es muy probable» que otros partidos se unan a los Patriotas, dice esta persona, que señala la invitación de Orbán a Weidel a Budapest la próxima semana como «una señal» de que el partido alemán AfD podría unirse al grupo. Además, recuerda que el pasado mes de julio Vox ya consiguió unir a Fratelli D’Italia y el Fidesz para condenar el fraude electoral perpetrado por Nicolás Maduro en Venezuela.
Si Patriotas, ECR y la Europa de las Naciones Soberanas se unieran, este grupo podría sumar hasta 191 diputados, superando así a socialistas (136) y populares (188). «Se dan las condiciones para trabajar» en la creación de este macrogrupo. Vox siempre ha buscado «la unión de los partidos patrióticos», y Abascal haría de «argamasa» porque «tiene una excelente relación» con todos los dirigentes internacionales soberanistas: «Todos le tienen en muy alta estima».
Se trata de una idea de máximos, que puede complicarse o, al menos, demorarse en el tiempo. De todos modos, consideran que se ha acelerado con el reemplazo de Giorgia Meloni como presidenta de ECR por el ex primer ministro polaco Mateusz Morawiecki, así como por la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca.
El sueño de Abascal
El sueño de Santiago Abascal está claro: un macrogrupo europeo de «patriotas» que superara a los socialistas y populares. O como mínimo se acercara a estos últimos, si finalmente no se incluyera a la Europa de las Naciones Soberanas . «Una unión de grupos crearía el segundo grupo de la Cámara y serviría para que el Partido Popular rompa definitivamente el acuerdo con los socialistas», expresó el líder de Vox en una entrevista concedida el año pasado a El Mundo.
«Estoy esperanzado en que esa separación de grupos [ECR y Patriotas] sea temporal», abundaba ya entonces Abascal, que vaticinaba cómo «en esta legislatura podremos trabajar por acuerdos más grandes».
La cumbre de Patriotas
Este viernes Madrid acoge la segunda reunión de Patriotas, tras la que tuvo lugar el pasado mes de noviembre en París. El viernes, los patriotas mantienen una reunión a puerta cerrada, en un enclave que se ha mantenido en secreto. Ahí se abordarán temas que van «desde el Pacto Verde a la inmigración ilegal, pasando por las guerras en curso» para «tener una posición común» y «avanzar juntos en la misma dirección». También se tratará el tema de las relaciones entre la UE y EEUU.
El sábado tendrá lugar el acto público en el Hotel Marriott Auditorium, con acceso a medios nacionales e internacionales. Ahí intervendrán, por este orden, Martín Helme (Estonia), Afroditi Latinopoulou (Grecia), Petr Macinka (República Checa), Krzysztof Bosak (Polonia), Geert Wilders (Países Bajos), Matteo Salvini (Italia), Marine Le Pen (Francia), Viktor Orbán (Hungría) y Santiago Abascal.
Vox aspira con este acto a poner de una vez en sordina la salida de Juan García-Gallardo, su líder en Castilla y León, que ha acaparado el foco mediático a lo largo de esta semana. Una semana en la que, de manera involuntaria, se ha evidenciado la fortaleza y la flaqueza del partido: su influencia internacional y su gestión territorial por culpa de la excesiva centralización de la estructura, respectivamente.